Tomás Jiménez Araya

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A veces se oye, se lee, se discute sobre el carácter divisorio del federalismo. Se le atribuyen consecuencias adversas para la convivencia entre regiones y autonomías, se le considera injusto pues consagra desigualdades entre la ciudadanía. Algunas de estas voces son claramente interesadas, las sostienen partidarios de una idea de unidad de la patria obsoleta. Pero creemos que, en su mayoría, estas opiniones están desinformadas, y no debemos imputar a convicciones ideológicas lo que es falta de conocimiento o simple desinterés. Desde estas líneas deseamos reconducir algunas de las falsas ideas, especialmente aquellas que lo asocian con vicios políticos de otra época como las taifas, el feudalismo o el cantonalismo.…  Seguir leyendo »

El borde del abismo está cada vez más concurrido, mientras aumenta el riesgo de caída y crece el número y variedad de víctimas a medida que se prolongan las políticas de austeridad y se estanca la recesión, acumulando ya más de un lustro de gran sufrimiento social y magros resultados económicos. Una parte desproporcionada de los damnificados son precisamente los más vulnerables, la infancia y las familias pobres, situadas en el epicentro de la crisis. La evidencia de este tsunami social, con origen en los países desarrollados pero con repercusiones a escala global, es ya abrumadora en términos de desempleo masivo, extensión de la pobreza y aumento de la desigualdad en numerosos países.…  Seguir leyendo »

Habitamos un mundo de 7.000 millones de personas, cada vez más longevo, más urbano, más capacitado e interconectado, más mestizo, menos patriarcal y demográficamente convergente, pero también, si no cambian las tendencias actuales, socialmente más desigual y ecológicamente menos sostenible. En los últimos 60 años, el mundo ha casi triplicado su población, pasando de 2.500 millones de habitantes en 1950 a los actuales 7.000 millones. Un acontecimiento insólito, por su volumen y rapidez, en toda la historia de la especie humana, que ha invertido el peso demográfico relativo de las principales regiones, en detrimento de las más desarrolladas. Este hito demográfico plantea importantes retos ineludibles en términos globales y el debate reabierto con motivo de la próxima Cumbre mundial Rio +20 (20-22 de junio) ofrece una excelente oportunidad de incluir el eslabón demográfico como uno de los imperativos de la sostenibilidad global, tal como plantea la reciente Declaración sobre el Estado del Planeta.…  Seguir leyendo »

Cualquiera que sea la perspectiva que se adopte, resulta ya evidente que el marco de relaciones internacionales se ha visto afectado muy negativamente por el abrumador imperativo económico de la crisis en los países más desarrollados. El orden de prioridades se ha alterado de manera significativa, el clima de cooperación ha empeorado y las cuestiones de estabilidad financiera han pasado a un primer plano casi exclusivo. Se ha producido así una auténtica distorsión de la incipiente agenda internacional que se había venido gestando para tratar de encauzar el proceso de globalización hacia una gobernabilidad más democrática y una prosperidad más equitativa.…  Seguir leyendo »

La interacción del proceso de globalización y la Gran Recesión han puesto de relieve el marcado contraste de la limitada capacidad de las sociedades y Gobiernos nacionales frente a la extraordinaria ampliación de la esfera de influencia de las empresas multinacionales y los centros de poder económico. El desfase entre el ritmo acelerado de la globalización económica (especialmente financiera) y la lenta o deficiente respuesta regulatoria ha creado grandes brechas de gobernabilidad que es ineludible abordar si se quiere avanzar hacia una prosperidad sostenible y una globalización inclusiva. No se puede continuar como si nada hubiera pasado, apuntalando el statu quo, con el riesgo de volver a caer en lo mismo, según alertaba recientemente el director general de la OCDE, Ángel Gurría, en estas mismas páginas (EL PAÍS, 25 de mayo).…  Seguir leyendo »

La súbita erupción de la revuelta social de Túnez y Egipto, una movilización popular encabezada por jóvenes -por cierto, de ambos sexos-, ha girado el foco de la atención internacional hacia estos dos países, percibidos como heraldos de posibles cambios modernizadores en el mundo árabe.

Lo que está ocurriendo puede interpretarse como síntoma y a la vez como consecuencia de procesos sociales protagonizados por los grupos de población joven ampliamente mayoritarios en todo el norte de África y Oriente Próximo (región MENA, siglas en inglés), que son el resultado acumulativo de una larga y profunda transición demográfica, iniciada hace tres o cuatro décadas, mediante sucesivos descensos de la mortalidad infantil y la fecundidad, con altos crecimientos de la población en los periodos intermedios, en la cual Túnez ha ocupado un lugar de avanzada.…  Seguir leyendo »

El panorama de la cooperación internacional -y especialmente su objetivo más simbólico, la reducción de la pobreza- está marcado por un rasgo básico contradictorio que mantiene el statu quo y solo permite avances lentos y limitados. Esta contradicción fundamental es el escandaloso abismo entre la inmensa capacidad material existente (técnica, financiera, logística) para abordar el problema y la muy escasa voluntad política de los grandes decisores para resolverlo. En la práctica, seguimos con más de lo mismo y con poco o nada de lo necesario. Aquí, al contrario de la reflexión gramsciana, el optimismo procede del conocimiento, existen los medios y se sabe cómo hacerlo, mientras el gran déficit de voluntad decisoria inclina al pesimismo.…  Seguir leyendo »