El cumplimiento del sueño indio

No es frecuente que me toque asumir dos funciones al mismo tiempo. No obstante, eso es exactamente lo que sucedió este mes cuando pasé unos días en Nueva Delhi.

Viajé a India principalmente en mi papel de director de una reseña para el primer ministro británico sobre la resistencia a los antibióticos. Sin embargo, mi visita coincidió con la presentación del presupuesto del país para el período 2015-2016, el primero de la administración del primer ministro Narendra Modi. Tomando en cuenta algunos de mis demás intereses, lo que se presentó me pareció muy interesante.

Tras las recientes revisiones de las cifras relativas a su PIB, últimamente la economía de India ha crecido – en términos reales – un poco más rápido que la de China. Uno de los conceptos centrales de las investigaciones que hice sobre las economías BRIC (Brasil, Rusia, India y China) hace más de diez años era que en algún momento de esta década, India empezaría a crecer más rápido que China y lo seguiría haciendo durante muchos años.

El razonamiento es sencillo. Las condiciones demográficas de India son considerablemente mejores que las de China, y el tamaño y la tasa de crecimiento de la fuerza laboral de un país son uno de los dos factores clave que impulsan el desempeño económico a largo plazo; el otro es la productividad. De aquí a 2030, la tasa de crecimiento de la fuerza laboral de India sumará el equivalente de las cuatro más grandes economías de Europa continental juntas al número de trabajadores existentes. India está menos urbanizada que China y está empezándose a beneficiar de las fuerzas virtuosas que normalmente acompañan ese proceso.

No obstante, hay un problema. En lo que se refiere a la productividad, India está rezagada. A menos que encuentre una forma de mejorar, el perfil demográfico del país podría convertirse en una carga en lugar de ser algo positivo.

A este respecto, en el primer presupuesto completo de Modi no hubo nada espectacular. Sin embargo, si se aplican con éxito varias de las iniciativas, la economía podría recibir un verdadero impulso. En efecto, el elemento principal del presupuesto es el compromiso de aumentar en infraestructura para el sector público, incluso al costo de aumentar el déficit del próximo año del 3.6% al 3.9% del PIB.

Yo he sostenido durante varios años que India debe aumentar el gasto de inversión, por lo que apoyo este cambio. El presupuesto también incluye otras medidas útiles como la reducción de la tasa del impuesto sobre las sociedades y esfuerzos para mejorar el clima empresarial.

Mis visitas como director de la reseña sobre la resistencia a los antibióticos también me permitieron presenciar algunas señales alentadoras. En mi libro The Growth Map, relato mi inolvidable primera visita a Gurgaon, un municipio cercano a Delhi que funciona como centro financiero e industrial. En Gurgaon hay muchas firmas tecnológicas de alto nivel, y en este viaje visité a una de las principales empresas de diagnósticos de India, SRL Diagnostic, que está desarrollando herramientas que podrían mejorar el uso de los antibióticos.

La última vez, el trayecto de 30 kilómetros del hotel Oberoi en Nueva Delhi a Gurgaon me llevó más de dos horas y media. Aunque se estaba construyendo una nueva autopista, los tramos en construcción estaban llenos de automóviles y animales. Como resultado, el tráfico era un caos y era imposible seguir construyendo.

Me había hecho la promesa de que la siguiente vez que fuera haría de algún modo exactamente el mismo viaje. Me complace decir que ahora toma menos de una hora y la experiencia fue mucho menos dramática. Además, el automóvil del hotel que me llevó tenía Wi-Fi gratuito. Es la primera vez que veo algo así en el mundo.

Tal vez sea muy pronto para afirmar que India pronto tomará el lugar que le corresponde como tercera economía por detrás de China y los Estados Unidos. Sin embargo, puesto que el clima para la inversión en el país parece estar mejorando, ese momento podría no estar demasiado lejos. Para 2017, India podría rebasar a Italia y Brasil para convertirse en la séptima economía del mundo. Para 2020, hay una posibilidad razonable de que supere a Francia y el Reino Unido para pasar a ser la quinta.

No obstante, adelantar a Alemania y Japón requerirá pasos más audaces, sobre todo en materia de educación, salud y política económica. India tendrá que mejorar por mucho su sistema educativo, tanto a nivel secundario como terciario y hacer avances igualmente importantes en cuanto a servicios básicos de saneamiento (y aplicar las recomendaciones de mi reseña para luchar contra la resistencia a los antibióticos).

Estos adelantos, junto con un marco más estable de política monetaria y fiscal, podrían dar lugar al crecimiento de dos dígitos que ha tenido China durante las tres últimas décadas. Depende de los encargados del diseño de políticas de la India que se cumpla esta ambición.

Jim O'Neill, a former chairman of Goldman Sachs Asset Management, is Honorary Professor of Economics at Manchester University, a visiting research fellow at the economic think tank Bruegel, a fellow of the University of Cambridge's Center for Rising Powers, and Chairman of the Review on Antimicrobial Resistance.

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