Del compromiso electoral a la España del mundo global

Por Miguel Ángel Moratinos, ministro de Asuntos Exteriores y de Cooperación (EL PAÍS, 29/04/06):

En el ecuador de la legislatura, la responsabilidad política y el cumplimiento de la palabra dada requieren analizar el nivel de cumplimiento de los compromisos electorales del Gobierno. Compromisos que se asientan sobre la atención a los intereses ciudadanos y la necesidad de reorientar la acción exterior de España con el fin de afrontar con garantías los retos e incertidumbres de la globalización.

Nuestra propuesta ha sido participar activa y eficazmente en la construcción de la comunidad internacional. Paralelamente, hemos iniciado la renovación de nuestra acción exterior y se dan pasos firmes para modernizar y poner en marcha una Reforma Integral del Servicio Exterior. Algunos compromisos políticos se ejecutaron de inmediato. El regreso de nuestras tropas de Irak, la vuelta al corazón de Europa o el desarrollo de una buena política de vecindad en el Mediterráneo y, de manera muy especial, con Marruecos y los países del Magreb, constituyeron los primeros pasos del Gobierno en materia exterior y visualizaron el cambio de rumbo de la acción política, que afrontó también los contenciosos históricos. En esta fecha se inician las conversaciones con Gibraltar, que comienzan a presentar hoy avances significativos. En cuanto al Sáhara Occidental, el Gobierno se ha implicado activamente para lograr un mayor protagonismo de Naciones Unidas desde la convicción de que es urgente solucionar este problema.

El Gobierno fue consciente, desde su toma de posesión, de la necesidad de impulsar una estrategia coherente e integral para afrontar el terrorismo internacional. En el seno de Naciones Unidas colaboramos con la estrategia global de la lucha contra el terrorismo. Su presentación tuvo lugar en Madrid, de la mano del secretario general, Kofi Annan. Finalmente, la propuesta española se concretó en todas sus dimensiones en la Asamblea General de Naciones Unidas, donde el presidente, José Luis Rodríguez Zapatero, formuló la iniciativa de la Alianza de Civilizaciones. Esta iniciativa es hoy un proyecto compartido por la comunidad internacional y cuenta con su respaldo mayoritario.

El espíritu de cooperación fue el que construyó la Europa que hoy tenemos; una Unión que sufre una crisis temporal de crecimiento y que necesita una mayor implicación política. La gestión del Gobierno posibilitó que se desbloqueara la firma de la Constitución Europea. Por ello, se ha reconstruido con rapidez y eficacia nuestra posición en Europa, que se sintió respaldada por el apoyo mayoritario de los españoles en el referéndum sobre el Tratado. España ha recuperado su dinamismo en la UE y formula propuestas para salir del impasse en el que nos encontramos.

Nuestro interés se ha orientado también a la mejora de las relaciones transatlánticas con un diálogo constructivo con Estados Unidos basado en principios compartidos dentro de la autonomía y del respeto mutuo. Desde la Unión Europea, hemos propiciado acuerdos de gran alcance, del mismo modo que existe sintonía en cuestiones de seguridad en el seno de la OTAN.

Los lazos históricos nos unen también de manera determinante al Mediterráneo y a Oriente Medio, que monopolizan buena parte de la agenda política internacional. La convocatoria de la Cumbre Euromediterránea de Barcelona puso de relieve la necesidad de estrechar el partenariado mediterráneo, ampliar sus objetivos y estimular la dinámica del Proceso de Barcelona. España impulsa esa dinámica porque, desde el Gobierno, estamos convencidos de que permite la apertura de espacios para la paz, el diálogo y la cooperación, valores que orientan la acción exterior española y colaboran en la construcción de las condiciones mínimas necesarias para el respeto a los derechos humanos, alcanzar soluciones de paz en Oriente Medio o gestionar adecuadamente, entre los países emisores y receptores, los flujos migratorios y la crisis energética.

En los dos primeros años de Gobierno se ha fortalecido la comunidad iberoamericana, sobre todo, a partir de la Cumbre de Salamanca. La concertación con Chile, Argentina, México y Brasil ha multiplicado las relaciones bilaterales. Esa dinámica propicia el acercamiento UE-América Latina y ha impregnado nuestras relaciones con Cuba, Venezuela y otros países de la región con quienes hemos construido un diálogo que aspira a un futuro respetuoso de los derechos humanos, estable y próspero.

La coherencia de nuestra política exterior se ha visto reforzada en África y Asia. El presidente Rodríguez Zapatero presentará este verano el plan que unifica nuestras actuaciones realizadas y comprometidas con África. Asia cuenta ya con el Plan Asia-Pacífico. Tras dos años de Gobierno, España ha intensificado y solidificado sus relaciones con Asia y el próximo año celebraremos el Año de España en China, que la comunidad científica, cultural y empresarial esperan con expectación. El peso económico de España, octava economía del planeta, así como nuestra mayor presencia política y cultural en el mundo, aumentan nuestra responsabilidad ante la comunidad internacional. El Instituto Cervantes trabaja por situar a nuestro idioma en el lugar de preeminencia que le corresponde.

La creciente solidaridad ciudadana nos ha hecho acelerar el compromiso de incrementar hasta el 0,35% del PIB nuestra Ayuda Oficial al Desarrollo. El Consejo de Ministros aprobó el pasado viernes el Estatuto del Cooperante, que dignifica las condiciones laborales de los cooperantes españoles. Además, nuestro país es uno de los principales defensores de la Iniciativa contra el Hambre en Naciones Unidas.

Ante toda esta demanda, España tiene que ser un actor ágil, y por eso está en marcha la Reforma Integral del Servicio Exterior. Durante este periodo, se han abierto además seis Embajadas y 15 países han sido visitados oficialmente por primera vez por un ministro español de Asuntos Exteriores.

La diplomacia española ha realizado en estos dos años de Gobierno un gran esfuerzo por modernizar y adecuar la orientación de nuestra política exterior. A través de ella haremos frente a los desafíos del siglo XXI y favorecemos la apertura de nuestro país al mundo. Desde el Ministerio de Asuntos Exteriores y de Cooperación colaboramos en el impulso del la España global, comprometida con el desarrollo sostenible, la paz y el progreso.