El cultivo de la adolescencia

En un reciente y magistral libro del sabio psiquiatra Enrique Baca, titulado: «Breviario del animal humano», comienza por sostener su autor que «en la naturaleza de lo humano no es posible separar la influencia genética de la influencia ambiental».

En las primeras etapas de la vida humana, el recién nacido necesita ser acogido «por un medio lo menos hostil y más potenciador posible» …que «encarna la madre biológica». Ello «supone de facto que el recién nacido depende de la benevolencia de quien se encarga de él». Conforme la vida avanza, «el deseo y la necesidad se diferencian de forma más clara» y el niño debe aprender que «la realidad impone límites racionales al deseo sin condiciones». Por eso, una buena educación implica que «dichos límites deben ser claros desde la primera infancia».

«Los tres primeros años de la vida del ser humano se caracterizarán por, entre otros avances, el progresivo conocimiento y aceptación de los límites que la realidad impone al deseo y a la conducta». En el progreso del desarrollo de la naturaleza humana, el niño descubre la frustración «en la medida en que todas las demandas -de cualquier tipo- ...no sean satisfechas de forma inmediata». «Todos los intentos de evitar la frustración mediante la eliminación de los límites impuestos desde fuera... supone la generación de una realidad paralela y distinta a la realidad real».

Cuando el ser humano llega a la adolescencia, en su interior «se va a desarrollar una batalla entre el mundo de lo infantil -recién abandonado- y el mundo de los adultos que aún no ha llegado». Llegados a este punto, el doctor Baca señala que la «estructura funcional de la adolescencia... puede pervivir» ...por lo que «hemos de ser conscientes de la existencia de adolescentes eternos».

La edad adulta que sucede a la adolescencia se caracteriza por el «autogobierno y la responsabilidad y asume que el sujeto se encuentra en una dinámica de libertad». «La libertad supone... la responsabilidad y la congruencia». Para Baca, «la libertad es una propiedad interna del sujeto que surge del desarrollo madurativo de este», lo que significa que sin madurez educativa la libertad es una palabra vacía de contenido; por tanto deja de existir. De hecho, señala el autor que «el principal enemigo de la libertad es el miedo a la responsabilidad», hasta el punto de que «la libertad sea percibida como una carga y no como un logro humano».

Como consecuencia del devenir de la madurez del ser humano, encontramos «desviaciones... que constituyen errores existenciales», tales como «la dependencia y la utilización». La dependencia aparece cuando «el sujeto no se respeta a sí mismo» y por tanto se subordina «a quien se considera como elemento de protección». La utilización, la define el autor como «la falta de respeto a la dignidad, a la identidad y a los derechos del otro utilizado».

Todo lo dicho hasta ahora sobre la naturaleza humana, además de estar magistralmente expuesto con autoridad científica por el doctor Baca, es bien conocido y sobre todo utilizado por los populismos, ya que sus discursos políticos necesitan para tener éxito de sociedades inmaduras, es decir, adolescentes. El famoso y asombrosamente vigente lema enunciado de Eva Perón: «Donde existe una necesidad nace un derecho» sólo puede tener vigencia -no real por su imposible materialización- política en sociedades inmaduras y por tanto irresponsables.

Muy recientemente sufrimos en España las consecuencias de este tipo de políticas: una enorme caída del PIB y de la renta per cápita, que tardamos en recuperar casi una década; mucho más que ningún otro país, salvo Italia, y algo nunca acontecido antes, junto con un brutal crecimiento del desempleo y la consecuente dependencia del Estado de cada vez más gente, amén de un excepcional crecimiento del déficit fiscal, de la deuda pública -mayormente exterior- que además de hipotecar -sin su permiso- a las nuevas generaciones nos deja sin margen de actuación para una nueva crisis.

En un sistema democrático las sociedades tienen, es una tautología, los gobiernos que merecen, incluso si estos se basan en políticas y comportamientos irresponsables.

En España, la educación, sobre todo la pública, ha sido conquistada por demagogos y pedagogos -quienes dicen cómo se debe enseñar lo que ellos ignoran- que han cultivado suficientes años una enseñanza para la adolescencia eterna que tanto abunda. Cuando los padres se manifiestan, armados de pensamiento progresista, en contra de los deberes y los exámenes, están anunciando el cultivo de errores existenciales como la dependencia y la utilización, en los tristes términos descritos por el doctor Baca.

Prácticamente todas las propuestas y medidas del actual gobierno en funciones están alineadas y destinadas a una sociedad inmadura y dependiente. La inmadurez se manifiesta mediante creencias irracionales en propuestas irrealizables o de consecuencias perniciosas para toda la sociedad; véase si no el panorama de la patria peronista. La dependencia es el resultado del abandono de la responsabilidad y por tanto de la libertad: «Uno de los más preciados dones que los dioses dieron a los hombres» según Don Quijote.

Jesús Banegas es presidente del Foro de la Sociedad Civil.

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