El año que vivimos

Cuando dentro de unos años se analice el 2020, en España se unirá el recuerdo de los efectos de la pandemia a la zozobra política protagonizada por un gobierno de coalición lesivo desde el primer minuto para los españoles.

Se rememorará por las mentiras de un Presidente que ha hecho de ellas su sello de gobierno, alguien que a su gabinete de manipulación masiva de Moncloa adiciona una capacidad admirable para engañar sin sonrojarse. Así, en un ejemplo de miles, aunque negó públicamente que pudiera llegar a gobernar con el inquietante Iglesias, se le ve dichoso haciéndolo. Así, mientras negó repetidamente que fuera a conceder indultos a los políticos presos del golpe de estado en Cataluña, ya han iniciado los trámites preceptivos para ello, y mientras dijo que jamás pactaría con Bildu hemos visto fotos de la ignomina y la traición a las víctimas haciéndolo con los herederos de ETA.

El laboratorio de ideas de Moncloa, que un día abandera las vacunas como si las hubiera desarrollado el propio Sánchez y al siguiente oculta nuestra enseña durante las campanadas en la televisión pública, es sin duda el termómetro de su política, del populismo mediático que practican, que les hace ocultar gran parte de los 85.000 fallecidos que el INE pondrá encima de la mesa o confinar a la opinión pública y publicada.

Un gobierno que ultraja y asfixia a territorios como Extremadura para favorecer a otros como Cataluña por un simple cálculo electoral. Un Presidente que da por vencido al virus justo cuando la segunda ola arrancaba con más fuerza por el mismo motivo en las elecciones vascas. Un gobierno de coalición que coarta la libertad de los padres de elegir centro educativo para sus hijos, que abusa sin escrúpulos de gobernar a base de decreto o de imponer restricciones en nuestros derechos con infinitos estados de alarma o que intenta desgastar la Monarquía Constitucional desde dentro del propio Consejo de Ministros.

Una coalición que aprueba una ley de eutanasia para ayudar a morir en lugar de apostar por los cuidados paliativos. Un gobierno que pretende controlar la justicia para evitar, por ejemplo, la imputación del Vicepresidente segundo.

Un desacreditado gobierno de la mentira y de la publicidad que obvia la realidad que estamos viviendo, la pandemia económica que va a seguir a la sanitaria, las colas del hambre cada vez mayores en las ciudades de nuestro país. Que ignora a las clases medias a las que están asfixiando con impuestos más altos, y que aplica un corralito ideológico al autónomo que genera empleo y riqueza complicando la recuperación de España.

Una irrefrenable pandemia económica a la que estos presupuestos que acaban de entrar en vigor ayudarán poco. Más bien al contrario, serán una oportunidad perdida con 27.000 millones de euros en fondos europeos que se repartirán sin rigor, sin control, sin análisis del impacto , y que, como dice el Banco de España en sus análisis, no tendrán en la economía el retorno que el gobierno prevé por cuanto con los antecedentes de Sánchez sobre la mesa, supondrán más una fuente de clientelismo para algunos que una fuente de riqueza para todos.

Lo que subyace por debajo de todo esto no es más que la pretensión de la izquierda y de la extrema izquierda de este país de controlar todo: medios, factores de producción y empleadores. Y para ello cualquier instrumento a su alcance es poco.

Pero ante este desgobierno hay alternativa e ilusión. La crisis del 2008 nos trajo un cambio del tablero político en el aparecieron populismos de todo signo que dividió el voto trayendo consigo inestabilidad y frustración a nuestra sociedad. Frente a ello, el único partido que sigue en su sitio, fiel a sus ideales, sin caer en tentaciones populistas o cortoplacistas, trabajando con seriedad, es el Partido Popular.

Pablo Casado y Teo García Egea han demostrado que al peor gobierno y más extremista de nuestra historia se le hace frente con moderación y con firmeza. Están evidenciando que hay otra España posible, ofreciendo alternativas en cada ámbito. El aire empieza a soplar según la última encuesta de GAD3 para ABC, y lo importante cuando sopla es que te encuentre con las velas desplegadas y el barco bien orientado, con las ideas claras, con España en el corazón y los españoles en la cabeza. Y con un proyecto sólido.

Víctor Píriz Maya es portavoz de presupuestos del Grupo Popular y diputado por Badajoz.

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