Social (Continuación)

Con el feminismo hemos topado. No resulta fácil cuestionar las verdades oficialmente establecidas por la corrección política feminista dominante. Al respecto, hay que admitir que, cuando se habla de la mujer —de la liberación de la mujer, por utilizar la expresión feminista al uso—, la hegemonía discursiva está en manos, no de la mujer, sino del fundamentalismo feminista. Y eso, que se contempla como una cosa natural, comporta un absolutismo discursivo que frena cualquier crítica bajo pena de excomunión ideológica. ¿Cómo criticar a quien dice defender los auténticos intereses de la mujer? ¿Qué opinan el feminismo posibilista, el llamado feminismo femenino, la mujer no feminista o el hombre sobre la liberación de la mujer?…  Seguir leyendo »

Hemos construido una sociedad globalizada y uniforme, reconocible desde cualquiera de sus ángulos, no solo por la estandarización de modas, hábitos culturales o redes informativas y tecnológicas, sino sobre todo por la generalización de un discurso social maquillado. Los cosméticos, las prótesis, los estiramientos a favor de una estética artificial traspasan el físico de hombres y mujeres para penetrar en su conducta y en su forma de actuar en público. Esta tendencia está creando lo que podríamos llamar una cultura de escaparate donde todo detalle está diseñado para provocar un estado de opinión polite.

Se podría decir que esta necesidad de alterar algo para mejorar su apariencia y presentarse ante el mundo con intención de ocultar una verdad ha fagocitado sobre todo el discurso oficial desde Oriente a Occidente.…  Seguir leyendo »

Cuando en una tempestad como la que estamos viviendo aumenta el desempleo, se cierran quirófanos o hay colegios sin calefacción, puede parecer una minucia o hasta una provocación a los dioses de la austeridad reivindicar la labor de un pequeño organismo de la Administración Central del Estado que el año que viene cumpliría 30 años si sobreviviera a la debacle: el Instituto de la Mujer.

El Instituto sustituyó a la antigua Subdirección de la Condición Femenina y fue creado por Ley en 1983 como un Organismo Autónomo en el Ministerio de Cultura. Su primera directora fue Carlota Bustelo y la última Teresa Blat.…  Seguir leyendo »

«Lo siento, señor, pero el jefe es un ignorante y un sinvergüenza». El camarero, por lo visto, no sabía inspirar en el cliente confianza en la calidad de la cocina de su establecimiento, pero parecía un tipo honrado, de esos estólidos de edad madura que se encuentran desilusionados por ejercer un trabajo modesto en un hotel de las afueras de Oxford, en el frío y húmedo campo inglés, en lugar de haber ascendido a maître, o por lo menos a sommelier, en un gran restaurante de la metrópolis. El cliente le había preguntado por qué, tratándose del almuerzo del domingo de Pascua, no había cordero en el menú.…  Seguir leyendo »

Cuando decidí poner fin a prolongadas tareas parlamentarias me animé —junto a Javier Paniagua, durante años rival dialéctico en el grupo socialista y, como yo, profesor universitario— a poner en marcha una fundación, «Ciudadanía y Valores», que sirviera de ámbito de reflexión al margen de condicionamientos de partido. Jaime Mayor, afortunadamente en activo al frente del grupo español del PP en el Parlamento Europeo, ha decidido poner en marcha una fundación bajo rótulo no muy diverso («Valores y sociedad»), pero con objetivo quizá más ambicioso: lograr que se difunda el humanismo cristiano, no sólo entre creyentes y agnósticos sino incluso en el seno del propio Partido Popular, en cuyos estatutos sigue figurando tras alguna escaramuza.…  Seguir leyendo »

Las expresiones de lo cabalmente humano surgen, indica Aristóteles, cuando está resuelto todo lo relativo no sólo a la subsistencia, sino también al ornato de la vida, es decir, resuelto también lo que hoy denominaríamos dignidad del entorno, empezando por la propia casa. Como todo animal, el hombre tiende a desplegar las capacidades con las que se halla dotado por naturaleza. El asunto es determinar bien cuáles son las que caracterizan al hombre en el seno de la animalidad, pues si es frenado en estas, el eventual desarrollo de otras, no impedirá que ese animal quede mutilado en su especificidad. Obviamente si la lucha por la subsistencia se convierte para el ser humano en casi exclusivo fin, entonces, a la vez que es mutilado en su capacidad de conocer es mutilado en su capacidad de simbolizar.…  Seguir leyendo »

En los tiempos y en la sociedad en que vivimos, nadie puede decir «el fútbol no me interesa». Incluso los muchos ciudadanos a los que les domina una extraña indiferencia hacia este deporte y que no captan lo que es el fútbol, se encuentran en medio de ese todo que, como una niebla callada, engloba a todas las cosas y a todos los seres humanos. Y hoy por hoy el individuo, en su relación con el mundo, no puede zafarse del fútbol. Porque, además de un deporte, es un asunto cotidiano que ocupa horas y más horas de información y de conversaciones, y un enorme negocio; no siempre un negocio transparente y así no será jamás embajador de los grandes valores.…  Seguir leyendo »

