Víctor Lapuente Giné (Continuación)

Momentos Dédalo, momentos Ícaro

Los analistas-buitre, siempre dispuestos a caer sobre la presa débil, han propagado varios mitos sobre las causas de fondo de la crisis griega. Así, los griegos carecerían de una cultura democrática occidental, habrían sido incapaces de construir un Estado moderno, serían tolerantes con la corrupción o tendrían una mentalidad oriental. Y, algo en lo que todos coinciden (seguramente como coartada para justificar sus prejuicios) es que, si Grecia se ha integrado en las instituciones europeas, es por culpa de otros. Reino Unido, Francia o EE UU metieron a Grecia en un club en el que no hubiera entrado por méritos propios.…  Seguir leyendo »

Elogio de la fragmentación política

Las coaliciones tienen mala fama. Periodistas y analistas temen el “escenario de fragmentación” que se abrirá en un sinfín de Administraciones locales y autonómicas tras estas elecciones. De una liga de dos pasaremos a una liga muy abierta. En ayuntamientos, autonomías y, muy pronto en sus pantallas (quizás antes que la última entrega de La Guerra de las Galaxias), también en el Gobierno central. Perderemos gobernabilidad, ganaremos inestabilidad. Los Gobiernos harán menos cosas, pues habrá que poner de acuerdo a caprichosos compañeros de variopintos gustos. Lo cual parece una maldición cuando los problemas sociales se amontonan.

Pero es un terror injustificado.…  Seguir leyendo »

Muchos de los creyentes socialdemócratas recurren al insulto, al desprecio o a la indignación frente a los que también quieren alzar la bandera del cambio y la justicia social. Aun a riesgo de parecer herejes, no nos parece la mejor manera de encarar lo que es hoy un hecho: cada día más gente de nuestros entornos nos dice que va a votar a Podemos. Y no es porque se hayan vuelto unos radicales, ni porque no piensen —como pensaban ya antes— que el mundo es complejo y las soluciones también. Tampoco porque hayan desempolvado carteles de líderes dudosamente democráticos similares a los que, por cierto, la generación de la Transición sí tenía en su salón.…  Seguir leyendo »

Como ante todo ataque terrorista, la opinión pública occidental se ha dividido en dos bloques irreconciliables. Por un lado, los “Yo soy Charlie Hebdo”, que defienden una libertad de expresión sin límites, el derecho a ofender a todo tipo de religión o grupo humano. Es una visión liberal sensata, por mucho que se hayan adherido a ella oportunistas de última hora que hubieran cerrado los Charlies Hebdos de muchos otros países, incluyendo el nuestro. Por el otro lado, tenemos a los “Yo no soy Charlie Hebdo”, para quienes la coexistencia pacífica en el mundo moderno requiere impedir las expresiones “ofensivas” mediante leyes antidiscriminación y antidifamación más estrictas.…  Seguir leyendo »

Viejos y nuevos intelectuales

En 1914 pronuncia Ortega su famosa conferencia Vieja y nueva política, símbolo del compromiso intelectual contra la Restauración y su sistema político bipartidista, clientelar y corrupto. Observadores diversos, de Esperanza Aguirre (Abc, 30-06-2014) a Andrés Ortega (EL PAÍS, 15-05-2013), han advertido los paralelismos obvios entre la situación que criticaba Ortega y la actual. Creemos que hay otro paralelismo, menos obvio pero más trágico: el papel tóxico de nuestros intelectuales. Como ha señalado José M. Marco, no solo Ortega, sino muchos otros, de Costa a Azaña, contribuyeron con su “palabra candente” a destruir nuestro régimen liberal. Tanto polarizaron el debate político que lo alejaron de pautas sosegadas y constructivas.…  Seguir leyendo »

Antes de nada, un poco de respeto. Respetemos a quienes están en contra de que Cataluña pueda dejar España a través de un referéndum a la escocesa. Sus argumentos —“inconstitucionalidad”, “poca legitimidad de una secesión en ausencia de opresión de libertades”, etcétera...— tienen un valor y no podemos desdeñarlos sin más. También respeto a quienes creen que Cataluña se puede independizar si la mitad más uno de los votantes en un referéndum o en unas elecciones plebiscitarias así lo decide. Sus argumentos —“en democracia, lo que cuenta es la mayoría”— también tienen un valor, nos gusten o no.

