El impacto de la crisis sobre el tejido social solidario de España: efectos y reacción de las ONGD frente a la crisis

En este nuevo informe del Laboratorio de Ideas de la Fundación Alternativas se pretende analizar la situación de las organizaciones no gubernamentales para el desarrollo (ONGD) en España, entendiéndolas como parte del entramado de instituciones políticas, sociales y económicas que intervienen en la política española de cooperación internacional al desarrollo, y como resultado de la implicación de la sociedad civil española. El escenario del análisis en que se basa no es otro que la crisis sistémica de financiación, donde el modelo social, económico y político está en plena transformación. El marco viene establecido por las dificultades prolongadas, a las que todavía no se puede descartar una intensificación mayor del déficit democrático, la desigualdad y la pobreza en todo el mundo.

Nuestra hipótesis de trabajo parte de considerar que las élites de poder que gobiernan y dominan los estratos de la economía española no contemplan la importancia del tejido social solidario y, por lo tanto, no ha habido mayores impedimentos a la hora de debilitar a los actores que lo hacen más relevante: ONGD y sociedad civil. Los incumplimientos, tanto en los compromisos internacionales sobre la ayuda oficial al desarrollo, como con el contrato social que afecta directamente a la cohesión interna de la sociedad española, se presentan como un coste necesario en esta factura de la crisis. En este sentido, y a diferencia del Gobierno, la sociedad civil española no se alinea con esta tesis y, aunque sin mecanismos suficientes para movilizarse con eficacia ante el desmantelamiento del sistema de protección social y de cooperación internacional, se instala en capacidades adquiridas y produce respuestas más comprometidas con la aldea global.

Según el barómetro de confianza (Edelman Trust Barometer, 2014), el 59% de los españoles tiene confianza total en las ONG, lo que contrasta significativamente con la confianza total en el Gobierno, que ronda el 20%. A través de la evolución de su base social, financiación y actividades que implican directamente a la sociedad civil española, como son la educación para el desarrollo y la incidencia política, las ONGD no han reaccionado de igual forma ante la crisis. Según su dependencia financiera y sus vinculaciones con el exterior, orientan sus esfuerzos hacia una estrategia u otra para seguir trabajando en sus principios y valores, mientras se anclan en el tejido social solidario para seguir construyendo una ciudadanía capaz de denunciar el déficit democrático.

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Kattya Cascante Hernández, licenciada en Ciencias Políticas y Sociología por la UCM y la Universidad de Newcastle (RU). Magíster en Cooperación Internacional (IUDC/UCM y AECID) y Máster Oficial de Políticas y Democracia (UNED).

Erika Rodríguez Pinzón, socióloga por la Universidad Nacional de Colombia (2000), y candidata a doctora en Relaciones Internacionales por la Universidad Autónoma de Madrid.

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