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El mundo según Vivienne Westwood

Sobre la COVID y el consuelo que brinda el arte

Lo que más extrañé durante el confinamiento fueron los museos, las galerías de arte y el teatro; son el culmen de la existencia.

El invierno pasado hice una visita especial a Viena y vi tres exposiciones de arte en las que se exhibían obras de tres grandes maestros: Jan van Eyck, Caravaggio y Alberto Durero. Con todos y cada uno de los cuadros, sentí el impacto de que nunca antes había visto algo así.

La pintura que Caravaggio hizo en 1607 de David sosteniendo la cabeza de Goliat: la espontaneidad, la fuerza vital. De la exposición de Durero, tinta negra sobre papel verde: desnudo como ante el espejo en su Autorretrato desnudo, ¡la verdad al desnudo! Y Madonna en la fuente, de Van Eyck, con el bebé de la Virgen acurrucado en su mejilla, con un bracito extendido sobre el hombro de su mamá, por lo que incluso se le arruga la piel de la espalda. A veces pienso en esa pintura cuando me voy a dormir; es una paz terrenal absoluta.

La pandemia está haciendo que regresemos a nuestros recursos personales. Para mí el arte es atemporal; detiene el minutero. Realmente es una imitación de la realidad, y el gran arte es tan relevante en el presente como cuando fue creado.

Sobre la política y la economía global

Yo defino a un político en el capitalismo como una persona que tiene el poder para ignorar el sufrimiento. La corrupción es global, y el capitalismo es tan corrupto como una manzana podrida, que hace muchos años dejó de ser comestible. Solo se puede escapar de la destrucción de una manera: sustituyendo el capitalismo con una distribución justa de la riqueza.

Los gobiernos deben ser custodios de la tierra; la tierra no debería ser propiedad privada. Y la custodia de esta debe ser regida por la siguiente consigna: “Lo que es bueno para el planeta es bueno para la economía”.

La narrativa cambia solo cuando el mundo cambia.

El mundo según Vivienne Westwood
Vivienne Westwood con el atuendo que usó para dar un discurso para su serie de videos “Save the World: The Big Picture” en agosto. Credit Andreas Kronthaler

Sobre el activismo

Desde los primeros días del punk en los años setenta, he sido una activista en contra de la guerra y a favor de los derechos humanos. Quiero que todos sepan que el capitalismo y la crueldad están conectados. Esto lo estoy haciendo a través de mi sitio web Climate Revolution. En las redes sociales, todas las semanas me engalano para mis discursos de los viernes, en los que uso mis diseños de moda para involucrar a la gente en la política. Si la gente no está informada, ¿cómo podremos salvar al mundo de la corrupción y el cambio climático?

Sobre el cambio climático

Estamos viendo por la lente de un mundo cambiante. Si la raza humana no voltea el telescopio para el otro lado, nos enfrentaremos a una extinción masiva. El cambio climático llegará a un punto crítico.

Por esta razón formé Climate Revolution: para salvar el medioambiente en colaboración con organizaciones sin fines de lucro. Nuestro objetivo es hablar como una sola voz. Como activista he creado mucho arte gráfico que promueve temas políticos y ambientales, el cual reimaginé para diseñar una baraja. ¡Y mira! En los naipes está la respuesta, una estrategia completa para salvar al mundo: comprar menos, eliminar los subsidios a la pesca industrial, educar a los niños, etcétera. Incluso tenemos un manifiesto en el que detallamos la necesidad de dejar atrás el capitalismo y dirigirnos hacia lo que llamo “la tierra de nadie”: una visión del mundo basada en el principio de que no debería estar permitido que nadie poseyera tierra.

Sobre la moda y la sustentabilidad

Reduce, reusa, recicla. Con reciclar no basta para mitigar el cambio climático, pero si reducimos el consumo y reusamos podemos tener un impacto verdadero. Probablemente una de las cosas más importantes que he dicho es “compra menos, elige bien, haz que te dure”. Se trata de calidad, no de cantidad.

La ropa popular ahora se ha reducido a una variedad limitada de ropa deportiva cosida a máquina y trapos baratos confeccionados en lugares como los talleres de explotación laboral en China o Indonesia. Tenemos que volver a producir prendas de alta calidad. Nuestras preferencias como consumidores pueden tener un efecto enorme en la industria de la moda.

Sobre las lecciones de la historia

Mi gloria es leer. Aristóteles define la felicidad como poder realizar nuestro potencial. Al hacerlo nos volvemos quienes realmente somos, así como una bellota se convierte en un roble. Para mí eso es la lectura: te encuentras a ti mismo porque te olvidas de ti mismo y te pones en los zapatos de alguien más. Es la manera más intensiva de involucrarse en el mundo y descubrir la naturaleza humana. Obtienes lo que cultivas.

Formé un club llamado “Intellectuals Unite” para promover la lectura. Una cosa es leer los periódicos para estar al día, pero también necesitamos el pasado. La gran literatura es atemporal. Yo recomiendo los clásicos porque han superado la prueba del tiempo, y ofrecen un panorama de la época en la que vivieron. Somos el pasado; no podemos comprender el mundo si no sabemos qué sucedió antes de nosotros.

Vivienne Westwood es diseñadora y activista.

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