Monarquía (Continuación)

Juan Carlos I es el único mandatario que ha asistido a todas las cumbres iberoamericanas de jefes de Estado y de Gobierno desde que, por primera vez en la historia, en 1991, se reunieron los máximos representantes de la Comunidad Iberoamericana de Naciones en la ciudad mexicana de Guadalajara. Detrás de esta constatación objetiva se hallan sustanciales razones de fondo.

El fin de la Guerra Fría facilitó el acceso a sistemas democráticos de muchas sociedades iberoamericanas que luchaban por superar regímenes dictatoriales o autoritarios. Los inconvenientes estructurales que habían venido impidiendo tradicionalmente la articulación coherente, democrática, solidaria e igualitaria de un espacio iberoamericano desaparecieron, en términos históricos, de manera prácticamente coetánea.…  Seguir leyendo »

El historiador Simon Schama escribe --en Auge y caída del Imperio Británico-- que "a finales de los noventa, otro marcador indispensable de la identidad británica, la monarquía, pareció que comenzaba a tambalearse (...). El año 1992, calificado con voz ronca por la reina de annus horribilis, no solo vio la separación de Carlos y Diana, sino también un pavoroso incendio en noviembre en el castillo de Windsor. (...) Pero el momento más difícil estaba todavía por venir. A la muerte de la princesa Diana (...), la familia real fue objeto de duras críticas por haber seguido rígidamente el protocolo (...). La crisis fue superada gracias a un discurso pronunciado por la soberana que sorprendió por su falta de formalismos y por expresar con sinceridad y claridad el dolor personal que sentía.…  Seguir leyendo »

En medio de la polémica desatada parece oportuno hacer algunas puntualizaciones. La Monarquía no es un régimen político como algunos exaltados pretenden ahora decir, sino una forma para la ordenación del Estado que pertenece exclusivamente a la cultura europea. Algunas veces, por asimilación, consideramos reyes a los que forman cabeza en otras culturas pero de ninguna manera se trata de monarcas. Nunca se transplantó esta forma a otros países, si exceptuamos los dos ejemplos subsistentes en el Dominium británico. Consiste esencialmente en una separación entre las funciones representativas y arbitrales que se colocan en la cúspide del Estado y el ejercicio práctico de las funciones administrativas y de gobierno que se ejercen de acuerdo con el derecho consuetudinario de cada territorio incluido en la Corona.…  Seguir leyendo »

El mío es un catálogo de lealtades más bien estrecho: además de a los hijos y a la memoria de la madre muerta incluye a "nostro senyor lo rey" y a la Generalitat de Cataluña. Poco más. Hoy y a contrapelo, a lo que se ve, defenderé a mi señor, con razones que ustedes entenderán, por más que crean discrepar de ellas.

Aunque en el fondo no lo hacen tanto, pues la primera mitad de mi catálogo coincide más que probablemente con el suyo. La sangre es más densa que el agua y ustedes, como yo, priman el interés de su familia sobre casi todas las demás personas y la mayor parte de las cosas.…  Seguir leyendo »

La política española empieza a caer en un vicio que hasta hace poco parecía reservado a la política catalana: inventarse falsos problemas. El riesgo de este vicio es que estos problemas ficticios acaben convirtiéndose en verdaderos. Situados en esta peligrosa senda, ahora el turno le ha tocado a la monarquía. Ciertamente, pocos temas ofrecen tantas posibilidades para la demagogia fácil: quizás este es el motivo de haberlo escogido como espacio de debate. Intentaremos, en este artículo, aportar algunos gramos de razón.

¿Por qué es un problema ficticio? Porque, según muestran las encuestas, desde los comienzos de la democracia tanto el Rey como la monarquía apenas son cuestionados por los españoles; es más, la Corona siempre ha sido la institución política más valorada en todos los sondeos.…  Seguir leyendo »

Una sociedad consciente de la superioridad de los valores de la palabra y la templanza sobre cualquier otra forma de expresión política no debe temer las reivindicaciones airadas que discurren por cauces desordenados. La utilización del derecho penal para responder al ejercicio de la disidencia debe ser ponderada para no confrontarse con la libertad de expresión. En todo caso, cuando sea necesaria una dosis de derecho penal se debe ajustar al principio de proporcionalidad y evitar, por lo general, las penas de prisión. La sanción pecuniaria es más adecuada para castigar algaradas y alteraciones del orden social. Evita la cárcel a los desaforados e incluso a los que expresan su discrepancia por métodos tan primitivos como la quema de símbolos de personas e instituciones.…  Seguir leyendo »

