El mismo espíritu, veinte años después
Fue en 1986 en Laussanne cuando José Antonio Samaranch, entonces presidente del Comité Olímpico Internacional, pronunció unas palabras históricas: «À la ville de… Barcelona». Aquella sencilla frase tuvo un impacto enorme, no solo para nuestra ciudad, sino para el conjunto del país. Porque los Juegos Olímpicos de 1992 fueron el detonante de cambios en profundidad que abrieron las puertas a la modernización de nuestro tejido económico, a la construcción de nuevas infraestructuras y, al mismo tiempo, al impulso de la cohesión social y territorial de Barcelona.
Fueron unos Juegos donde todos trabajamos con ilusión, uniendo fuerzas desde las diferentes administraciones (desde el Ayuntamiento, la Generalitat y el Gobierno central), estableciendo las bases de una colaboración público-privada que es hoy de referencia para otras ciudades organizadoras de Juegos Olímpicos.… Seguir leyendo »