El ascenso de China y Asia: ¿qué nos dice el Índice Elcano de Presencia Global?

Tema[1]: Este trabajo utiliza los datos del Índice Elcano de Presencia Global para analizar cómo Asia, y especialmente China, están aumentado su presencia global a pasos agigantados.

Gráfico 1. Diferencia de presencia global entre 1990 y 2012
Gráfico 1

Resumen: Asia es la región del mundo que más ha aumentado entre 1990 y 2012 su cuota de presencia global, de presencia económica y de presencia blanda; y lo ha hecho con mucha mayor intensidad que el resto de regiones emergentes. Dentro de Asia destaca China, pero la mayoría de los otros nueve países asiáticos incluidos en el Índice Elcano de Presencia Global también han contribuido de forma significativa. El incremento del protagonismo de la presencia internacional asiática ha sido especialmente acusado en la década de los 90, hasta la crisis asiática de 1997, y durante la actual crisis económica internacional. En cuanto a los tipos de presencia, los países asiáticos han tendido a mostrar primero un crecimiento muy notable y sostenido de su cuota de presencia económica y militar y más recientemente un avance más modesto en su cuota de presencia blanda. La excepción a este patrón es Japón, al ser una potencia post-industrial inmersa en un reciente proceso de normalización de sus fuerzas armadas.

Análisis: El Índice Elcano de Presencia Global cuantifica la proyección exterior de 60 países, las 49 primeras economías mundiales más los 11 países que sin entrar dentro de estas lista son miembros de la UE y/o de la OCDE. La proyección exterior de estos Estados se calcula teniendo en cuenta tres dimensiones: económica (energía, bienes primarios, manufacturas, servicios, energía), militar (tropas y equipamiento militar) y blanda (migraciones, turismo, deporte, cultura, ciencia, tecnología, educación, información y cooperación al desarrollo). El proyecto incluye en su edición de 2012 a 10 países asiáticos (China, Japón, Corea del Sur, la India, Singapur, Malasia, Indonesia, Tailandia, Filipinas y Pakistán), que acumulan más del 88% del PIB de la región.

China es el segundo país que más ha aumentado su presencia global en términos absolutos entre 1990 y 2012, y el que más ha aumentado su cuota (3,6%), siendo también el que ha gozado de un mayor crecimiento de su cuota de presencia económica (4,2%) y de presencia blanda (2,8%), y el tercero en incremento de su cuota de presencia militar (1,7%). Esto le ha valido a China pasar del puesto 13º al 4º en el ranking de presencia global y acumular una cuota del 5,1%. El ámbito económico no es sólo en el que más ha aumentado la cuota de presencia de China, también es en el que acumula una cuota de presencia mayor (5,8%).

No hay duda de que China es el país en vías de desarrollo con una mayor pujanza internacional, como demuestra que el incremento absoluto de su presencia global desde 1990 sea equivalente al de los cinco países de Latinoamérica –o del Magreb y Oriente Medio– con mayor presencia internacional, y que el aumento de su cuota de presencia global sea igual al crecimiento agregado del resto de los países asiáticos incluidos en el índice, y mayor que el experimentado por el Magreb y Oriente Medio (2,9%) y por Latinoamérica (1,8%). Esta diferencia de crecimiento de cuota de presencia en favor de China respecto a los demás países en vías de desarrollo es particularmente evidente en la presencia blanda. China ha ganado un 2,8% de cuota de presencia en este ámbito, frente al 0,1% de los países asiáticos en vías de desarrollo, al 0,5% de América Latina y al 0,3% del Magreb y Oriente Medio.

Gráfico 2. Dispersión de la presencia global a lo largo de las últimas dos décadas
Gráfico 2. Dispersión de la presencia global a lo largo de las últimas dos décadas

Además, salvo en relación a EEUU, cuya presencia internacional sigue aumentando más rápido que la de China, la brecha en el ritmo de ascenso entre el gigante asiático y el resto de las potencias tradicionales es cada vez mayor. De mantenerse la tendencia de los últimos dos años, China se convertiría en el segundo país con mayor presencia internacional antes de 2020, superando al Reino Unido en 2015 y a Alemania en 2019.