Quizá convenga aclarar de entrada que estos párrafos distan mucho de los comentarios que pueden originar los recientes actos contra la actual Monarquía habidos en distintos lugares de Cataluña. Supongo, desde la distancia, que han debido ser minoritarios y no tener mucha importancia. Y que, por ello, gobiernos (en plural) y fuerzas políticas han optado por mirar hacia otro lado o a traer a colación esos tan «bondadosos» derechos constitucionales que no parecen tener límite alguno. Es el actual presidente de la vecina Francia el que debe ser «un fascista encubierto» cuando se atreve a hacer lo que está haciendo. A fin de cuentas, las fotos sometidas a quema son las de una persona que ostenta el título de Rey de España, tiene la obligación de velar por la unidad del Estado (Art.…  Seguir leyendo »

Para conocer la naturaleza de la arremetida contra el Rey y la Corona basta con identificar a quienes la encabezan: extremistas fanáticos y separatistas. De lo que se deduce que los ataques al Rey y a la Institución que encarna lo son, en realidad, a la propia Constitución y al Estado y, en definitiva, a España, cuya unidad y permanencia representan y simbolizan Don Juan Carlos y, en el futuro, el Príncipe de Asturias. De tal modo que estar del lado del Jefe del Estado, defenderle de las injustas invectivas con las que tratan de acosarle sus enemigos, es situarse a favor de la democracia parlamentaria sancionada por la Carta Magna de 1978.…  Seguir leyendo »

La invocación del fuego es una constante en la historia del hombre. Los griegos lo consideraban uno de los elementos esenciales conformadores de la vida (Empédocles de Agrigento), cuando no su principio por excelencia (Heráclito de Éfeso), incluidas además admoniciones sobre su uso: «No revuelvas el fuego -decía Pitágoras- con un cuchillo». Y asimismo el fuego forma parte de alguno de nuestros más hermosos villancicos -«Porque no está quien espera lejos de vivir muriendo; y el fuego en que estoy ardiendo siempre en mí será mayor» (del poeta Pedro Laynez allá en el siglo XVI), cuando no de las páginas épicas de nuestra Historia: «Esto no es nada.…  Seguir leyendo »

En estos días, estamos observando con sorpresa en Catalunya cómo proliferan imágenes de personas quemando la fotografía del Rey. Y aún con más perplejidad se observa un confuso debate jurídico que envuelve la polémica: pretender encarcelar a alguien por quemar una fotografía es, por puro sentido común, claramente desproporcionado, e incluso, una suerte de provocación. Ahora bien, también quiero dejar claro que he echado en falta en esta polémica una voz alta y potente que advirtiera que quemar imágenes, al igual que quemar libros, símbolos o, por descontado, personas, es un claro acto de violencia. Ser contrario al régimen de monarquía parlamentaria es perfectamente legítimo.…  Seguir leyendo »

En el artículo publicado en este periódico el día 5 de este mes con el título La Corona y la libertad de expresión, mi buen amigo el profesor Joan Queralt ha tenido la gentileza de comentar uno mío publicado el mes pasado en estas mismas páginas. Dice el profesor Queralt que le causa cierta desazón disentir de mi criterio en un tema sobradamente conocido: el de la calificación jurídica que merece la portada de una revista que ya no precisa ser citada. A mí también -y seguramente con mayor razón- me inquieta no coincidir con él. Pero el afecto y respeto intelectual que le profeso me impulsan a volver sobre el tema, aunque no desde la perspectiva de la libertad de expresión, sino desde la elegida por el profesor Queralt, que es la naturaleza y el sujeto pasivo del delito de injuria.…  Seguir leyendo »

EL Boletín Oficial del Estado publicaba el 27 de agosto el Real Decreto 1106/2007, de 24 de agosto, por el que se nombra Interventor de la Casa de S. M. el Rey a don Óscar Moreno Gil. Una designación realizada al amparo de los artículos 65.2 de la Constitución y 9.3, 10.1 y 14 del Real Decreto 434/1988, de 6 de mayo. Una nominación que ha sido, dada la pertinencia del momento y el acierto en la persona escogida, bien recibida entre la clase política y los medios de comunicación. Menos afortunadas han sido en cambio algunas consideraciones sobre la naturaleza y el control de las cantidades recibidas por el Jefe del Estado para el sostenimiento de su Casa y la Familia Real.…  Seguir leyendo »

Disentir de la opinión, siempre ponderada, de un amigo y un maestro como es José Jiménez Villarejo, me produce cierta desazón, pues sus argumentos me suelen convencer. En efecto, Jiménez Villarejo, en su tribuna en este periódico del pasado 17 de agosto, consideraba que la caricatura de los herederos de la Corona aparecida en El Jueves de 20 de julio es delictiva. Por contra, quien suscribe, no. Expongo mis razones.