Ahora, busquemos el entendimiento.…  Seguir leyendo »

Estados Unidos, finales del XIX. La corrupción rampante enerva a la ciudadanía, que decide cambiar la infraestructura de sus instituciones: despolitización masiva y establecimiento de las bases de la gestión pública moderna. El profesional de la Administración pasa de trabajar “para” a trabajar “con” su superior político. El objetivo del movimiento reformista no es tanto la corrupción en sí como el problema de fondo del que la corrupción es un síntoma: la acumulación de poder decisorio en unas manos que responden a un único interés, el electoral. El medio elegido por el movimiento reformista no es regular minuciosamente la actividad pública, sino, más bien al contrario, liberar las fuerzas creativas de los trabajadores públicos, que, además de convertirse en contrapesos vivos del poder político, obtienen licencia para innovar en la prestación de las políticas públicas.…  Seguir leyendo »

El arte del referéndum

Una figura clave en la historia catalana se encerró un buen día a pensar cuál era el sistema de elección ideal para su comunidad. Se sentía inspirado por Dios para concebir la mejor fórmula jamás pensada. La fórmula que sacara de su error a los descreídos que no compartían su fe. No nos referimos a Artur Mas el 6 de diciembre de 2013, cuando se recluyó en la soledad de su oficina para redactar la doble pregunta del referéndum. Nos referimos a Ramon Llull, quien, en 1299, escribió su Arte de las elecciones,considerado el primer estudio académico de estas. A muchos les sorprenderá que se necesiten análisis académicos sobre algo tan sencillo como las elecciones: basta con preguntar y que el pueblo hable.…  Seguir leyendo »

¿Cada cuánto tiempo hay que regar el PSOE?

Democratizar es el verbo políticamente más poético. Nada suena mejor que democratizar una institución política, abrirla a una participación más amplia. Una opinión compartida por la mayoría de analistas políticos y por todo el espectro de regeneracionistas españoles, desde nuestros reformistas más liberales, como los economistas fascinados por la competitividad de las primarias americanas, hasta la izquierda antisistema de Podemos. Y también por el PSOE, que decidió, en palabras de Eduardo Madina, “apostar por la respuesta más democrática de nuestra historia: la elección directa del secretario general por los militantes”.

Pero, por muy exitosa en términos de participación que haya resultado esta experiencia particular del PSOE y por muy atractiva en general que sea la tendencia a democratizar el funcionamiento interno de los partidos, nuestro deber es someter estos procesos a un examen frío, analizando sus ventajas e inconvenientes a la luz de la evidencia disponible.…  Seguir leyendo »

Una mirada crítica a nuestro periodismo

Hay dos formas de ejercer el periodismo político. La primera consiste en retransmitir lo que ocurre arriba (el poder político) a los que están abajo (los ciudadanos). El periodista se ve a sí mismo como una especie de sacerdote que interpreta las palabras de los dioses para el común de los mortales. En oposición a este periodista-sacerdote encontramos al periodista-detective, que trabaja más bien de abajo hacia arriba y, desde la escena del crimen, va tirando del hilo de un problema determinado. Esta segunda forma de periodismo político predomina en otros países europeos y ayuda a entender por qué su debate público tiende a ser mejor que el nuestro.…  Seguir leyendo »

La izquierda moderada de América Latina está de moda. En lo que llevamos de siglo hemos oído innumerables alabanzas al Chile de Bachelet, al Uruguay de Mujica o al Brasil de Lula y Rousseff por parte de un gran número de analistas internacionales, incluyendo voces tan liberales como las de Vargas Llosa o el semanario The Economist. Como colofón, este último ha declarado a Uruguay país del año, para regocijo del primero —que escribió El ejemplo uruguayo(EL PAÍS, 29-12-13), elogiando las reformas emprendidas por el “simpático estadista” Mujica, que “vive muy modestamente”. Y es que, con razón, los apologetas de esta izquierda “inteligente” contraponen sus buenos resultados —en libertades civiles, crecimiento económico y eliminación de la pobreza— al desastroso socialismo bolivariano.…  Seguir leyendo »

Como definir adecuadamente un problema es la mejor manera de encontrar una solución, hemos de preguntarnos cómo se está definiendo el conflicto Cataluña-España. Creo que predominan dos definiciones del problema que bloquean hipotéticas soluciones por su naturaleza de juego de suma negativa. Es decir, la ganancia de unos (los partidarios de la identidad española, los que, con Rajoy, creen que España es la nación más vieja de Europa y que conforma una comunidad política indivisible) se entiende como una pérdida irremediable para otros (los que se sienten identificados con la idea de una nación catalana con más de mil años de historia).…  Seguir leyendo »

Uno de los libros más influyentes sobre desarrollo económico lleva por título La carga del hombre blanco: Por qué los esfuerzos de Occidente por ayudar a los demás han hecho tanto daño y tan poco bien.Su autor, William Easterly, ataca los Grandes Planes (estén diseñados por malévolos poderes coloniales o por benévolos organismos internacionales y ONG) que los países occidentales hemos intentado imponer a los países más desfavorecidos... sin éxito alguno. Escribir hasta el último detalle un plan de reforma política ambiciosa en una mesa de trabajo es un ejercicio fútil, porque los caprichosos vientos de la realidad suelen hacer volar los papeles.…  Seguir leyendo »

