Venezuela tiene quien le duela
Mi artículo es un reconocimiento al valor sobrepuesto al dolor, de aquellas victimas, de aquellos padres, madres, hijos, familiares, abogados, amigos, periodistas y desconocidos que quisieron que cada historia de horror expuesta en mi denuncia sobre torturas sistemáticas como crimen de lesa humanidad ante la Corte Penal Internacional (CPI) tuviera hoy eco y voz.
Cada historia es una acumulación de sentimientos sobrecogedores, inmersos en el sufrimiento de quienes nunca pensaron que quien debía protegerlos los sometería a los dolores más intensos que el ser humano pueda soportar. Nunca olvidaré una carta que me escribió una victima, que tardó casi dos años en llegar a mis manos por lo difícil que fue sacarla de la cárcel, y porque no sabían cómo hacérmela llegar.… Seguir leyendo »