Contra Jeremías
Hoy sopla de nuevo el viento del sur. Durante unos días, casi una semana, aquí la vida ha sido soportable gracias a una temperatura europea. Hoy ha entrado el siroco y hemos regresado a nuestra indiscutible identidad, la de africanos levemente domesticados. El viento abrasador trae efluvios de cactus y esqueleto, de camello pestañero y mozas que se juntan en el pozo para comparar sus cántaros; perladas por el sudor del agua, ostentan las ondulaciones ante el extranjero que se aproxima para abrevar la caravana.
Allí los patriarcas de Israel elegían esposa, aquilatada según su capacidad para darles aquella descendencia que, en obediencia de Yahvé, cubriría la faz de la Tierra.… Seguir leyendo »