Democracia (Continuación)

A 30 años de distancia empezamos a ver claro lo que el 15 de junio de 1977 puede significar en la historia de España. En tal día se celebraron las primeras elecciones democráticas de la Transición. La mayoría de los españoles nunca habíamos experimentado lo que era depositar libremente la papeleta en una urna con el fin de nombrar a quienes debían representarnos. A esa mayoría -pues por edad eran pocos los participantes en comicios democráticos antiguos- los adversarios no se presentaron por vez primera como «enemigos». Eran simples opciones entre personas distintas y programas diversos.

Fue positivo el efecto del 15-J para la convivencia en libertad.…  Seguir leyendo »

El arbitrismo tiene una larga tradición en el pensamiento español, por lo menos desde la época de los Austrias. Ya entonces surgió una pléyade de personas que, ante el desastroso estado de la sociedad y la economía patrias, proponían a la corte remedios sencillos, rápidos e infalibles. En esto consiste el arbitrismo: en propugnar recetas simples y sencillas para problemas complejos. Y de ahí también proviene su atractivo, pues no hay nada más sugerente para el intelecto humano que dar con una solución mágica de los problemas.

Uno de los que podríamos llamar 'tópicos arbitristas recurrentes' en la sociedad española actual es el electoral.…  Seguir leyendo »

En estos años asistimos a importantes cambios en los modos de relación en el mundo básicamente por dos elementos: la globalización y las tecnologías de la información y de la comunicación (TIC) han determinado cambios decisivos en las empresas, administraciones públicas y hogares.

La actual situación internacional ha de tender a la generalización del gobierno electrónico para que la ciudadanía pueda participar en procesos de toma de decisiones, favoreciendo la cohesión social, como señala la declaración del milenio de la ONU.  España debe esforzarse para dejar de perder posiciones en el contexto internacional y ocupar el papel de relevancia que ya alcanza en otros asuntos públicos.…  Seguir leyendo »

Está a punto de acabar una campaña electoral larga y tediosa en la que se han vuelto a comprobar las ineficiencias de un sistema de propaganda trasnochado, costoso y que no consigue alcanzar sus dos objetivos fundamentales: informar con rigor y claridad a los votantes sobre las alternativas que ofrecen los diferentes candidatos e incentivar la participación de los ciudadanos en los procesos electorales.

La falta de originalidad ha sido la tendencia dominante en el campo de la publicidad exterior y de los anuncios en la prensa y la radio. Diseños muy conservadores y poco funcionales y eslóganes en tonos grises y previsibles -que podrían intercambiarse entre partidos con ideologías aparentemente opuestas- han sido la base de un catálogo muy limitado de recursos.…  Seguir leyendo »

Para juzgar la calidad de una democracia se impone examinar sus componentes más significativos y uno de ellos es, sin duda, la elección de los alcaldes. Pocos discuten que el sistema democrático español anda herido y dando tumbos, porque los partidos políticos lo degradan día a día con su afición a meterse donde les llaman y donde no; el problema radica en encontrar los correctivos y aparejar los remedios adecuados. Por eso pienso que conocer algunas experiencias extranjeras puede venir bien, quizás hasta aprendemos de ellas y algo aprovechará al cuerpo social.

En Alemania se está imponiendo, desde la última década del siglo XX, la elección directa de los alcaldes.…  Seguir leyendo »

Democracia constitucional significa mucho más que ganar las elecciones por mayoría precaria y gestionar apoyos coyunturales a base de concesiones. La palabra clave es confianza. De acuerdo con Locke, el gobierno legítimo actúa como un «trust» de los ciudadanos. La confianza se traduce en seguridad jurídica: reglas del juego limpias y transparentes; saber a qué atenerse; en definitiva, Estado de Derecho. Espacios objetivos y árbitros imparciales. Por tanto, instituciones y no meras ocurrencias. El poder ejecutivo tiene el deber inexcusable de respetar ese ámbito ajeno a sus competencias. Poder judicial, Ministerio Fiscal, Administraciones independientes, televisión pública, órganos consultivos, organismos reguladores, entidades y agencias que sirven al interés general desde una perspectiva suprapartidista...:…  Seguir leyendo »

Hay un sector de la izquierda obstinado -sea por convicción, por sugestión o por mera estrategia- en disociar los conceptos derecha y democracia. Una disociación que no sólo resulta equivocada, sino que acaba por distorsionar el lenguaje y dotar de un carácter diferencial a nuestra cultura política, pues le permite a la izquierda disfrutar de una injustificada superioridad moral sobre la derecha sin necesidad de argumentar la razón que la fundamenta. Le vale con simplificar el pasado y verter en el saco sin fondo de las utopías las palabras más bellas.

