Una apuesta geopolítica
Me disculpo por empezar con un episodio personal. Pero, como verán, en el trasfondo hay un problema muy grave que afecta a toda la Iglesia y con el cual, por tanto, Francisco deberá lidiar de manera prioritaria. Así pues, espero que me perdonen por el aparente personalismo.
Durante el mes transcurrido desde la profética conmemoración de Nuestra Señora de Lourdes, el 11 de febrero, innumerables colegas, tanto italianos como extranjeros, me pidieron un pronóstico sobre el cardenal que los hermanos elegirían como sucesor de Benedicto XVI. Siempre, sin excepción, evité la pregunta y no respondí a ninguno, recordando que para un cristiano no es lícito tratar de quitarle el trabajo al Espíritu Santo, y evocando episodios, vividos en persona en la redacción de los periódicos, en los que las indicaciones de los papables por parte de los expertos eran desmentidas regularmente.… Seguir leyendo »