El complejo reto de la calidad sanitaria

Por Ana Pastor, ministra de Sanidad y Consumo (EL MUNDO, 01/09/03):

La política sanitaria reflejada en la Ley de Cohesión y Calidad se basa en tres grandes ejes: mejorar los resultados en salud; garantizar a los ciudadanos la equidad, calidad y participación en la atención sanitaria; y potenciar la cohesión del Sistema Nacional de Salud como elemento clave del Estado del Bienestar.Su desarrollo buscará hacer efectivas las garantías que la Ley reconoce a todos los ciudadanos, relativas a recibir un servicio sanitario público de calidad y en condiciones de igualdad efectiva en el acceso, independientemente del lugar de residencia.Sin interferir en la diversidad de fórmulas organizativas, se pretende que la atención al ciudadano por los servicios públicos sanitarios responda a unas garantías básicas y comunes en todos los niveles del sistema. Tanto en la prevención y en la atención primaria en los hospitales como en la atención sociosanitaria.El ciudadano tiene derecho a saber cuánto tiene que esperar para recibir una atención, a que existan tiempos máximos de espera, a ser informado de sus derechos y deberes e, igualmente, a garantizar la seguridad y la calidad en la práctica diaria.

Incorporar la mejora de la calidad como guía para esta práctica diaria en todos los niveles del sistema es un proceso continuado que requiere cambios permanentes en nuestra manera de trabajar y de organizarnos. Con esa finalidad se diseñan tres instituciones que hoy se ponen en marcha: la Agencia de Calidad, el Instituto de Información Sanitaria y el Observatorio del Sistema Nacional de Salud.

Lo hacemos así porque estamos convencidos de que la realidad dinámica de nuestro sistema exige un esfuerzo constante por avanzar, por establecer nuevas metas. El alto nivel alcanzado por nuestro sistema no permite detenernos ni mirar al pasado. Tenemos que avanzar al ritmo que nos demanda la sociedad.

Queremos que ante situaciones de igual necesidad se obtenga la misma respuesta, vivan donde vivan y estén donde estén. La Agencia de Calidad nace con el objetivo de identificar las actividades preventivas, diagnósticas, terapéuticas y organizativas que contribuyan a obtener los mejores resultados de salud. Y que estos puedan aplicarse a todos los pacientes.

Cada acto sanitario consiste en la relación entre el paciente y el profesional en el marco de una institución sanitaria. Su calidad tiene dos aspectos: la aplicación de la medicina científica a un problema de salud y la atención humana al paciente. Los tres actores que participan en un acto sanitario -paciente, profesional e institución- todos, sin excepción, son los responsables de mejorar la calidad de esta experiencia.

La agencia fomentará la evaluación externa de los centros y servicios sanitarios, con el doble objetivo de mejorar su calidad y dar información a las administraciones y a los usuarios sobre la calidad de los centros que está utilizando. El sistema sanitario tiene que presentarles de forma transparente los niveles de calidad alcanzados. El esfuerzo de los centros y de los profesionales por prestar los mejores servicios también será reconocido como ejemplo explícito de ese nivel de calidad que se pretende alcanzar.

Con esta finalidad, la Agencia promoverá la utilización de normas, indicadores y estándares de calidad en el sector sanitario para su aplicación en las diferentes organizaciones, centros y servicios sanitarios, tanto públicos como privados. El desarrollo de la calidad contribuye a la utilización más efectiva de los recursos diagnósticos y terapéuticos en beneficio de todos los ciudadanos.

La Agencia apoyará, igualmente, al Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud en la elaboración del Plan de Calidad que coordine y promueva la comunicación y gestión de la calidad.Este plan contendrá las recomendaciones que guíen una política de calidad para todo el sistema. El Sistema Nacional de Salud necesita una visión común, una visión que sea tangible y que permita convertir la ciencia en mejoras clínicas, la experiencia de unos en aprendizaje de otros.

La calidad ha de convertir los números en decisiones. Los sistemas de información sanitaria del Ministerio y los servicios de salud autonómicos constituyen un requisito previo para el desarrollo y seguimiento de políticas sanitarias orientadas a la mejora continua de la eficacia y de la eficiencia. El Instituto de Información Sanitaria se concibe como un instrumento al servicio de todo el Sistema Nacional de Salud, que actuará con criterios de transparencia y objetividad de la información generada y de acuerdo con las directrices que para su utilización establezca el Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud.

Nuestros ciudadanos exigen estar cada vez mejor y más rápidamente informados. Quieren estar bien informados, en especial acerca de lo que pueden esperar de forma razonable en términos de calidad y sobre todo de resultados de la atención sanitaria, con el fin de poder elegir, de poder participar en las decisiones que afectan a su salud. Ahora bien, un objetivo explícito de nuestro sistema sanitario es proporcionar información a los ciudadanos y a los pacientes, con el fin de mejorar su salud.

La innovación tecnológica nos permite avanzar en estas nuevas exigencias. Hay que poner al servicio de la salud todas las mejoras que ha supuesto la sociedad de la información. Así, no sólo contaremos con nuevas herramientas para prevenir y controlar enfermedades, sino que, además, el sistema se hace mucho más permeable a las necesidades, expectativas y demandas de los ciudadanos.

El Instituto de Información sanitaria se encargará de recabar, elaborar y distribuir la información que responda a las necesidades del Sistema Nacional de Salud utilizando las tecnologías más avanzadas, con el fin de lograr la mayor fiabilidad de la información que produzca. La elaboración del Barómetro sanitario permitirá pulsar las inquietudes de los usuarios del sistema.

Con las transferencias autonómicas se ha dado un importante paso en la modernización del sistema sanitario. Una de las principales ventajas de la descentralización es que permite la diversificación territorial de las políticas sanitarias y fomenta la innovación en los procesos de reforma organizativa. Diversificación e innovación son, a su vez, requisitos claves para aumentar la efectividad de los servicios sanitarios y, por tanto, mejorar la calidad de la atención que se presta a los ciudadanos.

Las importantes ventajas que se derivan de la descentralización van asociadas a nuevos retos. Tanto diversificar como innovar requieren inversiones importantes en investigación, experimentación y evaluación. Resulta clave, por tanto, que los servicios de salud autonómicos no dupliquen esfuerzos en este ámbito. Ello puede conseguirse facilitando la difusión de innovaciones y experiencias de reforma entre las distintas comunidades autónomas.

El Observatorio del Sistema Nacional de Salud tiene como tarea principal el análisis permanente y la realización de estudios comparados sobre la organización, gestión, provisión y resultados de los servicios de salud autonómicos. También deberá elaborar un informe anual sobre el estado del Sistema Nacional de Salud.Una tercera función consiste en analizar las reformas sanitarias en otros países que puedan ser de interés para el Sistema Nacional de Salud. El Observatorio se concibe, por tanto, como un órgano al servicio de las Administraciones Públicas y de los objetivos estratégicos del Sistema Nacional de Salud.

Medir, comparar, mejorar. Mientras el Instituto de Información Sanitaria se centra en las organizaciones sanitarias, el Observatorio lo hace desde la perspectiva del conjunto. A la Agencia de Calidad le corresponde dinamizar, desarrollar herramientas de mejora continua.

Tenemos el privilegio de contar con un Sistema Nacional de Salud valorado como uno de los mejores del mundo. La apuesta por la calidad nos va a permitir no sólo mantenernos en el nivel alcanzado, sino mejorar aún más la atención sanitaria y lograr que nuestros ciudadanos sean los mayores beneficiarios de este impulso.