Cómo prevenir una crisis de salud mental en los medios de comunicación

Nada recalca la importancia de las noticias fidedignas como lo hace una crisis. Y, sin embargo, a medida que la pandemia del COVID-19 somete a los periodistas a una presión cada vez mayor para que difundan estas noticias, también cambia drásticamente su sector, y transforma sus condiciones de trabajo. No debe subestimarse el estrés que todo ello ejerce sobre la salud mental de los mencionados profesionales.

Incluso antes de la crisis COVID-19, muchos periodistas estaban exhaustos o al borde de estarlo. El ciclo de noticias de última hora era implacable, los ingresos por publicidad disminuían, los presupuestos de las salas de redacción estaban tensionados, y la confianza del público en los medios se reducía.

La pandemia agravó estos desafíos, y a su vez genera aún más incertidumbre. La mayoría de los periodistas ahora trabajan desde casa, sin poder reunirse con sus colegas, contactos o sujetos de investigación. Algunos están abrumados por las responsabilidades que llevan en sus hombros, ya que intentan proporcionar información oportuna, y potencialmente salvadora de vidas, sobre una crisis que cambia rápidamente. Muchos han perdido sus puestos de trabajo.

El sector de las noticias necesita garantizar que está haciendo todo lo posible para apoyar la salud mental y el bienestar de los periodistas. Según Anthony Feinstein, profesor de psiquiatría de la Universidad de Toronto, se trata tanto de manejar las respuestas individuales a la crisis como también de una gerencia de medios de comunicación que valide el trabajo de importancia vital que desempeñan los periodistas en este momento.

En una entrevista, Feinstein me dijo que, en lugar de preocuparse por cosas que no pueden controlar – un hábito emocionalmente agotador que puede conducir pensamientos catastróficos – los periodistas deben reflexionar sobre dónde sí pueden marcar la diferencia y limitar la atención que dedican a las áreas donde no pueden. En términos más generales, es vital mantener una rutina saludable: dormir lo suficiente, comer bien, hacer ejercicio (aunque sea en espacios interiores) y conectarse con amigos y familiares.

La mayoría de las personas pueden seguir los consejos anteriormente explicados. Sin embargo, la tercera recomendación principal de Feinstein: desconectarse de las noticias por un período de tiempo antes de acostarse cada noche, es particularmente difícil para aquellos cuyo trabajo es informar sobre dichas noticias. Según Feinstein, la clave es delinear claramente los roles y responsabilidades profesionales que uno tiene, incluyendo la delimitación de dónde estos roles y responsabilidades terminan.

No hacer lo antedicho, pone a los periodistas en riesgo de sufrir daños morales; es decir, el estrés que surge cuando una persona es testigo, incurre en o no puede evitar actos que contradicen sus valores. (Se ha demostrado que periodistas que cubren temas como la migración forzada, por ejemplo, sufren daños morales). Esto puede causar un sufrimiento emocional grave, si no se maneja y no se trata.

Los periodistas también tienen la necesidad de recibir apoyo directo de sus empleadores. La BBC, la Agence France-Presse (AFP) y Reuters – tres organizaciones principales de medios de comunicación que cuentan con fuerzas laborales a nivel mundial, cuyas necesidades que son muy diversas – han situado a la salud mental en el centro de sus planes de respuesta parar confrontar el COVID-19.

Una lección clave que se debe aprender de sus estrategias es la importancia de la comunicación y la comprensión. “Tenemos comunicación constante sobre lo que estamos haciendo, nos cercioramos de que todas las personas reciban el mensaje de que si bien es cierto que somos una organización de noticias con una misión, en lo primero que pensamos, en verdad, es en la salud y la seguridad de nuestro personal”, me dijo Phil Chetwynd, director global de noticias de AFP.

Del mismo modo, Kari Cobham, directora asociada sénior de Journalism Fellowships del Carter Center en Atlanta, exhorta a que los gerentes se cercioren de que sus equipos comprendan que “su bienestar, sus situaciones familiares singulares, y la comunidad son importantes en estos tiempos difíciles”. Como señala Feinstein, sería muy inusual que no sintiéramos algún tipo de ansiedad en medio del actual tumulto.

Más concretamente, los gerentes deben rotar las tareas difíciles cuando sea posible y validar el trabajo esencial que desempeñan los periodistas. También deben mantener informado al personal, incluso sobre cuáles recursos están a su disposición y cualquier cambio en las directrices o políticas. Y, deben mantener contacto de manera regular, alentando al personal para que comparta cualquier pregunta, inquietud o comentario, incluso en privado, si así lo desean.

“Pero también debemos tomar consciencia”, me dijo Roz Orchard de Reuters, sobre que “mantener contacto de manera constante puede ser abrumador”, especialmente en un momento en que las personas están lidiando con las experiencias conflictivas del aislamiento físico y la hiperconexión digital. Y, como señala Cobham, los gerentes deben cerciorarse de proteger su propia salud mental.

Todo esto debería servir para fomentar un sentido de confianza y comunidad que evite que los periodistas se sientan solos o desmotivados, sin llegar a exacerbar las presiones a las que se enfrentan. Para ayudar a garantizar el éxito, las organizaciones de medios de comunicación deberían proporcionar entrenamiento a distancia a sus gerentes, con el objetivo de proporcionarles las herramientas que necesitan para apoyar a sus equipos de manera eficaz.

La BBC ya hace precisamente eso, además de ofrecer sesiones virtuales regulares sobre salud mental y resiliencia. “Hablamos mucho sobre el sentido de propósito”, me dijo la jefa de redacción de BBC News and Current Affairs, Sarah Ward-Lilley, una de las líderes en materia de salud mental de la corporación.

Para aquellos que no pueden desempeñar su trabajo periodístico como lo hacían antes, el propósito puede convertirse en un tema delicado. La BBC está abordando este desafío llevando a cabo auditorías de habilidades y reasignando a aquellos que entran en esta categoría – por ejemplo, porque normalmente trabajaban en un programa que ahora ha sido dado de baja o en un área temática en la que actualmente no hay cobertura de noticias – para que desempeñen trabajos apropiados a sus habilidades que pueden ser realizados durante la pandemia. Sin embargo, puede que muchas otras personas no tengan esa opción, aumentando, por lo tanto, los sentimientos de falta de propósito e inseguridad, lo que a su vez hace que el acceso a los recursos de salud mental revista aún mayor importancia.

Los efectos que conlleva la pandemia COVID-19 para los periodistas seguirán teniendo repercusiones a muy largo plazo. Las organizaciones de noticias deben actuar ahora para garantizar que estos efectos no incluyan consecuencias graves que afecten la salud mental.

Hannah Storm, a former director of the International News Safety Institute, is CEO of the Ethical Journalism Network. Traducción del inglés: Rocío L. Barrientos.

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