En primer término, aparece una objeción de fondo al planteamiento del magistrado Villarejo, que, por otra parte, no es infrecuente. Se afirma, con razón, que la libertad de expresión no es un derecho ilimitado y que, en ocasiones, ha de ceder ante el derecho al honor.…  Seguir leyendo »

Desde que el fiscal y un juez de Instrucción de la Audiencia Nacional adoptaron determinadas decisiones a raíz de la publicación en una revista de un dibujo y un comentario alusivos de forma denigrante a los Príncipes de Asturias, no han sido demasiados numerosos los análisis de los hechos desde una perspectiva estrictamente jurídica. Una perspectiva que no es por cierto inútil y que, por lo pronto, permite a un viejo jurista entrar en el debate diciendo que la actuación del fiscal y del juez ha consistido simplemente en la aplicación de las leyes haciendo de ellas una interpretación absolutamente razonable.…  Seguir leyendo »

El titular del Juzgado Central de Instrucción número 6, Juan del Olmo, acaba de acordar la prosecución del procedimiento penal que se dirige contra Manuel Fontdevila y Guillermo Torres, autores del texto y del dibujo de una viñeta aparecida en la portada del número 1.573 de la revista El jueves, que anteriormente había sido ya secuestrado por orden del mismo juez. Previamente, el Ministerio Fiscal (MF) había interpuesto una denuncia contra esos dos periodistas por estimar que la viñeta constituía un delito de injurias al Príncipe heredero -art. 491 del Código Penal (CP)-. En la viñeta se caricaturiza a los Príncipes de Asturias manteniendo una relación sexual, al tiempo que Felipe de Borbón expresa que, de esa manera, podría obtener los 2.500 euros con los que el Gobierno ha acordado subvencionar a todas las parejas por cada nacimiento, y que, si Letizia quedara embarazada, ello sería, según el Príncipe, «lo más parecido a trabajar que [he] hecho en mi vida».…  Seguir leyendo »

El semanario satírico español El Jueves publicó la semana pasada en su carátula una viñeta de los príncipes de Asturias desnudos y haciendo el amor, a la vez que él comentaba con vulgaridad la posibilidad de que ella quedara embarazada y el niño o niña resultante les permitiera recibir la subvención de 2.500 euros con que el presidente Rodríguez Zapatero se propone premiar a las parejas que procreen a fin de elevar la demografía (decreciente, como en todos los países desarrollados) de España. El fiscal general de la nación encontró que esta portada incurría en injuria y denigración de la familia real, que es constitucionalmente intangible; pasó denuncia y un juez decretó el secuestro de la revista y decidió abrir una instrucción penal contra los autores de la caricatura.…  Seguir leyendo »

El argumento más banal para criticar el secuestro judicial de la revista El Jueves -por una portada presuntamente injuriosa para los Príncipes de Asturias- es ese según el cual la medida es «inútil» y «contraproducente» porque su aplicación multiplica la notoriedad de la indecencia perpetrada. Según esta tesis -ampliamente utilizada por la inmensa mayoría de los medios críticos con la decisión de la fiscalía y del juez- la ley habría de aplicarse con criterios de oportunidad y, en función de ellos, la justicia no debería haber intervenido. Es decir, que lo que se propugna es la impunidad porque la sanción -en este caso una medida cautelar- conllevaría efectos colaterales indeseables.…  Seguir leyendo »

Es característico de la política frívola desatender el pasado inmediato, ignorarlo, para crear la virtualidad de una felicidad social recuperada y sólida. Tal hace el Gobierno de Rodríguez Zapatero al esquivar, no sólo el enfrentamiento a los problemas más trágicos que surgen en el devenir colectivo, sino también las efemérides que nos explican como sociedad democrática. Escribió Ortega en La rebelión de las masas que «el pasado es por esencia revenant. Si se le echa, vuelve, vuelve irremediablemente. Por eso, su única auténtica separación es no echarlo. Contar con él. Comportarse en vista de él para sortearlo, para evitarlo. En suma, vivir a la altura de los tiempos con hiperestésica conciencia de la coyuntura histórica».…  Seguir leyendo »

DE un tiempo a esta parte proliferan las colaboraciones sobre la Monarquía en las páginas de este periódico. Recuerden el excelente artículo de su director, José Antonio Zarzalejos, Monarquía y Sucesión, en el que se analizaba la futura reforma constitucional, que eliminará la discriminación por razón de sexo en la sucesión a la Jefatura del Estado. Las agudas reflexiones de Manuel Jiménez de Parga, en Presencia del Rey en la política española, acerca de la intervención del Monarca en la vida nacional, «una presencia que no podía ser tan neutra que supusiera que no se pronunciara nunca, o que nunca se supiera que se pronuncia para moderar la que necesita ser moderado».…  Seguir leyendo »

He podido leer en esta misma página, en fechas recientes, dos buenos artículos sobre nuestra actual Monarquía. El primero de ellos, del Director de este diario, analizando con rigor los pasos que habría que dar en una inevitable reforma de la vigente Constitución para llevar a cabo el pregonado anuncio de la equiparación entre hombre y mujer en el orden sucesorio a la Corona. En el segundo, ese buen Rector y mejor constitucionalista, Pedro González Trevijano, daba sagaces vueltas al tema de la legitimidad monárquica en nuestros días. Sin el menor ápice de discrepancia con ninguno de los dos, debo confesar lo que sigue.…  Seguir leyendo »