
La cobertura del juicio contra Adolf Eichmann ayudó a convertirlo en un villano
Tenía 14 años la primera vez que vi a Adolf Eichmann en persona. Llevaba un traje mal ajustado y gafas de pasta, con el porte de un contador nervioso. No parecía alguien que hubiera planeado la muerte de millones de personas, excepto por el hecho, claro está, de que yo estaba en su juicio por genocidio.
Mi padre, Leo Hurwitz, dirigió la cobertura televisiva del juicio a Eichmann, que se celebró en Jerusalén y se retransmitió a todo el mundo en 1961. Mi padre fue elegido para ocupar ese puesto después de que el productor convenciera tanto a Capital Cities Broadcasting, entonces una pequeña cadena que organizaba la cobertura del pool de prensa, como a David Ben-Gurión, el primer ministro de Israel, de que era necesario ver el juicio en vivo.… Seguir leyendo »