En Asia no sólo emerge China

Si se observan en la Tabla 1 las variaciones en los 20 primeros puestos del ranking del índice, se ve que entre 1990 y 2012 Asia ha subido 26 posiciones, con cuatro países experimentando avances. Otras dos regiones más han ganado puestos, pero en una medida mucho menor. Latinoamérica ha escalado cuatro posiciones, gracias a Brasil, y Oceanía una, gracias a Australia.

La Tabla 2 muestra que el crecimiento de la cuota de presencia global de Asia (7,2%) es mayor que el del resto de regiones juntas (6,2%). Incluso omitiendo a China, la cuota de presencia global de Asia crece un 3,6%, el doble que el aumento de la de América Latina y un 0,7% de cuota más que el Magreb y Oriente Medio. Como se aprecia en la Tabla 3, el avance del peso específico de la presencia internacional de Asia ha sido especialmente notable en dos períodos: la década de los 90 hasta el estallido de la crisis asiática de 1997 y a partir de la crisis económica internacional iniciada en 2008.

La Tabla 3 evidencia que el crecimiento de la cuota de presencia de Asia es bastante constante e integral. Asia sólo experimenta una reducción en su cuota de presencia internacional en la dimensión económica para el período 1995-2000 y en la dimensión blanda para el período 2010-2012. El primer retroceso es el más notable, 0,3%, y vino motivado por los efectos de la crisis financiera asiática, que azotó con especial crudeza a Tailandia, Indonesia, Corea del Sur, Malasia y Filipinas, y también se dejó sentir en China, la India y Singapur. Por su parte, la reciente y leve contracción de la cuota de presencia blanda de Asia obedece fundamentalmente a la caída de la cooperación al desarrollo y la ciencia japonesas y a los peores resultados cosechados por China en los Juegos Olímpicos de Londres respecto a los de Pekín.

Tabla 1. Las 20 primeras posiciones en el Índice Elcano de Presencia Global de 2012 y comparación con 2011 y 1990
Tabla 1. Las 20 primeras posiciones en el Índice Elcano de Presencia Global de 2012 y comparación con 2011 y 1990

Tabla 2. Evolución de la cuota de presencia global por regiones, 1990-2012 (%)

Tabla 3. Variación anual media de la cuota de presencia asiática por dimensiones y períodos, 1990-2012 (%)

Asia: región pujante y heterogénea

La evolución de la presencia internacional de los países asiáticos no es del todo homogénea (Tabla 4), pudiendo distinguir tres tipos de países según la tendencia de su cuota de presencia global: ascendente, estable y descendente. Además de China, cuya situación fue expuesta anteriormente, también han experimentado un incremento notable en su presencia global Corea del Sur (1,4%), Singapur (1%), la India (0,8%), Tailandia (0,6%), Malasia (0,6%) e Indonesia (0,5%). Tras un excelente comportamiento en los años 90 del siglo pasado, todos estos países sufrieron un retroceso, o al menos estancamiento, en su cuota de presencia global a raíz de la crisis asiática de 1997, pero fueron capaces de revertir esta tendencia con el cambio de siglo. Los primeros en volver a un alto ritmo de crecimiento de su cuota de presencia global fueron los Estados menos afectados por esa crisis –la India (2000), Singapur (2000) y Corea del Sur (2000)– y luego lo hicieron los países en vías de desarrollo del sudeste asiático –Malasia (2005), Tailandia (2010) e Indonesia (2011)–. El único país de Asia con una cuota de presencia global estable es Filipinas, que sólo ha ganado un 0,1% de cuota de presencia global y lo hizo antes de la crisis financiera asiática. Es decir, que a diferencia de los otros países en vías de desarrollo del Sudeste Asiático para los que se calcula el índice, Filipinas no ha sido capaz de recuperar el dinamismo que exhibió antes de la crisis de 1997. Sólo dos países asiáticos –Japón (-1,1%) y Pakistán (-0,2)– han visto reducida su cuota de presencia internacional entre 1990 y 2012. El caso nipón corresponde al patrón típico de los países post-industriales que ven lastrada su cuota de presencia global por una merma relativa de su presencia económica (-2,5% de cuota) y en menor medida de su presencia blanda (-2,2% de cuota). En el caso de Islamabad, su incremento en cuota de presencia militar (0,8%) no es suficiente para contrarrestar la reducción en términos absolutos de su presencia blanda, que le supone un descenso de la cuota global de presencia blanda del 0,5%. Esta caída de la presencia blanda paquistaní viene propiciada por la disminución del número de migrantes internacionales en este país, fundamentalmente refugiados afganos.

