Cómo combatir al terrorismo yihadí

Las sociedades abiertas siempre corren peligro. Esto es particularmente válido para Estados Unidos y Europa hoy, como resultado de los atentados terroristas en París y otras partes, y la reacción de Estados Unidos y Europa, particularmente Francia.

Los terroristas yihadíes, como el Estado Islámico (ISIS) y Al Qaeda, han descubierto el talón de Aquiles de nuestras sociedades occidentales: el miedo a la muerte. Al alimentar ese miedo con ataques horrendos y videos macabros, los publicistas del ISIS lo despiertan y lo magnifican. Esto hace que personas que en otras circunstancias serían sensatas en sociedades hasta ahora abiertas pierdan la razón.

Los neurocientíficos han descubierto que la emoción es un componente esencial del razonamiento humano. Ese descubrimiento explica por qué el terrorismo yihadí plantea una amenaza tan potente para nuestras sociedades: el miedo a la muerte nos lleva a nosotros y a nuestros líderes a pensar –y por ende a actuar- de manera irracional.

La neurociencia no hace más que confirmar lo que viene demostrando hace rato la experiencia: cuando tenemos miedo por nuestra vida, las emociones se adueñan de nuestros pensamientos y acciones, y nos cuesta hacer juicios racionales. El miedo activa una parte más vieja y más primitiva del cerebro que la que formula y sostiene los valores abstractos y los principios de la sociedad abierta.

La sociedad abierta, por ende, siempre está bajo la amenaza planteada por nuestra respuesta al miedo. Una generación que ha heredado una sociedad abierta de sus padres no entenderá lo que se necesita para mantenerla hasta que se la pone a prueba y aprende a impedir que el miedo corrompa la razón. El terrorismo yihadista es apenas el último ejemplo. El miedo a la guerra nuclear puso a prueba a la última generación, y el miedo al comunismo y al fascismo hizo lo propio con mi generación.

El máximo objetivo de los terroristas yihadistas es convencer a la juventud musulmana en todo el mundo de que no hay una alternativa para el terrorismo. Y los atentados terroristas son la manera de alcanzar ese objetivo, porque el miedo a la muerte despertará y magnificará los sentimientos antimusulmanes latentes en Europa y Estados Unidos, induciendo a la población no musulmana a tratar a todos los musulmanes como potenciales atacantes.

Y eso es exactamente lo que está sucediendo. La reacción antimusulmana e histérica frente al terrorismo está generando miedo y resentimiento entre los musulmanes que viven en Europa y Estados Unidos. La generación de más edad reacciona con miedo, la más joven con resentimiento; el resultado es un caldo de cultivo para potenciales terroristas. Este es un proceso que se retroalimenta y es reflexivo.

¿Cómo se puede frenar y revertir? Abandonar los valores y principios que subyacen en las sociedades abiertas y ceder ante un impulso antimusulmán dictado por el miedo no es la respuesta, realmente, aunque puede resultar difícil resistirse a la tentación. Yo experimenté esto personalmente mientras miraba el último debate presidencial republicano; pude frenarme sólo al recordar que debe ser irracional cumplir con los deseos de tus enemigos.

Para eliminar el peligro planteado por el terrorismo yihadí, los argumentos abstractos no son suficientes; necesitamos una estrategia para derrotarlo. El desafío se ve acentuado por el hecho de que el fenómeno yihadí ha estado entre nosotros por más de una generación. De hecho, llegar a entenderlo correctamente puede resultar imposible. Pero debe hacerse el intento.

Consideremos el conflicto sirio, que es la causa principal del problema de migración que está planteando una amenaza existencial para la Unión Europea tal como la conocemos. Si se resolviera, el mundo estaría mucho mejor.

Es importante reconocer que el ISIS opera desde una posición de debilidad. Si bien está sembrando miedo en el mundo, su predominio en su tierra natal se está debilitando. El Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas ha adoptado de manera unánime una resolución en su contra y los líderes del ISIS son conscientes de que sus días en Irak y Siria están contados.

Por supuesto, la perspectiva para Siria sigue siendo sumamente incierta y el conflicto allí no se puede entender o abordar de manera aislada. Pero hay una idea que es clara como el agua: es un error atroz hacer lo que los terroristas quieren que hagamos. Es por eso que, ahora que comienza el 2016, debemos reafirmar nuestro compromiso con los principios de la sociedad abierta y resistirnos al canto de sirenas de gente como Donald Trump y Ted Cruz, por más difícil que resulte.

George Soros is Chairman of Soros Fund Management and Chairman of the Open Society Foundations. A pioneer of the hedge-fund industry, he is the author of many books, including The Alchemy of Finance, The New Paradigm for Financial Markets: The Credit Crisis of 2008 and What it Means, and The Tragedy of the European Union.

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