Cómo se conquista la libertad de prensa

Cómo se conquista la libertad de prensa

Cada año, el 3 de mayo, el Día Mundial de la Libertad de Prensa, los productores y consumidores de noticias se detienen a reflexionar sobre el estado de los medios de comunicación a nivel mundial. Este año, cuando periodistas y funcionarios gubernamentales se reúnan en Ghana para la 25ª edición de la celebración de esta fecha, la atención se centrará en las innumerables presiones y desafíos que enfrenta la profesión a lo largo de todo el mundo, y en las formas cómo la hostilidad – tanto la oficial como aquella patrocinada por el Estado – dirigida contra la prensa pone en peligro la democracia.

Pero estas preocupaciones, aunque ciertamente válidas, no muestran toda la historia. También surgen señales de resiliencia periodística. Por lo tanto, en lugar de centrarnos exclusivamente en los obstáculos que enfrentan los periodistas alrededor del mundo, celebremos el 3 de mayo tomando en cuenta las muchas razones que hay para el optimismo.

Para empezar, si bien ningún mercado de medios de comunicación es inmune frente a la erosión de la libertad de prensa, es posible ejercer resistencia ante la misma. Los acontecimientos recientes en Europa son ilustrativos en este sentido. En Eslovaquia, la indignación pública por el doble asesinato por motivos políticos de un periodista de investigación, Ján Kuciak, y su prometida, Martina Kušnírová, obligó al primer ministro Robert Fico a dimitir, y dejó a su sucesor, Peter Pellegrini, haciendo equilibrios sobre una cuerda floja de relaciones públicas.

Hungría, a su vez, ha experimentado su propia versión, aunque más apaciguada, de retroceso en el ámbito periodístico. Según un estudio reciente del European Journalism Center, a pesar de la profundización del control gubernamental sobre cómo operan los medios, los informes de investigación permanecen activos, y “regularmente salen a la luz pública los abusos cometidos contra los dineros que fueron pagados por los contribuyentes”.

Sin duda, los medios de comunicación están siendo atacados como nunca antes, y no sólo por las noticias falsas y los presidentes polarizadores. El asesinato de nueve periodistas en Kabul el 30 de abril, en atentados suicidas consecutivos que mataron a al menos a 25 personas, marcó el día más mortífero para los periodistas en Afganistán desde la caída de los talibanes, y se sumó a un sombrío recuento a nivel mundial. Según Reporteros sin Fronteras, más de 1.000 periodistas han sido asesinados en todo el mundo en el transcurso de los últimos 15 años, y solo un puñado de los autores han sido llevados ante la justicia.

Y, aun así se multiplican nuevos destellos de esperanza. Alrededor de todo el mundo, los periodistas y quienes los apoyan luchan, en maneras alentadoras, contra estos sucesos

Considere la censura en Internet. No obstante que gobiernos que van desde el de China al de Rusia rutinariamente bloquean o filtran el acceso a Internet, hoy en día la mitad de la población mundial se encuentra conectada a Internet – un aumento del 20% en sólo cinco años.

En Sudán, los periodistas hacen uso de esta conectividad para salvar vidas. El año pasado, cuando el gobierno se negó a informar al público sobre un devastador brote de cólera, los periodistas de Radio Dabanga, trabajando junto con médicos y enfermeras, hicieron uso del servicio de mensajería de WhatsApp para compartir información sobre prevención y tratamiento.

Incluso en un país violento y dividido como Somalia, la red de Internet se está utilizando para bien; las mayores velocidades de transmisión han mantenido a los miembros de la gran diáspora del país conectados con amigos y familiares, y se ha podido sostener un diálogo significativo entre comunidades.

Las normas legales también se están moviendo en la dirección correcta. Entre los años 2011 y 2016, el número de países con leyes de libertad de información aumentó de 90 a 112.

Este compromiso se profundizó el mes pasado cuando la Unión Europea aprobó una nueva ley para proteger a los denunciantes de enjuiciamientos. En un comunicado, las autoridades dijeron que esperaban que la medida sea una bendición para los periodistas de investigación a través de la protección de las fuentes, es decir las personas que denuncian violaciones de la legislación europea.

Donde menos protecciones legales existen, los periodistas son cada vez más creativos. En Filipinas, país donde las organizaciones de noticias independientes se han convertido en el blanco de difamación por parte de políticos y ‘trolls’ en línea, los reporteros están dando vuelta la tortilla a su favor, con efectos demoledores. Por ejemplo, en una reciente serie de reportes que identificaban a personas que hacían amenazas contra los medios de comunicación, el sitio web de noticias Rappler develó una red de ‘trolls’ que estaba ligada directamente a personas con información gubernamental privilegiada.

Finalmente, los periodistas están trabajando en pro de mejorar la diversidad de su propio sector. En la República Democrática del Congo, por ejemplo, una organización de medios creó una base de datos que registra la información de contacto de miles de mujeres expertas que están disponibles para comentarios y análisis en los medios de comunicación. Este simple ejercicio ha llevado a un aumento dramático en el porcentaje de mujeres expertas que aparecen en la prensa.

Estos son sólo algunos de los puntos positivos y destacables que deberíamos subrayar durante la celebración de este año del Día Mundial de la Libertad de Prensa. Todos los días, hombres y mujeres (e incluso a veces niños) valientes de todo el mundo continúan desafiando las probabilidades para que tengamos acceso a las noticias. Todos nos beneficiamos de su dedicación, y todos tenemos la obligación de honrar sus éxitos, no sólo sus sacrificios.

Leon Willems is Director of Free Press Unlimited. Traducción del inglés: Rocío L. Barrientos.

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