El #9M, las madres de México paramos para exigir un cambio

Lidia Florencio protesta por el asesinato de su hija, Diana, afuera del Palacio Nacional de México el 14 de febrero de 2020. (Ginnette Riquelme/AP Photo)
Lidia Florencio protesta por el asesinato de su hija, Diana, afuera del Palacio Nacional de México el 14 de febrero de 2020. (Ginnette Riquelme/AP Photo)

México atraviesa por una profunda crisis de inseguridad y violencia hacia las mujeres. Las cifras oficiales exponen que, durante enero, aproximadamente 10 mujeres fueron asesinadas cada día, 73 de esos casos contándose como feminicidios. Entre estas cifras duras, frías, injustas y demoledoras por naturaleza, se asoman los daños colaterales con implicaciones humanas, sociales, familiares y económicas inimaginables.

Tan sólo el Instituto Nacional de las Mujeres (Inmujeres) ha calculado, basados en las cifras de mujeres asesinadas entre diciembre de 2018 y junio de 2019, que los niños y niñas que posiblemente quedaron huérfanos durante ese período podría estar entre los 3,400 y 4,245.

Más de 3,400 niños y niñas que se quedaron sin mamá.

Y, sin embargo, al paso de los días esa información se va alejando, se difumina ante un caso más, ante otra madre, ante otra hija. Hace unas semanas Ingrid, luego Fátima. Un caso entierra otro caso y la memoria se va perdiendo.

Queda claro que el reto de ser mujer en este país es enorme. Ser mamá lo encrudece aún más: ser cabeza de familia, cuidar, educar, mantener (dependiendo el caso), formar y acompañar a una hija o hijo cada uno de sus días, con la posibilidad de haber dado vida a una posible víctima o victimario, o a un tomador o tomadora de decisiones que sume a cambiar esta realidad queda siempre latente en nuestro día a día.

Hoy está la oportunidad de manifestarnos, de salir a las calles y gritarle a México que tenemos un valor en la sociedad, que estamos hartas; que queremos cambiar el entorno para nuestras hijas e hijos; que estamos comprometidas con educar con perspectiva de género, poniendo énfasis en valores como la igualdad, la justicia, el amor, la empatía y la corresponsabilidad; que tenemos miedo de morir; que queremos justicia para las que han sido abusadas sexualmente, para las que ya no están; que queremos seguridad y protocolos para proteger a quienes aún estamos. Y como madres, el miedo se multiplica: tenemos miedo de dejar a nuestros hijos e hijas, a nuestras parejas.

Lo pensamos, sentimos y vivimos ante una sociedad que minimiza la labor de la mujer (cualquiera que sea su rol o actividad). Sociedad que, aún hoy, piensa que el paro del próximo 9 de marzo se trata de un día de asueto, de simplemente no hacer nada y demostrar las pérdidas económicas. No. Estamos frente a la reflexión de qué pasaría si realmente desaparecemos, qué pasaría con nuestras familias, con nuestros hijos e hijas, en nuestras casas.

Busquemos no caer en la provocación de “pedir permiso para faltar”, de “pedir permiso” para no hacer nada. Es momento de reflexionar en torno a una situación que ha llegado al límite y ponerse al menos por un día la camisa de la empatía.

Hemos llegado al límite de tener que encerrarnos simulando que nos borraron del mapa antes de tiempo. Este paro es un hasta aquí a la violencia, al miedo, es un hartazgo ante la impunidad, que hoy alcanza 98.6% en nuestro país. Es un paro ante la respuesta absurda de nuestro gobierno. Es un paro que nos toca vivir y enfrentar para lograr un cambio en la procuración de justicia: no necesitamos mayores penas judiciales, necesitamos que nos crean, se inicie un proceso de búsqueda y detención de agresores, para después aplicar las penas más severas.

Hagamos de este paro un parteaguas en nuestras vidas, detengámonos 24 horas para cambiar lo que sea que tengamos que cambiar en nuestro día a día, y exigir en todos los ámbitos y niveles justicia para nuestras hijas, que al final somos nosotras mismas.

Mafer Olvera y Paola Palazón Seguel son directoras de Ser Mamá Hoy, una plataforma de bienestar emocional materno-infantil. Mafer fue directora del Instituto de la Juventud de la CDMX y Paola es directora general de ‘Time Out México’.

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