«Cataluña vista desde fuera», una obra necesaria y oportuna

José Antonio de Yturriaga, embajador de España, especialista mundialmente reconocido en una de las ramas más complejas del Derecho internacional como es la del Derecho del Mar y hombre de vocaciones multifacéticas, acaba de publicar su libro «Cataluña vista desde fuera», guía imprescindible para quienes traten de encontrar algún sentido al llamado «problema catalán» que hoy envenena la vida de la Nación. Se trata de un volumen de más de seiscientas páginas que, sin embargo, se lee con la facilidad que proporcionan la solvencia intelectual de su autor y unos índices temáticos y onomásticos de gran utilidad. Tras una breve introducción histórica, un capítulo analiza los rasgos básicos del Principado para continuar con una exposición de conceptos técnico-jurídicos con especial atención a los de nación, autonomía, federalismo, «derecho a decidir» y autodeterminación. Luego repasa los principales acontecimientos acaecidos durante los diferentes gobiernos desde 1978 y concluye con algunas consideraciones sobre europeísmo, diálogo y reforma de la Constitución. El libro incluye abundantísima bibliografía, aunque, a mi juicio, su principal virtud radica en la solvencia con que desmonta pacientemente tanto los fantasiosos mitos históricos como los jurídico-políticos de los que ha venido nutriéndose el catalanismo secesionista.

Kelsen advirtió que los golpes de Estado constituyen la sustitución de normas e instituciones jurídico-constitucionales democráticas previamente adoptadas, por otras que se forman sin seguir las vías legalmente previstas para ello, lo que no deja dudas sobre la calificación de los hechos recientemente juzgados en nuestro Tribunal Supremo. Al respecto, mi compañero Yturriaga concluye que, «aunque el problema es muy difícil de resolver por el grado de insumisión al que han llegado los separatistas catalanes, la solución pasa por el restablecimiento de la ley y el respeto a las sentencias de los tribunales, mantener el régimen de las autonomías que no le ha ido nada mal a Cataluña y realizar las reformas de la Constitución que sean necesarias para mejorarlo y que resulten viables por recibir un amplio acuerdo, respetando el principio de igualdad de todos los españoles y los intereses generales del Estado». Y es que, hoy en día, no es la genética la que predetermina a las sociedades libres y democráticas, sino su voluntad de coexistir racionalmente, en igualdad de derechos y obligaciones preservando un legado secular de indisoluble unidad en la que se fundamenta la Constitución, patrimonio que ninguna generación está legitimada a dilapidar.

Si yo fuera un diplomático extranjero acreditado en Madrid, adquiriría en el acto el libro y lo leería con atención para estar entonces verdaderamente capacitado para informar a mi gobierno, con conocimiento cabal de causa, de los entresijos y trampantojos del desafío soberanista catalán y si en realidad puede existir alguna solución a todo este embrollo en el que nos ha situado esa lamentable aventura. El embajador Yturriaga también se lo pregunta varias veces a lo largo de su obra para concluir, especialmente en la parte final, como señala la doctora Freixes «para que tal cosa suceda, son necesarias dos premisas: en primer lugar, el restablecimiento, en toda su extensión, del orden constitucional democrático en Cataluña y, en segundo término, el reconocimiento de la pluralidad interna de Cataluña, con la incorporación del constitucionalismo al debate sobre las modalidades de reconducción del problema».

El libro ha de ser, sin duda, de gran utilidad para nuestros diplomáticos, tanto en el interior como muy especialmente en el extranjero, donde se juega una parte sustancial de este desafío separatista no especialmente bien atendida hasta la fecha por nuestras autoridades políticas. Sin embargo, al parecer el Ministerio de Asuntos Exteriores no ha considerado oportuno difundirlo por razones que desconozco pero que mucho me temo tengan que ver con esa forma letal de censura contemporánea que se denomina «corrección política» y es lacra creciente de nuestra sociedad, con la agravante de invadir el ámbito académico, pues se trata sin lugar a dudas de una obra eminentemente académica en la que los juicios políticos del autor apenas constituyen el uno por mil del monumental texto y, sin embargo, parecen haber sido objeto de un anatema tan lesivo para nuestros intereses como despreciable por lo que de sectarismo excluyente y empobrecedor tiene.

Semejante decisión no alcanzará los fines que se propone por cuanto sus perpetradores no han tenido en cuenta las posibilidades de distribución que ofrecen las nuevas tecnologías, de manera que todos nuestros diplomáticos en el exterior recibirán la obra de Yturriaga ad maiorem Hispaniae gloriam.

Melitón Cardona, ministro plenipotenciario y exembajador de España en Dinamarca.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *