Nuevos padres, nuevos hijos
Probablemente todavía siguen vivas, y con salud, las salus, nombre que se dio a unas asistentas que se ocupaban de los hijos pequeños al despertar y al llevarlos por la noche a la cama. Los lavaban, los vestían, los peinaban y los llevaban al cole. Horas después los recogían del colegio, les daban de cenar, les ponían el pijama y los presentaban a los padres para darles el beso de buenas noches. Los padres tenían hijos, pero lograban que no les pesaran, los padres besaban a los niños, pero, como cuenta Proust en el célebre pasaje de su En busca..., ese gesto era un delicado regalo de oro.… Seguir leyendo »