CC (II): ciencia y política

Recuerdan aquello de que "el siglo XX ha sido el más cálido del último milenio, la década de los noventa la más cálida del siglo XX y el año 1998 el más cálido de la década?". Ésa fue la frase estrella del informe del Grupo Intergubernamental del Cambio Climático (IPCC) de la ONU en el 2001, la frase que hizo cambiar el debate sobre el calentamiento global. Ocupaba un puesto preeminente en la primera página del informe e iba acompañada de un gráfico que mostraba unas temperaturas extremadamente estables entre los años 1000 y 1900, que luego se disparaban hasta llegar al máximo en el 2000. Era la prueba definitiva de que el siglo XX era anormal y, por lo tanto, de que el calentamiento estaba causado por el hombre.

La frase, repetida millones de veces durante cinco años, se utilizó para desacreditar a los herejes que habían osado decir que las temperaturas podían estar mostrando una recuperación natural después de la pequeña glaciación medieval. Al no mostrar ninguna glaciación medieval, el gráfico era convincente y demoledor, aunque tenía un pequeño defecto: ¡era mentira! Los datos fueron construidos por Mann, Bradley y Hughes, quienes, con los grosores de anillos de los árboles, la densidad de los corales e isótopos atrapados en los hielos glaciares y a través de un complejo método estadístico, reconstruyeron las temperaturas globales durante los últimos 1.000 años. En el 2003, los canadienses McKitrick y McIntyre descubrieron errores fundamentales en el trabajo de Mann que, corregidos, revelaban que las temperaturas durante el siglo XIV habían sido más altas que las actuales. El siglo XX ya no era una anormalidad y la afirmación estrella del IPCC quedaba en entredicho.

Mann y sus colegas reaccionaron y empezó una lucha de titanes científicos. Había tanto en juego que en el 2006, el National Research Council de Estados Unidos formó un comité de expertos liderados por el presidente de la Academia Nacional de las Ciencias Estadísticas, Edgard Wegman, para investigar el tema. Además de reñir a los paleoclimatólogos por utilizar técnicas estadísticas que no dominaban, el comité fue categórico: "El análisis científico no sustenta la afirmación de que el siglo XX, la década de los 90 y el año 1998 son los más cálidos del milenio". A pesar de que el IPCC había otorgado un convencimiento de entre 66% y 90% sobre la veracidad del trabajo de Mann, tanto el gráfico como la famosa frase han desaparecido del informe 2007.

Todo esto lo explico no sólo para recordar una vez más que podría ser que el calentamiento global del siglo XX fuese una oscilación natural que poco tiene que ver con las emisiones de CO , sino para advertir que cuando 2 el IPCC afirma que hay consenso entre científicos sobre algo,puede ser que ese algo acabe resultando ser falso o que cuando dice que existe una convencimiento del 90%, ese convencimiento puede desaparecer en menos de cinco años.

Dicho esto, el IPCC acaba de hacer público un nuevo documento mucho más comedido, en el que dice que hay consenso y convencimiento sobre lo siguiente:

(1) La cantidad de CO2 en la atmósfera es más alta ahora que antes de la revolución industrial. (2) La temperatura media del planeta ha subido unos 0,74 grados durante el último siglo. La mitad de ese aumento se produjo antes de 1940. (3) Las temperaturas han subido en todos los continentes excepto la Antártida. (4) La masa de hielo en el Ártico ha bajado y algunos glaciares están remitiendo, aunque la cantidad de hielo en la Antártida ha aumentado. (5) El nivel del mar ha subido en 18 centímetros en 100 años.

¿Y qué hay de la nueva frase estelar del informe IPCC 2007: "Tenemos un convencimiento del 90% de que la mayor parte del calentamiento está causado por la acción humana"? Si el IPCC dice que están convencidos en un 90% yo me lo creo. Ahora bien, aquí todo se complica porque una cosa es medir temperaturas y otra establecer causalidad. Sabemos que la teoría del efecto invernadero es cierta: emitir CO2 y dejarlo en la atmósfera contribuye al calentamiento del planeta. También sabemos que las temperaturas han fluctuado históricamente por razones naturales. A partir de aquí, para saber qué proporción del calentamiento es natural y qué parte está causado por las emisiones, los climatólogos utilizan complejos modelos matemáticos con los que, esencialmente, calculan cuál hubiera sido el aumento de temperaturas si no hubiera habido emisiones y lo comparan con el aumento observado de temperaturas. Al no poder explicar los modelos todo el calentamiento con causas naturales, una parte debe haber sido causada por las emisiones. Noten ustedes que para que esta conclusión sea fiable es fundamental que el modelo matemático sea correcto. Y aquí es donde existe gran incertidumbre entre los científicos.

Supongo que es esa incertidumbre sobre los complejos mecanismos que determinan el clima la que ha llevado a los autores del informe del IPCC-2007 a no especificar qué parte del aumento de 0,74 grados está causada por el hombre por lo que, en realidad, nos están diciendo que tienen una seguridad del 90% de que saben bien poco.

En el 2001 el IPCC se apresuró a publicar y a defender una frase estrella que resultó ser falsa y eso dañó su credibilidad y la de la comunidad científica. En el 2007 el IPCC ha enmendado su error, lo que ciertamente le honra, y ha adoptado una posición mucho más seria y honesta. En un asunto de tanta importancia como el clima, es crucial que el IPCC mantenga su credibilidad y no vuelva a mezclar ciencia y política.

Xavier Sala i Martin, Fundació Umbele, Columbia University y UPF.

Serie de artículos:

  1. CC (I): una verdad incómoda.
  2. CC (II): ciencia y política.
  3. CC (III): a la vuelta de la esquina.
  4. CC (IV): el tipo de interés.
  5. CC (V): entre unos y otros.
  6. CC (y VI): no es nuestra prioridad.