Fuera de Italia, Berlusconi ha sido siempre tomado un poco a broma. Pero haríamos mal en desdeñar el impacto de Berlusconi y de lo que representa para otras democracias. Como recuerda Alexander Stille, otros tres fenómenos incubados en Italia también fueron minusvalorados inicialmente. La mafia, el fascismo y el terrorismo de izquierdas (Brigadas Rojas) parecían unas excentricidades italianas, intransferibles a democracias más serias. Sin embargo, esas tres supuestas rarezas se convirtieron, con o sin cambios cosméticos, en pesadillas en muchos otros países. Igualmente, el berlusconismo es exportable y, si nos centramos en sus características centrales, veremos que, de hecho, lleva bastante tiempo entre nosotros.…  Seguir leyendo »

Manuel Cruz escribía hace unos días Cuando todo es campo de batalla, un artículo paradigmático de nuestro género literario por antonomasia: el ataque al individualismo y a la libre competición. Un género practicado tradicionalmente por nuestra derecha, recelosa de las influencias que pudieran venir del otro lado de los Pirineos y que ahora revive en una izquierda desconfiada de la globalización. El talento de Manuel Cruz (me gustaría subrayar que escribe maravillosamente bien, a pesar de que discrepo del contenido de este artículo) le permite condensar todos los ingredientes de esta tradición en pocas líneas, con lo que lo utilizaré para intentar desmontar tres miedos en los que se sustenta ese antiindividualismo tan nuestro y tan erróneo para guiar la visión política del país.…  Seguir leyendo »

Aunque suene irónico en estos tiempos de desconfianza ciudadana mayúscula hacia nuestras instituciones, los españoles creemos demasiado en el Estado. En la crítica feroz hacia la clase política que todos hacemos estos días subyacen unas expectativas muy altas sobre lo que nuestras administraciones son capaces de hacer. Da igual la ideología. Se da por descontado que, con los políticos adecuados, los recursos adecuados y las políticas adecuadas, el Estado será capaz de quitarnos de encima todo lo malo (pobreza, crimen, corrupción, fraude fiscal) y darnos todo lo bueno (crecimiento económico, educación, sanidad, vivienda, lo que queráis). Desde luego, el Estado es muy importante para el bienestar de cualquier sociedad, pero necesita la participación activa de los ciudadanos en aspectos clave.…  Seguir leyendo »

Existe una poción política mágica? Si echamos un vistazo a las políticas de los países con mejores perspectivas de crecimiento durante los próximos años, vemos que, como mínimo, no parece existir una receta universal. Se puede ser muy competitivo con poquísimas políticas sociales (Singapur) o con muchísimas (países nórdicos); regulando con mano férrea (China) o bien dejando libertad a la mano invisible del mercado (Estados Unidos). Diferentes contextos sociales, económicos, culturales o geográficos parecen exigir políticas distintas.

¿Y cuáles son las políticas que funcionan mejor en un país con las características de España? Algunas están más o menos claras, pero otras no.…  Seguir leyendo »

En su artículo de hace unos días, José Antonio Gómez Yáñez diagnosticaba la enfermedad institucional más grave que sufre España: la extensa politización de nuestras organizaciones públicas. Un ejército de individuos —que deben su cargo sobre todo al cultivo de relaciones personales y políticas— ha ido ocupando las capas superiores de nuestras instituciones públicas, desde el CGPJ a las cajas de ahorros, pasando por cualquier nivel administrativo, entidad, empresa u organismo público o semipúblico. Pero ¿por qué los gestores de entidades públicas no pueden ser directamente dependientes de aquellos que legítimamente han ganado las elecciones? ¿No forma parte la gestión pública del sano intercambio democrático?…  Seguir leyendo »

Mi receta para que España salga de la crisis es muy sencilla: debemos adoptar políticas de liberalización de nuestra economía más a la derecha que las medidas del gobierno Rajoy y políticas de bienestar social más a la izquierda que las propuestas de Rubalcaba. Puedes pensar que soy políticamente incoherente (o políticamente bisexual), pues la liberalización económica va de la mano del desmantelamiento del estado de bienestar y la regularización de los mercados va de la mano de un gobierno más protector. Así nos lo han dicho siempre. Palabra de todos los políticos.

Y así es cómo, de hecho, se está desarrollando el debate político durante esta crisis económica.…  Seguir leyendo »

Imagina que eres accionista de una gran empresa con pérdidas y los ejecutivos lo único que te proponen son recortes. Seguramente te preguntarás: ¿por qué no piensan en cambiar cómo se hacen las cosas y no solo en recortar? Pues, bueno, eso es lo que está ocurriendo en nuestras Administraciones públicas, cuyos ejecutivos (y candidatos a ejecutivos del partido de la oposición) centran sus propuestas en recortes. Creemos que, además de confrontar tijeras de distintos colores políticos, debemos iniciar en España pronto un debate serio sobre cómo aumentar la eficacia y eficiencia de nuestro sector público.

Nos gustaría dejar claro que no compartimos la opinión de aquellos que consideran que las Administraciones públicas españolas son generalmente ineficientes e irreformables por naturaleza.…  Seguir leyendo »