Arte y ciencia son las expresiones más antiguas y esenciales de la creatividad humana. Son previas incluso a la invención de la escritura. El arte pre-histórico muestra numerosos ejemplos de creación artística. Un ejemplo deslumbrante es la cueva de Chauvet en Pont d'Arc (Francia), que es de una belleza sublime. La película de Wim Wenders titulada 'La cueva de los sueños perdidos' muestra su magnificencia. Recomiendo desplazarse hasta a Pont d'Arc, cerca de Nimes, y entrar en la neocueva. Nos encontraremos con sofisticados y bellos dibujos de leones y caballos en movimiento... Quizás estos artistas prehistóricos fueron los inventores del cine. Las de Chauvet son pinturas que han inspirado e inspiran a importantes artistas contemporáneos. En nuestro país, la cueva de Altamira es otro ejemplo de expresión artística en la prehistoria.
A la par que los humanos creaban belleza inspirada en su entorno natural y en los animales con los que convivían, la creatividad humana también fue responsable de la invención de la ciencia y la tecnología; por ejemplo, a través de la construcción de herramientas para defenderse, para cortar, para tejer y, con el tiempo, para entender el movimiento de las estrellas, para desarrollar las matemáticas como lenguaje universal de la naturaleza, un lenguaje capaz de expresar las leyes universales que descubre la ciencia. Los científicos que han tenido la suerte de descubrir cosas nuevas saben que cuando se encuentra la verdad 'todo encaja', una sensación parecida a la percepción de la belleza. Y al revés: cuando algo es bello resuena con una verdad empírica universal. Ciencia y arte son expresiones de nuestra creatividad, necesitan una manera distinta de mirar al mundo, requieren cuestionar el saber establecido y adentrarse en territorios ignotos con la única luz del conocimiento.
Mónica Bello, comisaria de arte y directora de 'Arts at Cern', declaraba en una entrevista que «tanto el arte como la ciencia responden a esa pulsión básica que nos hace preguntarnos cómo es el mundo». 'Arts at Cern' convoca a artistas y científicos en el mayor laboratorio de partículas del mundo, situado en Ginebra, para que intercambien saberes y experiencias. En palabras de Bello: «En lo que difieren es en la ejecución: el arte tiende a escapar de las normas, a querer quemarlo todo a su paso para estar siempre actualizado y ser relevante. La ciencia trabaja sobre acumulación de conocimiento, sobre la precisión y la validación por parte de la comunidad. Pero en su esencia, arte y ciencia son lo mismo». También afirmaba, en 'Nature Physics Reviews', que la iniciativa de 'Arts at Cern' tiene como objetivo «dar significancia cultural a la investigación fundamental o básica, que es aquella que avanza en el conocimiento».
En el mundo anglosajón es frecuente fomentar la interacción entre ciencia y arte. En un artículo de 2015 en 'Scientific American', decía Felicity Muth: «El arte y la ciencia suelen considerarse dos disciplinas opuestas. Sin embargo, podría decirse que se necesitan habilidades muy similares para dedicarse a la ciencia y al arte: capacidad para observar el mundo con detalle, para darse cuenta quizás de cosas que otras personas no ven, para concebir ideas de forma creativa y establecer conexiones novedosas. El arte y la ciencia pueden conectarse de muchas maneras: el arte puede representar la ciencia, pero la ciencia también puede realzar el arte». Recientemente, la curadora Chus Martínez decía en una entrevista: «Hay cosas que solo las sabemos intuitivamente y que tardamos muchísimo en formular. Pues el arte es el hacedor de nuestras intuiciones. ¿Y eso es banal? ¿Cómo va a serlo, si el hombre lleva miles de años intentando generar una tecnología que potencie la intuición? Porque sabemos que en la intuición hay una posibilidad de supervivencia que protege la vida. Y no creo que haya nada más hábil para la intuición que el arte».
Hay instituciones pioneras en ciencia en Europa, como el CERN en Ginebra, el CEA en Francia o el Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO), que dirijo, en España, que hemos iniciado programas de ciencia y arte. Juntos estamos haciendo 'lobby' para que las practicas que inventamos para llevar la ciencia a la sociedad puedan ser reconocidas por la Comisión Europea. En 2018, en el CNIO lanzamos la iniciativa CNIO Arte, con apoyo continuo de la Fundación Banco Santander y la Fundación Española de Ciencia y Tecnología. Ahora contamos entre nuestros colaboradores con el Instituto Cervantes, el Museo Thyssen-Bornemisza, el Museo Guggenheim, la Embajada de España en Washington o la Feria Internacional de Arte Contemporáneo ARCO. CNIO Arte tiene objetivo transmitir la importancia de la ciencia a la sociedad y dar a conocer el CNIO. Nuestro método es que cada año elegimos un científico/a y un/a artista y facilitamos que se conozcan y que interactúen en el contexto de un gran campo de la ciencia, desde los orígenes de la biología molecular (2018), la física cuántica (2019), los orígenes de nuestra especie (2020), el 'big data' de la vida (2021), las pandemias (2022), el estrés y la salud (2023) y la pérdida de biodiversidad y el cambio climático (2024). El resultado es una obra de arte inspirada en un campo de la ciencia.
Susan Sontag escribia en sus diarios que «cada número de 'Investigación y Ciencia' podría inspirar, cada mes, un nuevo movimiento artístico». Los/as artistas que han colaborado con CNIO Arte son Eva Lootz, Chema Madoz, Carmen Calvo, Daniel Canogar, Susana Solano, Amparo Garrido y Dora García. Los científicos han sido Margarita Salas, Ignacio Cirac, Juan Luis Arsuaga, Sara Teichmann, Pedro Alonso, Elisabeth Blackburn y David Nogués-Bravo. Las obras de CNIO Arte se presentan cada año en ARCO y han viajado al Instituto Cervantes de Nueva York y de Chicago, así como a la Embajada de España en Washington. Además, la obra de Daniel Canogar participió en una exposición en Alemania, la de Chema Madoz fue presentada en el CCCB, y la escultura de Susana Solano está expuesta en la restrospectiva sobre esta artista en la Fundació Vila Casas de Barcelona.
En nuestro compromiso con la divulgación de la ciencia a la sociedad, el CNIO también organiza simposios de Ciencia y Arte, que este año se ha celebrado en el Museo Thyssen-Bornemisza. Además, en 2023, y gracias al apoyo de la Fecyt, iniciamos las CNIO Artistic Residences, cuya primera artista ha sido Clara Montoya, que creó su obra 'Ignota' fruto de su conocimiento del CNIO. Este año hemos iniciado el Ciclo de Cine y Ciencia CNIO-Circulo de Bellas Artes, que tiene como objetivo divulgar la ciencia a través del cine, con la participación de importantes científicos de nuestro país. Finalmente, desde hace cinco años organizamos los simposios CNIO-Banc Sabadell de Ciencia y Filosofía para unir la ciencia y las humanidades a través del pensamiento crítico.
Que un centro de investigación de élite tenga iniciativas de divulgar la ciencia a la sociedad a través de las Humanidades puede extrañar a algunos. Personalmente pienso que tenemos que avanzar hacia un mundo donde la ciencia y las humanidades vayan de la mano, por el conocimiento de todos, por el bien común.
María Blasco es directora del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO).