El desafío que llega del sur

Más allá del low cost, la industria de la aviación a nivel mundial vive cambios profundos. La zona de Oriente Próximo y, en particular, el golfo Pérsico experimentó un auge sin precedentes en la última década con el lanzamiento de 20 compañías, seis nuevas líneas aéreas en el Pérsico, tres de ellas en los Emiratos Árabes Unidos. El crecimiento refleja unas economías en auge, la construcción de grandes aeropuertos como los de Estambul, Doha y Dubai -tercero en el mundo y con una capacidad máxima de 100 millones de pasajeros- y una mayor demanda de viajes de avión. Emirates ha disfrutado de la ventaja de ser la primera en el Golfo. La Turkish Airlines, que en solo 10 años ha triplicado su número de pasajeros y rutas y que ofrece 189 destinos desde Estambul, 15 más que Lufthansa desde Fráncfort, es otro ejemplo del cambio.

Otras como Qatar Airways y Etihad Airways, que se establecieron en 1994 y en el 2003, respectivamente, empiezan a ser grandes actores en la escena. Por ejemplo, Etihad tiene una participación del 49% en Air Berlín, el 40% en Air Seychelles y ahora está en plenas negociaciones para comprar el 25% de Aer Lingus, de Irlanda; y la compañía qatarí también tiene nuevos planes de expansión.

Mientras, en Europa ha habido una serie de fusiones, incluyendo las de KLM con Air France y British Airways con Iberia. Y Estados Unidos sigue un proceso similar: Delta se unió con Northwest en el 2008 mientras United y Continental se fusionaron dos años más tarde.

Oriente Próximo fue la única región del mundo donde el tráfico aéreo internacional aumentó durante la recesión económica. Las compañías de esta zona han acumulado una cuota de mercado significativa. Controlan el 64% del tráfico entre su región y Asia meridional, el 68% del que les une a Europa, el 77% del que lleva al sureste de Asia, y el 80% a África.

La industria de la aviación en la región doblará su capacidad, pasando de 950 a 2.440 aviones, con un crecimiento del 7,1% de pasajeros y del 6,8% para la carga anual hasta el 2029. La capacidad común de las tres principales operadoras regionales, Emirates, Qatar Airways y Etihad, ha crecido el 23% anual en los últimos 10 años. El aumento es probable que continúe con la gran acumulación de aviones nuevos y eficientes, lo que les proporcionará una ventaja competitiva frente a otros rivales internacionales. Boeing y Airbus señalan que aproximadamente la mitad de los 885 aviones encargados para Oriente Próximo se destinarán a estas compañías. En Oriente Próximo el mayor porcentaje de gasto para las compañías aéreas también es el combustible, pero tienen costos más bajos en tasas de aeropuerto y no heredan otras cargas.

Para Turkish, Emirates, Qatar y Etihad, la estrategia es aprovechar la ubicación geográfica en las rutas migratorias entre América, Europa, África y Asia para construir un hub en competencia con Air France-KLM, British Airways y Lufthansa y sus bases europeas. Se percibe preocupación en los mayores operadores de las tres alianzas mundiales aéreas respecto al desafío de las compañías de esta región vecina de tres continentes. Estas líneas aéreas se están expandiendo rápido, pero no lo están teniendo todo a su favor, algunos países se resisten o rechazan sus peticiones de mayor acceso al mercado y de nuevos slots.

Muchos expertos ven que estas compañías ofrecen un producto único. Están en buena posición para explotar América Latina, África, Oriente Próximo y Asia, que probablemente sean áreas claves para el crecimiento de su actividad y las rutas que muchas líneas aéreas europeas no pueden asumir, pero las ambiciones de estos nuevos actores y su batalla por el cielo cubren todos los rincones del mundo.

Está claro con cientos de nuevos aviones, estas líneas aéreas necesitan encontrar nuevas rutas. La última generación de aviones, incluidos el Boeing 787 y el Airbus A350, les facilitará la llegada a destinos más apartados, mientras que el superjumbo Airbus A380 permite aumentar la capacidad en las rutas existentes sin la necesidad de nuevas franjas horarias de despegue o aterrizaje.

Las compañías de Europa podrían perder negocio a favor de las que están en auge por la posición geográfica, la calidad de los productos y las redes que ofrecen con mejor infraestructura. Y no ahorran dinero en el producto ya que invierten mucho en grandes campañas de publicidad para presentarse como marcas globales o patrocinan equipos de fútbol como el Barça, el Arsenal o Paris Saint-Germain para fortalecer esta percepción entre el público.

Esa es la gran diferencia con Europa donde la estrategia no está clara y se reduce la calidad y la oferta, mientras las flotas se hacen viejas. Es una oportunidad que aprovecharán estas líneas para consolidar su posición mundial. Los grupos de Oriente Próximo crecen y, aunque de momento no son una gran amenaza, en el futuro serán rivales de los grandes grupos que se forman en EEUU y en Europa.

Anwar Zibaoui,, experto en temas árabes y mediterráneos.

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