Según este recurso dialéctico, que ha calado con notable éxito -dado que hasta la propia derecha ha quedado atrapada en ese subterfugio argumental, presa de sus propios complejos históricos-, la derecha española está tradicionalmente vinculada al autoritarismo, a los pronunciamientos militares, al franquismo y a la más rancia concepción de la política y la sociedad.…  Seguir leyendo »

La democracia interna de los partidos, o mejor dicho su ausencia, es uno de los temas clásicos de la ciencia política. Autores como Robert Michels o Max Weber han analizado las consecuencias que el tipo de organización de los partidos tiene para el funcionamiento de la democracia. No obstante, el análisis de las formas de democracia interna y sus efectos trasciende el ámbito del debate puramente académico. Se trata de una cuestión política relevante: dado que los partidos son la organización a través de la cual se representan los intereses de los ciudadanos, las transformaciones de su modelo organizativo tienen consecuencias importantes sobre cómo se ejerce la representación política.…  Seguir leyendo »

En las democracias modernas el control de los políticos por los ciudadanos se realiza en las elecciones. En cada elección los ciudadanos deciden si castigar o premiar al gobierno e turno. Por ello, los gobiernos, anticipando la sanción de los ciudadanos, procurarán, al menos en teoría, realizar políticas conformes a los intereses de estos. En la práctica, las elecciones son, en el mejor de los casos, un mecanismo imperfecto de control de los políticos. Para que funcionen correctamente es necesario que los ciudadanos tengan información política suficiente y que sepan si los gobernantes cumplen sus promesas o, por ejemplo, si la situación del país es atribuible a sus políticas o a factores ajenos a ellas.…  Seguir leyendo »

Sin que, en lo que se me alcanza, nadie haya dado señal de salida, es posible observar que, en esta misma página, han comenzado a aparecer sustanciosos artículos con un denominador común: la discrepancia con el actual discurrir de nuestra democracia. El último de ellos, obra de la buena cabeza de Juan Pablo Fusi, aunque despistaba un tanto en su enunciado («La democracia en crisis») haciendo temblar al lector por la posibilidad de que se tratara de toda una sustitución del régimen democrático, al parecer intocable en nuestra era, luego, en la detenida lectura, lo que parece claro es que se trata de la denuncia de nuestra democracia.…  Seguir leyendo »

El pasado 28 de marzo, el Tribunal Constitucional falló una sentencia objetivamente relevante, que supone una advertencia frente al uso abusivo del decreto ley, es decir, la legislación de urgencia del Gobierno. Una práctica gubernamental que ha abundado sin distinción de signo político desde la entrada en vigor de la Constitución. El Tribunal argumenta que el Decreto Ley 5/2002, de 24 de mayo, de medidas urgentes para la reforma del sistema de protección por desempleo y mejora de la ocupabilidad, aprobado por el entonces Ejecutivo del PP no respondió a una situación de extraordinaria y urgente necesidad. Entre otras modificaciones, suprimía los llamados salarios de tramitación en los procedimientos de despido: esto es, los ingresos correspondientes al periodo empleado por la autoridad judicial en decidir si el despido es o no procedente.…  Seguir leyendo »

El nuevo ministro de Justicia afirmaba recientemente que el Consejo General del Poder Judicial en funciones, aun siendo legal, carece de legitimidad. Son éstas palabras sonoras que, evidentemente, no pretendían hacer una seria elucubración sobre la legitimidad del poder, sino que respondían solamente a la lógica de la trifulca que ahora caracteriza a nuestra vida política.

El caso es que el ministro Bermejo sacó al ruedo un tema -si no el tema- capital en la ciencia política: el de la legitimidad del poder. Intuyo que, mientras el Consejo no se renueve, el toro seguirá en el ruedo; así que conviene darle algún muletazo aunque no sea en una plaza de primera.…  Seguir leyendo »

La democracia, a pesar de ser objeto de estudio de numerosos intelectuales, no deja de ser un concepto tan complejo como difícil de delimitar en su percepción. No hay más que ver los estudios de opinión, cuando se les pregunta a los ciudadanos, qué entienden por democracia. No obstante, parece que podamos encontrar cierto consenso, al considerarla como un instrumento muy válido para la legitimación del poder. Legitimidad y poder se dan la mano, además, cuando se prevé que ambas convivan en un marco donde se salvaguarden los principios de igualdad, libertad y solidaridad.

Las transformaciones que, a lo largo de la historia, se han ido produciendo en el Estado han puesto de manifiesto que los fundamentos de éste están en la forma en que se impulsa la consecución de estos principios.…  Seguir leyendo »

Resulta interesante considerar la importancia de las manifestaciones populares en esta época de la televización de lo público. Los poderes imperantes en la sociedad disponen a su favor de los medios de comunicación y, de forma especial (por su eficacia), de la televisión. Pero a los ciudadanos de a pie les queda el remedio de ocupar las calles y plazas de las ciudades con banderolas y lanzando gritos de reclamaciones. Es el espectáculo de los últimos días.