En un momento en el que en Bruselas se considera “modélico y valiente” el plan del actual Gobierno de abaratar el despido y dejar en la calle a docenas de miles de ciudadanos víctimas de una crisis provocada por los especuladores sin escrúpulos del Casino Global y de sus omnímodas agencias de notación; en el que, como en pasadas épocas, un número creciente de españoles se ve forzado a buscar un trabajo digno en el extranjero (Inglaterra, Alemania, Estados Unidos, Suiza o Noruega, en donde se les llama cariñosamente “los refugiados del euro”); en el que las mujeres marroquíes contratadas para la recogida de la fresa de Huelva son sometidas a cláusulas bochornosas (ser madres de niños menores de edad para asegurar su regreso a Marruecos, jornadas laborales exhaustivas, salarios de rebaja), indignas de una sociedad democrática, etcétera, no está de más recordar lo acaecido hace seis décadas, cuando puesto en el brete de acumular una masa de parados potencialmente explosiva o de facilitar la emisión de pasaportes para quienes quisieran ganarse el pan fuera de España a falta de hacerlo dentro, el régimen franquista optó por abrir sus fronteras y más de dos millones de compatriotas nuestros se embarcaron en trenes con destino a París, Bruselas, Fráncfort o Ginebra.…  Seguir leyendo »

La reciente propuesta de los bioeticistas Giublini y Minerva en la revista británica Journal of Medical Ethics, que justifica el infanticidio en algunos casos, rompe todos los diques de contención de lo que cabía imaginar en relación con las obligaciones del hombre con sus semejantes. Aquí sí que cabe experimentar la sensación que Habermas ha denominado de «vértigo que tenemos cuando el suelo que creíamos seguro se escurre bajo nuestros pies». Sin embargo, no cabe olvidar que el artículo de los referidos autores supone confrontar a muchos de los que justifican el aborto provocado con lo que sería una extensión lógica de sus argumentos.…  Seguir leyendo »

Por primera vez en muchos decenios, el año pasado en España emigraron más ciudadanos que los que vinieron: más de medio millón (507.740) comparados con los que se instalaron (417.523). Las cifras incluyen un elevadísimo número de graduados universitarios. Como siempre, aquí nos damos cuenta de las cosas solamente cuando nos ocurren a nosotros. Solemos verlas como si fueran únicas. Si se hubiera puesto en marcha una discusión pública del problema con anterioridad, habríamos estado preparados para entenderlo mejor y poner algún remedio. En Italia, país del que deberíamos aprender algunas cosas para ahorrarnos los mismos errores, la huida de gente muy preparada para tareas técnicas, científicas o gerenciales era ya muy grave en los años 90 y desató una polémica notable.…  Seguir leyendo »

Durante las últimas décadas, los nuevos movimientos sociales que sustituyeron a los sueños revolucionarios anteriores a 1945, y a las protestas que los alimentaban o derivaban de ellos, ya no surgían como respuestas a las crisis económicas o a la quiebra de los sistemas políticos.

El capitalismo occidental, europeo y norteamericano, había encontrado una estabilidad y un ritmo de crecimiento sin precedentes en la historia y el Estado de bienestar y la transformación de la sociedad civil habían traído nuevos actores políticos. Clases medias, estudiantes, mujeres y profesionales, en vez de jornaleros del campo y trabajadores industriales. La identidad colectiva, la conciencia de grupo y la solidaridad se diluían ante el triunfo del individualismo y de la sociedad de consumo.…  Seguir leyendo »

La desigualdad entre mujeres y hombres no es una cuestión de sensaciones o de impresiones personales o de casos particulares. La desigualdad se hace patente en la vida de muchas mujeres cuando ingresan su sueldo cada mes. Y es que perciben un salario anual un 22% inferior al de los hombres por igual trabajo o trabajo de igual valor. Además, las mujeres sólo representan un 30% del total de personas en puestos directivos de las Administraciones y un 11,5% en los Consejos de Administración. No son sensaciones, ni impresiones, ni casos particulares. Ésta es la realidad de nuestro país.

Pero no somos los únicos que presentamos esta importante brecha salarial entre mujeres y hombres.…  Seguir leyendo »

George Eliot dijo que nunca es demasiado tarde para ser lo que querríamos haber sido. Del mismo modo, nunca es demasiado tarde para llegar a ser la sociedad que querríamos haber sido. Llegar a ser lo que querríamos haber sido conlleva saber a donde queremos llegar y ser capaces de hacerlo a través de elecciones específicas. En el caso de las mujeres, nuestras sociedades no han alcanzado el punto donde la mujer pueda hacer una aportación económica equiparada a su preparación y capacidad profesionales.

Es una realidad que hay un porcentaje elevado de mujeres cualificadas que renuncian a trabajos, a ascensos y a perseguir con concentración absoluta el éxito laboral porque no desean sacrificar la crianza de sus hijos.…  Seguir leyendo »

En la primera mitad del siglo XX había bastantes hogares con oratorio particular, en los que se celebraba la misa a diario. Asistía toda la familia. A partir del desayuno posterior, tempranero, bendecida la mesa por el patrón, cada uno se dirigía a su destino profesional, colegial o universitario.