La Tabla 3 evidencia que el crecimiento de la cuota de presencia de Asia es bastante constante e integral. Asia sólo experimenta una reducción en su cuota de presencia internacional en la dimensión económica para el período 1995-2000 y en la dimensión blanda para el período 2010-2012. El primer retroceso es el más notable, 0,3%, y vino motivado por los efectos de la crisis financiera asiática, que azotó con especial crudeza a Tailandia, Indonesia, Corea del Sur, Malasia y Filipinas, y también se dejó sentir en China, la India y Singapur. Por su parte, la reciente y leve contracción de la cuota de presencia blanda de Asia obedece fundamentalmente a la caída de la cooperación al desarrollo y la ciencia japonesas y a los peores resultados cosechados por China en los Juegos Olímpicos de Londres respecto a los de Pekín.

La presencia internacional de Asia no es sólo económica

Si comparamos la posición de los países asiáticos en el ranking de presencia global con sus puestos en las clasificaciones específicas para cada una de las tres dimensiones que contempla el Índice Elcano de Presencia Global (Tabla 6), lo primero que llama la atención es que la mitad de ellos goza de una jerarquía notablemente mayor en la esfera militar.

Tabla 4. Evolución de la cuota de presencia global de los países asiáticos, 1990-2012 (%)

Tabla 5. Evolución de la cuota de presencia global por regiones, 1990-2012 (%)

Tabla 6. Posición de los países asiáticos en el Índice Elcano de Presencia Global de 2012

Este énfasis de los países asiáticos por potenciar su presencia militar se ve confirmado al considerar que éste es el tipo de presencia en el que Asia más ha aumentado su cuota (8,4%) y la única que ha crecido para todos los países asiáticos o durante todos los períodos contemplados en el proyecto de presencia global (Tabla 7). De hecho, siete de los 11 países que más han aumentado su presencia militar entre 1990 y 2012 son asiáticos. A pesar de ello, la dimensión militar es en la que Asia tiene una menor cuota de presencia (12,4%), debido a la abrumadora hegemonía estadounidense (55,8%).

Hay dos procesos interrelacionados que explican la mayor parte del incremento de la presencia militar de Asia: la normalización de las Fuerzas de Autodefensa de Japón y la modernización del Ejército Popular de Liberación de China. A consecuencia de su derrota en la Segunda Guerra Mundial, las fuerzas armadas japonesas han sufrido importantes restricciones tanto en su capacidad para proyectar fuerza como para desplegar tropas fuera de territorio japonés. Estas limitaciones se van a ir suavizando progresivamente desde inicios de los años 90 y en la actualidad se está debatiendo una iniciativa parlamentaria para levantarlas completamente y equiparar las fuerzas armadas japonesas a las de cualquier otro país. Este proceso ha llevado a Japón a ser el país que más ha incrementado su presencia militar en términos absolutos entre 1990 y 2012. Esta tendencia se ha acelerado de forma muy notable en los últimos años como respuesta a la modernización del ejército chino, que ha detonado reacciones similares en otros países de su entorno. Estas medidas son especialmente comprensibles debido a que Asia es una región con múltiples conflictos internacionales abiertos y sin un sistema de seguridad eficaz para resolverlos. En su intento de aumentar su capacidad para defender unos intereses crecientes fuera de sus fronteras, Pekín ha apostado de forma decidida por impulsar su presencia militar, cuyo crecimiento es el tercero mayor tanto en términos absolutos como de cuota de presencia entre 1990 y 2012 (Tabla 8). De forma paralela el conflicto entre la India y Pakistán ha espoleado un notable ascenso de la presencia y de la cuota de presencia militar de ambos países.