Atravesamos la frontera entre dos maneras de configurarse la democracia. De la vieja a la nueva. La democracia vieja, que, para entendernos, es la anterior a 1960 en varias partes del mundo, ha cosechado excelentes frutos.…  Seguir leyendo »

Los temas polémicos acostumbran a provocar irritación y malentendidos. Es casi normal que un artículo que plantea un debate enfade a algún lector, sea objeto de lecturas interlineales y dé lugar a juicios de intenciones. Hace poco, un artículo mío en estas páginas (¿Demasiada democracia? 20-11-2006) acerca de los peligros que pueden acarrear los excesos de la democracia provocó la protesta de uno, porque no se citaba a Franco donde le parecía oportuno, y de otro, porque veía en él una defensa del autoritarismo. Algunos me han dicho de palabra que cómo un viejo demócrata como yo escribía ahora "contra la democracia".…  Seguir leyendo »

Desde que, recién aprobada nuestra actual Constitución comencé a darle vueltas al tema de la participación política, vengo quejándome de la indudable hegemonía de los partidos políticos, tanto en la redacción constitucional cuanto en la práctica política, en claro deterioro de otras formas participativas. Sobre todo de la participación directa, por lo demás explícitamente amparada en el Art. 23 de nuestra Ley de Leyes. Por supuesto, mis quejas no han tenido el menor resultado a la hora de tomar decisiones. Pero siempre teniendo en cuenta el sabio consejo de Antístenes («Con la política hay que comportarse como con el fuego: no alejarse tanto que uno se hiele y no acercarse tanto que uno se queme»), procuro no caer en el desánimo, ni distanciarme en demasía de algo que, por lo demás, afecta muy directamente a la misma estabilidad de nuestro sistema político.…  Seguir leyendo »

En los años finales del siglo XX y principios del XXI, se discutió en España sobre los calificativos que correspondían a nuestra democracia. Se estaba elaborando entonces la Ley de Partidos Políticos y un sector de los intervinientes en el asunto consideró que todas las ideologías tenían que admitirse y ampararse, sin la exclusión de ninguna por muy radical que pareciese. La democracia española -se sostuvo- no es una «democracia militante», sino que los poderes públicos han de permanecer abiertos y neutrales en el debate entre los ciudadanos y los grupos en que ellos se integren.

La opinión pública conoció así la existencia de democracias militantes en determinados países de Europa.…  Seguir leyendo »

Para algunos, la democracia se ha vuelto rutinaria, incluso aburrida, y su supuesta crisis tendría varios indicadores: la corrupción, la baja calidad de sus élites políticas, la poca diferencia de programas entre partidos políticos, y en general el escepticismo social ante la política. Cierto, la palabra política ha perdido tantos enteros que en ocasiones se usa de modo peyorativo, insultante, como sinónimo de intereses y motivaciones poco claros. "Esto es una maniobra política", dice tal personaje, imputado por supuestos delitos económicos.

En cambio, la palabra democracia conserva su prestigio intacto, cuesta imaginarla como término agresivo o insultante. De un modo u otro, todo este proceso viene acompañado de otro más difuso, y es el de la falta de grandes debates de ideas, temas sociales de fondo en el que entren en juego hipótesis de futuro que compitan entre sí.…  Seguir leyendo »

España, al igual que otras naciones europeas, ha generado a lo largo de la Historia diversas y diferentes imágenes, vinculadas a estereotipos reales y ficticios, que han contribuido a que su historia sea la que es y en cuya trayectoria histórica siempre han predominado el enfrentamiento, el retraso democrático y la abulia ciudadana. Pues bien, en la experiencia democrática de los últimos años, y tras numerosas y sucesivas elecciones, ha irrumpido en la escena política catalana y española una alternativa ciudadana cuya génesis es la sociedad civil y a la que mucho se está criticando, aludiendo al supuesto origen de sus miembros, comparándola con experiencias coyunturales como Unidad Alavesa, identificándola con propuestas populistas y demagógicas, vinculándolos a la derecha o a la izquierda, criticando que no sean de derechas ni de izquierdas, etcétera, y, en definitiva, demostrando la incredulidad y el miedo que la 'insolencia' de iniciativas de la sociedad civil como la presente generan en los anquilosados, obsoletos y depredadores partidos políticos que encarnan nuestra democracia y que tienden a mirarse a sí mismos como única expresión de la realidad.…  Seguir leyendo »

La nueva izquierda europea está sucediendo aquí y ahora, aunque algunos, por tales o cuales razones, se empeñen en no verlo. Cosmopolita, posible, ciudadana, muchos son los calificativos de una izquierda que es real y que gobierna. Una izquierda que ofrece a los ciudadanos hechos concretos -autonomía personal, igualdad, nuevos derechos civiles, empleo de calidad, tecnología e I+D+i, mejores instituciones, protección medioambiental...-. Es decir, calidad de vida, según pautas socialdemócratas y bajo los principios de libertad e igualdad.

La izquierda que gobierna en España y la que podría gobernar a partir del año próximo en Francia es una izquierda con principios y valores progresistas y plenamente adaptada a la realidad sobre la que tiene que operar, la del siglo XXI.…  Seguir leyendo »