Quien haya seguido más o menos de cerca las noticias sobre el Mobile World Congress de este año habrá podido constatar que una de las tendencias para este 2017 va a ser el coche conectado. Cuando hablamos de coche conectado tiende a pensarse en conducción autónoma en vehículos sin conductor. Y aunque es cierto que estará cada vez más normalizada, actualmente aumentan los usuarios de coches con conductor conectados a internet vía satélite o con una red local inalámbrica. De hecho, el 75% de los coches en circulación ya tendrán conexión a Internet integrada en 2020, atendiendo a datos de BI Intelligence.
La tecnología que trae esta innovación en el sector de la automoción supone muchas ventajas tanto para usuarios como para compañías.
Para empezar, las herramientas disponibles en los automóviles conectados tienen el objetivo de llegar a la cifra de cero accidentes a través de una conducción más segura. La conexión abarca, para empezar, una comunicación vehículo-vehículo con información detallada sobre las rutas a seguir (obstáculos en carretera, información de tráfico, embotellamientos u otras condiciones adversas del entorno) que cada automóvil genera y sube a la nube.
Esta información es recibida por los coches que vienen detrás y permite evitar accidentes o cambiar de ruta para evitar atascos, lo que conlleva menos tiempo gastado en carretera y una reducción de probabilidades de accidente y también de la polución. En caso de accidente, los coches conectados cuentan con geolocalización y un sistema de llamada de emergencia automática (e-Call) que se activa de manera automática para recibir asistencia en carretera.
Además de la información vehículo-vehículo, lo que los usuarios de este tipo de automóvil destacan es la comodidad de tener no solo información en tiempo real de su entorno, sino también de lo que pasa dentro del coche. Las piezas están conectadas al sistema de navegación de manera que cuando existe cualquier anomalía en las piezas o el funcionamiento, la pantalla se lo notifica al conductor. También es posible abrir y cerrar las puertas desde el teléfono así como encender las luces o climatizar el coche antes de entrar en él.
Otra de sus funcionalidades es la de buscar aparcamiento, e incluso reservar una plaza en un parking para ahorrar tiempo y asegurarse de poder aparcar. Por estas y otras razones, dos de cada tres conductores afirman que las funciones de conectividad influenciaron la decisión de compra de un vehículo, detalla una encuesta realizada por Kantar TNS.
Esta conducción inteligente pretende dar toda la información al usuario para hacer de sus trayectos una experiencia más segura y más cómoda. Pero, ¿cómo pueden ayudar estos datos a las empresas del sector automovilístico? Según PwC el mercado de coches conectados pasará de los 28.000 millones de euros con los que operaba en 2015 a los 112.000 millones en 2020. Este mercado, a su vez, cuenta con seis sub-áreas a tener en cuenta: asistencia al conductor, seguridad, entretenimiento, bienestar, control del vehículo y control de la movilidad.
El estudio muestra que la asistencia al conductor y la seguridad van a ser las áreas que registrarán un mayor crecimiento. Es comprensible teniendo en cuenta que, por ejemplo, con la información sobre las piezas averiadas o que por el tiempo de uso necesitan ser repuestas pronto, es posible contactar con el usuario y sugerirle ofertas o talleres cercanos. También es útil para avisarle de la necesidad de revisar su vehículo de acuerdo con los kilómetros que lleva recorridos o el tiempo de uso que tiene. Toda esta información pasa automáticamente a la nube y está disponible tanto para el conductor como para el fabricante.
Estos datos también son esenciales para el área de customer intelligence de cada empresa. Con ellos en la mano es posible predecir el número de piezas que se van a vender en cada momento para evitar la acumulación de stock y aumentar la eficiencia en la toma de decisiones basada en información detallada. Así, los datos generados por cada conductor y cada automóvil presentan un sinfín de oportunidades para mejorar la calidad de vida y la conducción, pero también ayudan a las empresas a prestar un mejor servicio a sus usuarios para adelantarse a sus necesidades. Conocer al usuario para resultarle útil y acercarnos a él conociendo de primera mano sus necesidades es cada vez más fácil.
La conducción conectada es, en conclusión, inteligente tanto para empresas como para usuarios.
Sergio Illescas es director comercial de Artyco.