Asia es la región del mundo con mayor crecimiento en su cuota de presencia blanda

Al igual que sucedía en la presencia global y en la presencia económica, Asia es la región y China el país que más han incrementado su cuota de presencia blanda, con un 1,9% y un 2,8% respectivamente. Junto a China también destacará Corea del Sur, siendo el país con el cuarto mayor ascenso en su cuota de presencia blanda (1%). La acusada subida de ambos países va a estar muy vinculada a sus progresos en Ciencia y Tecnología, a lo que hay que añadir el turismo y los deportes en el caso chino. La presencia blanda es la que muestra un patrón de distribución de cuotas regionales más estable y en la que menos protagonismo ha ganado Asia. Esto se debe a que éste es el tipo de presencia que más tarde van a desarrollar la mayoría de los países asiáticos. En cualquier caso, el incremento del peso de la proyección asiática en este ámbito ha sido mucho mayor que el de las demás regiones emergentes (Tabla 9). El país asiático cuya presencia blanda despuntó antes fue Japón, que acaparó el grueso del incremento de la cuota de presencia blanda de Asia en la década de los 90, y alcanzó su máxima cuota de presencia blanda en el año 2000. El resto de países asiáticos que logran avances en su presencia blanda lo hacen fundamentalmente ya en el siglo XXI, tras haber experimentado aumentos más acusados en su cuota de presencia económica y militar. Valgan de ejemplo los casos de China, la India y Malasia. La cuota de presencia militar de China creció el doble en la década de los 90 (1,2%) que en la primera década de este siglo (0,6%), mientras que el incremento de su cuota de presencia blanda siguió el patrón inverso, creciendo un 0,9% en los años 90 y un 1,8% la década siguiente. Malasia, por su parte, va a incrementar su cuota de presencia militar en los 90, pero no en los siguientes 10 años, mientras que su cuota de presencia blanda no comenzó a crecer hasta el siglo XXI. La India, país con un nivel de desarrollo socioeconómico menor, sufrió un retroceso en su cuota de presencia blanda en la década de los 90 (-0,4%), que se transformó en un levísimo crecimiento en la década posterior (0,1%), mientras que su cuota de presencia militar ha gozado de un ascenso mucho más acusado: 0,4% en los años 90 y 0,8% en la década siguiente.

Tabla 7. Variación en la cuota de presencia de los países asiáticos por dimensiones (%)

Tabla 8. Evolución de la cuota de presencia militar por regiones, 1990-2012 (%)

Tabla 9. Evolución de la cuota de presencia blanda por regiones, 1990-2012 (%)

Conclusión: Los datos recogidos en la edición 2012 del Índice Elcano de Presencia Global permiten afirmar con rotundidad que desde el final de la Guerra Fría hemos asistido a una contracción muy significativa del peso específico de la presencia global de las potencias tradicionales. Asia ha sido de largo la zona que más se ha beneficiado de esta redistribución de las cuotas regionales de presencia internacional y dentro de ella sobresale el papel protagónico de China. La experiencia de los emergentes asiáticos muestra un patrón de inserción exterior apoyado primero en variables económicas y militares, y más recientemente también en variables blandas. La pujanza de Asia ha sido especialmente intensa en la década de los 90 hasta el estallido de la crisis asiática de 1997 y durante la actual crisis económica internacional. A pesar de ello Asia sigue estando lejos de Europa y Norteamérica salvo en su cuota de presencia económica, que es mayor que la norteamericana. Será interesante observar cómo la desaceleración de algunas economías asiáticas, entre ellas la China, pueda influir en la evolución de su presencia global en los próximos años.

Mario Esteban, Investigador principal de Asia-Pacífico del Real Instituto Elcano y profesor de Estudios de Asia Oriental en la Universidad Autónoma de Madrid


[1] El autor agradece a Iliana Olivié sus valiosos comentarios que han enriquecido este texto.

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