El Estatuto del Artista y un Gobierno que «hace que hace y no hace nada»

Hizo un año, el 27 de julio, que el Gobierno socialista, con la llegada del ministro Iceta, aprobó la creación de una Comisión Interministerial para el Desarrollo del Estatuto del Artista, un marco jurídico de 75 bases que se aprobó por unanimidad tres años antes en el Congreso de los Diputados y que no había sido capaz de desarrollar.

Aquella comisión parecía un avance después de tres años de un proceso paralizado. Recuerdo haber expuesto entonces mi sospecha de que estuviésemos ante una huida hacia delante de un Gobierno socialista que deseaba apaciguar al sector de la cultura, al que tenían decepcionado, a pesar de ser un ámbito al que siempre consideró afín, aunque mi convicción es que la cultura no tiene ideología y es de todos.

Por desgracia estoy comprobando que no me equivoqué. Pasó un año y poco sabemos de las 75 medidas que prometieron desarrollar y que daban solución a las reclamaciones históricas del sector cultural para llevar al trabajador cultural al siglo XXI. Apenas se adoptaron algunas a raíz de la contrarreforma de la reforma de la Ley Laboral, con sonrojantes omisiones, pues habían ignorado por completo las particularidades del trabajo en el sector cultural, perjudicando gravemente al sector, que lógicamente se levantó contra el Gobierno. Gracias a la presión ejercida y a ese clamor que se formó, el Gobierno se vio obligado a rectificar.

Pero desde entonces no hubo nada más. Seguimos después de cuatro largos años, pandemia por medio, esperando la aplicación de soluciones para las que el Gobierno recibió en su día el apoyo de todas las fuerzas políticas. No son capaces de avanzar en el desarrollo de una normativa que aplique la prestación especial por desempleo, que después de entrar en vigor durante la pandemia a día de hoy ha desaparecido, o de definir la ampliación de la compatibilidad de las pensiones de jubilación con el ejercicio de la actividad artística y la percepción de derechos de propiedad intelectual. No se ha concretado la revisión y actualización de la oferta educativa tanto en la Formación Profesional como en enseñanzas artísticas. Tampoco hay noticias sobre la aplicación de una desgravación fiscal de los gastos de instrumentos y herramientas de trabajo o representación artística. Y ni hablar sobre la rebaja del IVA en la cultura.

Un año más perdido. Eso sí, mientras tanto el Gobierno no cesa de anunciar que está trabajando para sacar adelante dichas medidas. Incluso tiene la osadía de decir en la propia web del Ministerio que han cumplido con el desarrollo del Estatuto del Artista y que 23 de estas medidas están consensuadas desde hace meses.

Sin embargo, al Parlamento no ha llegado ninguna. Siempre son anuncios y jamás hay nada efectivo. Es el Gobierno de la propaganda, el que siempre va a hacer algo. Es el Gobierno de eso que en Galicia, con nuestra retranca, definimos como el «fago que fago e non fago nada». Y así nos va.

Miguel Lorenzo es portavoz de Cultura del Grupo Parlamentario Popular en el Senado.

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