Todos los asistentes, distintas generaciones concurrentes, habían recibido una acendrada formación católica: el bachillerato en el colegio, regentado por religiosos, y la carrera en la ciudad universitaria o en determinada escuela especial.

La tranquilidad del ambiente casero durante el período infantil y su indiscutida fe se arraigaban en las aulas colegiales.

La iniciación universitaria despertaba las primeras sorpresas; el joven, que quería estar «a todas», comenzaba a cuestionarse las dogmatizaciones espontáneamente recibidas.…  Seguir leyendo »

La contestación a las reformas emprendidas por el Partido Popular y a los cambios que augura su mayoría absoluta ha realzado –visto que los socialistas tardan en restablecerse de su debacle– la convocatoria de huelga general que hoy ratificarán los órganos de dirección de CC.OO. y UGT para el próximo 29 de marzo y las manifestaciones más espontáneas de descontento estudiantil frente a los recortes públicos. La intermitente irrupción de reacciones virulentas, que evocarían estrategias fallidas de autodefensa ensayadas a finales de los años setenta del pasado siglo o responderían al dictado del activismo libertario, no han logrado encender afortunadamente otra espiral que la de la diatriba pública.…  Seguir leyendo »

En su reciente libro o macroreportaje sobre un tema y palabra muchas veces tabú («Los pobres», Debate), tabú sobre todo durante los felices años de bonanza global, el escritor americano William T. Vollmann, autor igualmente de una monumental crítica a la violencia en siete volúmenes («Rising Up and Rising Down») y de otra no menos gigantesca novela, «Europa Central», traducida a numerosas lenguas, narraba una chocante escena en la que los invisibles de repente están junto a nosotros y se hacen obscenamente —nunca mejor dicho— visibles. Vollmann recorrería, de Tailandia, Afganistán o India hasta Kenia y los Estados Unidos, un cruel y tenebroso planeta de los desheredados, con una sobrecarga a duras penas soportable de miseria feroz y milenaria resignación ante el destino, ante Alá o, simplemente, ante lo que no se entiende.…  Seguir leyendo »

La celebración del 200º aniversario del nacimiento del novelista inglés Charles Dickens da pie a una relectura reposada de su obra, en especial Oliver Twist, y examinar así las posibles semejanzas e incluso diferencias de aquella época victoriana con nuestra sociedad, que se ve abocada a ser cada día más pobre. Hay similitudes y disparidades entre las vicisitudes de esa etapa del siglo XIX y la actual del XXI, pero hay una diferencia fundamental: gracias a los testimonios de escritores como Dickens conocemos aquella forma de vida sumida en graves carencias materiales y de derechos, y su posterior evolución al progreso; pero en la actualidad, sumergidos en una gran incertidumbre, ignoramos hacia qué modelo de convivencia se dirige nuestra sociedad actual.…  Seguir leyendo »

Cuando un país tiene un jefe de policía que define como “el enemigo” a los estudiantes que protestan, eso tiene un valor, no es ninguna excentricidad y exige un análisis. El cese que se merece ese energúmeno es algo tan obvio que me da igual a dónde le envíen, siempre que sean oficinas. Ahora que se ha puesto de moda el policía obsesivo, al tiempo delincuente y justiciero, deberíamos dedicarles una reflexión: están llamados a ser mucho más importantes que nuestros políticos. Lo están siendo ya. Si somos una sociedad democrática, cosa de la que tengo muy serias dudas, me es indiferente a dónde le manden, si la patada se la dan hacia arriba o hacia abajo, pero hombres así son un peligro.…  Seguir leyendo »

Ya tiene una entrada en Wikipedia: “Se conoce por ‘primavera valenciana’ a una serie de protestas propulsadas en Valencia por el movimiento estudiantil contra los recortes y la devaluación de la enseñanza pública, en los primeros días, y contra la fuerte represión policial que sufrieron los manifestantes en las siguientes jornadas”.

Yo estudié secundaria en el Instituto Lluís Vives de Valencia, que siempre ha sido excelente, vanidad de antiguo alumno aparte. En plena noche franquista. Y aunque niño (como los que ahora apalearon) presencié cargas policiales, porque la calle Xàtiva era y es punto neurálgico de la protesta ciudadana. Nunca más, me prometí.…  Seguir leyendo »

La crisis actual ha quebrantado muchas certidumbres y encendido otras tantas alarmas. Lo que no ha conseguido es provocar un movimiento político de fondo, ni aquí ni en otros países europeos. Los indignados se han disipado en el aire diáfano de forma súbita y desconcertante, y también, dicho sea de paso, una miaja escamante. Y las huelgas generales que han tenido lugar aquí y allá, y que llegarán también a España, no han constituido, todavía, hechos políticos, sino laborales. La gran reacción que yo preveía, y no deseaba especialmente, no se ha verificado en absoluto. Algunos hablan de resignación; otros entienden que el desprestigio de la política ha desmovilizado a las masas.…  Seguir leyendo »