El cine chino encuentra el camino de vuelta a casa

El cine chino encuentra el camino de vuelta a casa

Un hombre tuvo un sueño en el que se le dijo que podría encontrar una riqueza fantástica en un remoto lugar. Al despertarse, partió inmediatamente para encontrarlo. Después de un largo viaje lleno de peligros y apuros, llegó al lugar de su sueño. Un lugareño que había escuchado el propósito del soñador se rio de él a carcajadas, y le dijo que él había soñado tres veces con una casa donde había un gran tesoro enterrado bajo una fuente. Entonces, el soñador se dio cuenta de que el sitio que el lugareño estaba describiendo era su propio patio. Volvió a casa y encontró el tesoro.

Como el hombre del cuento, la industria del cine china ha hecho un largo viaje para encontrar su lugar en el mundo. En 1994, El fugitivo se convirtió en el primer gran film hollywoodiense estrenado en el país en décadas. El público quedó fascinado con el ritmo vertiginoso y los efectos de sonido de la película, y resultó ser un éxito totalmente inesperado. Desde entonces, la industria cinematográfica china ha hecho equilibrismos en su compleja relación con Hollywood.

Aunque se ha producido una drástica disminución en las cifras de la taquilla china –los ingresos por la venta de entradas aumentaron solo un 3,7 % en 2016, después de crecer a una media de un 35 % al año entre 2011 y 2015– el país todavía cuenta con un enorme mercado del cine, con salas en continua expansión hacia áreas rurales y un público que demuestra que tienen un apetito voraz por los filmes de acción hollywoodienses.

Hasta tal punto que, recientemente, Hollywood incluso ha empezado a hacer películas teniendo en cuenta a China, incluyendo en su reparto a estrellas de cine chinas con un tremendo poder en las taquillas y modificando las tramas y la estética de los filmes para ganarse el favor del público chino.

Muchos en la industria cinematográfica china, desde jóvenes guionistas a críticos veteranos, conocen la estructura dramática hollywoodiense demasiado bien y defienden sus tropos y tácticas. Y mucha de la oferta estadounidense que llega al mercado chino, dejando a un lado la calidad, continúa funcionando bien entre el público chino, especialmente entre gente joven, cuyos gustos y hábitos audiovisuales han sido moldeados por películas de Hollywood y series de televisión.

Al igual que el público de otros países en desarrollo, en China tiende a tener una visión del mundo filtrada por Estados Unidos y centrada en él, aunque Estados Unidos no represente el mundo entero y Hollywood no sea la única industria del cine en el mundo.

Como un océano que no rechaza ningún río, la industria del cine china seguirá influyendo y permitiendo que le influyan sus colegas internacionales. China necesita a Estados Unidos, y Estados Unidos necesita a China. Pero en este momento, existe una gran discrepancia en el hecho de que muy pocas películas chinas tienen la opción de entrar en el mercado estadounidense y atraer a una importante cantidad de público.

El público chino proporciona a Hollywood grandes beneficios, ¿pero qué obtiene China a cambio? Además, las películas chinas de producción propia afrontan en ocasiones este complicado reto a la sombra de los taquillazos hollywoodienses. Tenemos todo el derecho a preocuparnos por la sucesión y la herencia de las tradiciones cinematográficas chinas, así como por la pérdida potencial de nuestros valores y estéticas únicos.

A pesar de estas preocupaciones, como un barco que se deja llevar por la corriente, seguiremos trabajando por mantener nuestros rasgos distintivos al tiempo que reconocemos los beneficios de este intercambio cultural. Pensemos en cómo el maíz, los tomates o la batata vinieron de otras tierras pero consiguieron crecer y alimentarnos a pesar de todo.

He trabajado con Hollywood antes, y mi experiencia ha enriquecido mi opinión de ambos mundos. Debido a las diferencias tecnológicas y legislativas entre las industrias cinematográficas estadounidense y china, no siempre es fácil aplicar en un entorno lo que uno ha aprendido en el otro. A veces, el esfuerzo por mejorar termina causando mayores dolores de cabeza. Pero la autorreflexión y la corrección son sin embargo fundamentales. Las vacilaciones por el miedo a cometer un error nunca permitirán el crecimiento y el cambio necesarios para crear arte.

Aunque el tesoro sea invisible a simple vista, nos damos cuenta de que es el viaje lo que es indispensable. Es importante mantener los canales – y las mentes – abiertos para obtener un entendimiento mutuo de nuestras culturas, políticas y economías. Ambas partes deben viajar más allá de lo que imaginaron para así conocerse mejor la una a la otra y explorar las posibilidades de un futuro increíble.

Zhang Yimou es director de cine, nominado a los Óscars, entre cuyos filmes se incluyen La semilla de crisantemo, La linterna roja, Hero y La casa de las dagas voladoras.

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