e cumple un año de la contundente victoria de Isabel Díaz Ayuso en las elecciones autonómicas de la Comunidad de Madrid bajo el lema «comunismo o libertad» y, en pocas semanas, se cumplirán tres años de su llegada a la Presidencia del Gobierno regional.
Han sido tres años, a pesar de la pandemia y de los acontecimientos que los han empañado, muy bien aprovechados y todos los madrileños hemos sido testigos de la transformación de Madrid, a pesar del frustrado intento de la izquierda de mostrar una región en blanco y negro y de embarrar de manera constante el campo de juego político. Ninguna persona en general, y ningún político en particular, debería sufrir el acoso al que se ha visto sometida Isabel Díaz Ayuso en la Comunidad de Madrid por el mero hecho de ser la legítima presidenta elegida por los madrileños.
Pero a pesar de todo, el Gobierno de la Comunidad de Madrid ha estado volcado en lo que realmente importa a los ciudadanos: combatir con eficacia la pandemia, mejorar los servicios públicos y seguir haciendo de la región un lugar atractivo para vivir, para trabajar y para venir a invertir y emprender.
Los datos y los hechos de los últimos tres años son elocuentes y no necesitan demasiadas explicaciones. Desde que Isabel Díaz Ayuso es presidenta, en nuestra región trabajan 221.000 personas más, lo que supone un incremento en términos de afiliación a la Seguridad Social del 7 por ciento, un crecimiento que duplica el producido en el conjunto del Estado. En el mismo periodo, el número de autónomos en nuestra región se ha incrementado un 5 por ciento hasta alcanzar los 418.000 trabajadores por cuenta propia, lo que supone, también, un crecimiento que dobla al producido en el resto del país.
Además, una de cada cuatro empresas se crea en nuestra región, cuando hace apenas tres años se creaban una de cada cinco empresas, y captamos el 73 por ciento de la inversión del exterior que llega a nuestro país, lo que supone un incremento de 12 puntos en el periodo analizado. Empresas e inversores que acuden a nuestra región en busca de menos burocracia y de la seguridad jurídica, la libertad y la certidumbre que, por desgracia, no disfrutan en otras zonas de nuestro país.
Los últimos datos publicados también demuestran que nuestra región sigue teniendo el PIB per cápita más elevado de España, con 32.048 euros por habitante, y que sigue siendo un destino atractivo para venir a vivir, con 50.000 nuevos habitantes.
Una región donde es posible disfrutar de una fiscalidad equilibrada, con impuestos bajos y los mejores servicios públicos, que cumple su función redistributiva y que es la mejor garantía de la auténtica igualdad de oportunidades. Los que vivimos en Madrid sabemos que disfrutamos de la mejor sanidad pública de Europa, de un transporte público accesible y asequible, de una educación bilingüe en español e inglés de la máxima calidad y de unos servicios sociales de amplia cobertura.
Aunque aún queda mucho por hacer y por transformar, los datos y hechos expuestos deberían bastar para que las tres izquierdas de nuestra región, y aquellos que cuestionan el Estado de las Autonomías, reconozcan que la hoja de servicio que presenta el Gobierno de Isabel Díaz Ayuso es merecedora de un reconocimiento explícito. Es probable que ese reconocimiento nunca llegue a producirse por parte de la oposición en la Asamblea de Madrid, pero en poco más de un año los madrileños tendremos otra nueva oportunidad de expresarnos en las urnas y es más que probable que una amplia mayoría vuelva a apostar por la libertad y por un modelo de éxito que no ha hecho más que empezar.
Miguel Ángel García Martín es viceconsejero de Presidencia, en Consejería de Presidencia, Justicia e Interior de la Comunidad de Madrid.