La polarización venezolana
Desde el anuncio de la muerte del presidente Chávez, la conducción de la revolución ha hecho esfuerzos por contenerse en un estrecho reducto narrativo erigido –con más nervio que razón– para mantener la imagen de lealtad al legado político del “líder supremo”. La proyección de una imagen de un Gobierno cohesionado se convirtió en la principal política pública del interinato de Nicolás Maduro en el poder. Lo cual puso en segundo plano el espíritu autocrítico que el mismo Chávez recordaba en su proclamación, ante el inocultable repunte electoral de la oposición en el 2012. Realidad que sería tímidamente retomada en los pocos días oficiales de campaña, dejando todo el esfuerzo comunicativo del Estado para la construcción de una religiosidad política alrededor de la figura de Hugo Chávez.… Seguir leyendo »