Cabras contra el cambio climático

Cabras contra el cambio climático

Este año, el ciclón Idai asoló Mozambique. Sus potentes vientos e intensas lluvias produjeron inundaciones masivas, cientos de muertes y una destrucción a gran escala de cultivos y propiedades. Se estima que unas 140 000 fueron desplazadas y, seis meses más tarde, cerca de un millón de personas, incluidos 160 000 niños menores de cinco años, todavía padecen de insuficiencia alimentaria y crisis nutricionales.

Idai no fue el primer ciclón en afectar radicalmente las vidas de los campesinos en el sur de África, ni tampoco será el último. A medida que prosiga el cambio climático, estas tormentas se volverán más frecuentes e intensas, así como las sequías, con las que los campesinos mozambiqueños ya tienen que enfrentarse. Sin embargo, existe una manera sencilla de elevar la resistencia climática de los campesinos en regiones vulnerables: la inversión en mercados de cabras.

Las cabras son un ganado que precisa de un mantenimiento relativamente bajo. No exigen una gran inversión inicial de equipos ni lugares donde estar. Y son resistentes: tienen una probabilidad mucho mayor de sobrevivir a una sequía prolongada que, digamos, los cereales. Incluso se comen las cosechas fallidas.

Como otras formas de propiedad, un rebaño de cabras puede funcionar como una especie de cuenta de ahorros para los campesinos, que pueden adquirir más animales cuando les sobra dinero, y vender otros en tiempos difíciles. Esto es muy cierto en Mozambique, donde la demanda de carne caprina está en auge, los precios están al alza y los grandes mataderos buscan activamente comprar cabras a pequeños campesinos.

Sin embargo, los campesinos del país tienen dificultades para aprovechar esta oportunidad, debido a factores como las malas condiciones del mercado y los altos niveles de robos. Estos son los problemas que estamos intentando solucionar con mis colegas del Instituto Internacional de Estudios Agrícolas para las Regiones Tropicales Semiáridas, en conjunto con el Instituto de Estudios Agrícolas de Mozambique y el Centro de Estudios del Desarrollo de la Universidad de Recursos Naturales y Ciencias de la Vida de Viena.

Hemos desarrollado una iniciativa para relacionar a campesinos del distrito mozambiqueño de Marara, que sufre frecuentes sequías, con servicios de extensión agrícola y gobiernos locales, mataderos y proveedores de bienes para el cultivo de la tierra. Esta “plataforma para la innovación”, que hoy incluye a 60 campesinos en seis pueblos, ha hecho posible el desarrollo de soluciones colaborativas adaptadas a las condiciones locales. Se orienta a mejorar los mercados caprinos al proveer orientación e incentivos para inversiones y servicios de extensión agrícola.

Considérese el robo de ganado. En el distrito de Marara, los campesinos eran reluctantes a invertir en más animales, debido a que desconocidos robaban cabras dispersas. Gracias a la plataforma mencionada, los pobladores, el gobierno local y la policía colaboraron para implementar una estrategia para impedir los robos, centrada en erigir bloques de camino en ubicaciones estratégicas.

Además, la plataforma ha facilitado la creación de un mercado caprino más estructurado que responda mejor a las necesidades de los campesinos. Tradicionalmente, las cabras en Mozambique central se han comerciado en un mercado único. Pero, para alcanzarlo, a menudo los campesinos deben viajar una importante distancia con sus cabras, que van perdiendo peso. Puesto que una cabra delgada tiene mucho menos valor para el matadero, el campesino recibe menos dinero por ella. Para evitar el viaje, puede que los campesinos se vean obligados a recurrir a intermediarios inescrupulosos.

Desde la introducción de la plataforma, los mataderos y los campesinos ha comenzado a determinar puntos de venta nuevos y más pequeños, cercanos tanto a compradores como a vendedores. Hasta ahora, nuestros datos sugieren que los campesinos que participan en la plataforma han podido suplir la demanda del mercado, ganando más dinero por sus cabras. De hecho, algunos tienen planes de ampliar su producción y están colaborando con mataderos para establecer un sistema de precios basados en la calidad.

La creación de un mercado caprino estructurado y que funcione bien ayuda a generar un círculo virtuoso. Si los campesinos confían en que sus cabras no serán robadas y que podrán venderlas a un precio decente, estarán más dispuestos a invertir en mejorar su sistema de producción.

En esto la plataforma para la innovación también está ayudando. Para comenzar, hemos capacitado a los campesinos a la mejora de sus suelos mediante la expansión de los cultivos de legumbres, cuyos residuos se pueden usar para alimentar a las cabras. Reconociendo los beneficios de estas prácticas, los campesinos comenzaron de inmediato a elevar la densidad de sus cultivos, aplicando estiércol y rotando cultivos, con lo que se elevaron los rendimientos de las cosechas y se produjo más alimento para cabras más saludables. También hemos ensayado análisis de suelo para que los campesinos puedan detectar problemas del estado de la tierra y den con sus propias soluciones, por ejemplo, plantar más legumbres o añadir estiércol y compost.

En términos más amplios, la plataforma ha iniciado un proceso en que los campesinos se apoyan entre sí para desarrollar un mercado más sólido. Por ejemplo, los campesinos caprinos más exitosos del distrito de Marara están aconsejando a sus contrapartes más pobres sobre cómo empezar.

Con el apoyo de entidades de gobierno y organizaciones para el desarrollo, los mercados caprinos podrían seguir creciendo, elevando los ingresos y la capacidad de resistencia de los campesinos del distrito de Marara y alrededores. Un apoyo así podría incluir inversiones en servicios de extensión técnica para campesinos con ganado, en particular mujeres y aquellos más desposeídos, la mediación de negociaciones de precios entre compradores y vendedores, y el establecimiento de servicios meteorológicos fiables.

Para seguir progresando, es vital mantener viva la red de innovación. A medida que prosigue el cambio climático, los retos para los pequeños campesinos no harán más que aumentar. Su mejor opción de sortearlas es colaborando entre sí.

Sabine Homann-Kee Tui is a senior social scientist with the International Crops Research Institute for the Semi-Arid Tropics (ICRISAT). Traducido del inglés por David Meléndez Tormen.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *