El otro CUP

No les hablaré de la Candidatura d'Unitat Popular. Es solo un pequeño truco de magia para que lean este artículo. Les quiero hablar del otro CUP. Del cáncer de origen desconocido (COD) o CUP por sus siglas en inglés (cancer of unknown primary). Se trata de un enigma en oncología. Una persona con CUP es definida como aquel paciente al que se le detectan metástasis pero en el que no se encuentra el tumor originario desde donde han nacido esas células. Es una situación extraña, ya que en la mayoría de casos un paciente con cáncer debuta con su tumor primario solo o de entrada ya se diagnostican el primario y sus correspondientes metástasis. Recordemos que las metástasis son células que escapan del tumor primario y por la sangre o el sistema linfático viajan a otros tejidos u órganos. A veces las metástasis siguen vías y destinos conocidos. Por ejemplo, el cáncer de mama suele dar metástasis en las costillas; el cáncer de colon, en el hígado, y el de próstata, en huesos.

Pero los CUP son un enigma. Puede que el tumor primario, una vez ha tenido sus células hijas metastásicas, haya desaparecido, haya muerto. Como si fuera un padre difunto que solo vive en el ADN de sus hijos. O también puede ser que el tumor primario, aunque ya se haya diseminado por el organismo, sea muy pequeño y se encuentre escondido en regiones de difícil visión con las técnicas disponibles en la actualidad. Saber cuál de las dos hipótesis es cierta o si ambas lo son es algo que será descubierto en un futuro no muy lejano.

Los CUP representan entre el 5-10% de todos los tumores que se producen en el planeta. Una cifra nada despreciable si tenemos en cuenta que la incidencia del cáncer va en aumento y que a una de cada tres personas le será diagnosticado un tumor durante su vida. Además, como la aparición de cáncer es más frecuente a medida que envejecemos y los CUP suelen aparecer alrededor de los 60 años, es probable que se incrementen los casos.

La supervivencia después de haberse catalogado las metástasis como pertenecientes a la entidad CUP no es buena. El principal motivo es que el médico no sabe muy bien qué hacer. Si desconoce si viene de un cáncer de pulmón o de un cáncer de mama, el tratamiento es incierto. Muchas veces se da un tratamiento de amplio espectro para intentar matar las células de diferentes tipos de cáncer. Sería como si tuviéramos una infección, no hubiéramos identificado el microorganismo causante de la misma y diéramos un antibiótico para eliminar todo tipo de bacterias. En el caso del CUP, como en el caso de las enfermedades infecciosas, el médico quisiera saber a qué tumor, a qué tipo de monstruo, está verdaderamente enfrentándose. Hasta hace poco, hacer el diagnóstico del tumor primario solo era posible en el 25% de los casos, un porcentaje desgraciadamente demasiado bajo.

Recientemente hemos dirigido un estudio internacional que abre una rendija de esperanza para los pacientes CUP. Describimos una forma de hacer menos pesada la tarea del médico dándole la información que desesperadamente necesitaba. Estudiando más de 10.000 tumores humanos de casi todos los tejidos del cuerpo, hemos desarrollado un test que, basado en los patrones epigenéticos (marcas químicas del ADN), identifica el tipo de tumor primario que ha producido las metástasis de los CUP en aproximadamente un 90% de casos. Los lugares más comunes donde surgieron los CUP fueron el pulmón, la mama, el hígado, el tracto colorrectal, el páncreas y los tumores epiteliales de la cabeza y el cuello. El trabajo ha durado más de cinco años y ha representado un gran esfuerzo de todas las personas y grupos implicados, pero es uno de esos hallazgos que se pueden aplicar ahora mismo.

Les puedo asegurar que mi máxima satisfacción es ver que algo que hemos descubierto en el laboratorio puede ser útil a las personas, especialmente a aquellas en situación de fragilidad como las afectadas por enfermedades graves como el cáncer. El sistema diseñado (EPICUP), además, ha sido un ejemplo de colaboración público-privada, ya que un laboratorio académico en solitario no cuenta con los recursos ni los canales adecuados para hacer llegar un producto a los pacientes y ser aprobado por las autoridades sanitarias.

Los resultados demuestran que diagnosticar el lugar de origen de los CUP aumenta la supervivencia de estos pacientes. Les da más tiempo. Y el tiempo es el recurso más valioso y escaso en nuestras vidas. Una diferencia de meses, de un año, puede significar que otro investigador aísle un fármaco muy efectivo contra ese tipo tumoral. La investigación no se detiene y esperamos que más buenas noticias lleguen para tratar mejor a estas personas. Nosotros intentaremos no desviarnos de este camino y continuaremos creyendo que el conocimiento nos hace más libres para elegir nuestro destino.

Manel Esteller, médico. Institut d'Investigacions Biomèdiques de Bellvitge.

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