El periodismo, salvoconducto a la libertad

Reproducimos en su integridad las palabras pronunciadas anoche por Su Majestad el Rey durante la entrega de los Premios Internacionales de Periodismo de ABC, una noche de «los Cavia» que de nuevo fue honrada con la presencia de Don Felipe y Doña Letizia.

Faltan apenas veinte días para que finalice 2015, un año intenso que deja para nuestra historia hechos trascendentes, conocidos y seguidos, en buena medida, a través de los medios de comunicación. Por eso, tanto a la Reina como a mí nos alegra tener nuevamente la oportunidad de estar cerca de los que cumplís con esa fundamental función de informar y formar opinión.

Y volver a esta Casa de ABC para ello y para entregar los Premios Mariano de Cavia, Luca de Tena y Mingote es siempre un placer. Porque al compartir esta «noche de los Cavia» nos sumamos no solo al reconocimiento de los méritos demostrados por los galardonados –tarea amable, sin duda–; sino también al ejercicio de reflexión serena sobre la labor y el servicio que la prensa desempeña en esta sociedad nuestra. Labor de prescripción, de síntesis, de análisis, de orientación…, de alimentar el interés y el criterio sobre lo que nos ocurre, de hacernos más libres y conscientes en nuestra convivencia democrática.

Sin duda, la memoria de esos tres nombres y la trayectoria de este diario son una gran referencia del periodismo en español. Una trayectoria fiel a sus principios y que busca con estos premios reconocer y estimular cada año lo mejor del periodismo actual, y no sólo español. Gracias por ello y gracias también al apoyo generoso que, para impulsar estos premios tan prestigiosos, ofrece Ferrovial.

La información constituye un factor esencial de progreso y vertebración. Eso es una constante. Además, el periodismo libre, riguroso y de calidad es antídoto contra el uso demagógico o perverso de la información, así como contra el abuso del poder o de quien pretenda sojuzgar derechos y libertades. Por tanto, conocer la actualidad despierta inquietudes, alienta opiniones, amplía perspectivas…, conecta a las personas. Nos abre al saber y al intercambio de ideas. Nos facilita ser mejores y más plenos, porque el ser humano no evoluciona aislado.

Y si siempre hemos evolucionado en comunidad, conviviendo, entonces el futuro pasa necesariamente –aún más en nuestros días– por la suma de fuerzas, por la unión de talento, por la conjunción de sensibilidades, por la confrontación de puntos de vista y la búsqueda de puntos de encuentro. Esa solidaridad y esa vocación integradora no nos son en absoluto ajenas a los españoles. Forman parte de nuestro carácter y son artífices de nuestros mejores logros.

Los tiempos –y las circunstancias que los acompañan– ponen a prueba a las personas, a las organizaciones y a las instituciones, pero a cambio fortalecen a quienes se esfuerzan por superar los desafíos que conllevan. Nuestro país está experimentando durante estos años una transformación en muchos órdenes, y la prensa no se ha quedado al margen, sino que ha sabido situarse en primera línea. Los periódicos españoles han afrontado una reconversión empresarial y tecnológica formidable para adaptar sus estructuras de negocio y de trabajo a la realidad económica y digital actual.

Esa transformación será la que garantice la necesaria viabilidad e independencia de las redacciones, de la mano de profesionales cualificados y en sintonía con la sociedad y sus demandas. Esta misma Casa, la de ABC, ha sido ejemplo de innovación a lo largo de sus 112 años. Fue el primer periódico que publicó una imagen en color y una fotografía aérea; el primero que estrenó web, hace ya veinte años, y el que hace apenas dos meses ha lanzado un nuevo concepto de diario en línea, con versiones diferentes para ordenador y móvil…

Otro guiño al futuro es la misma celebración, esta noche, de la 95ª edición de unos premios internacionales que incluyen en su nómina a las principales figuras del periodismo en español de los siglos XX y XXI. El jurado, presidido por nuestro querido director de la Real Academia Española, Darío Villanueva, ha resuelto elegir este año a tres personalidades y trayectorias sobresalientes y comprometidas con los retos intelectuales contemporáneos.

Carlos Herrera es el periodista de todos. El de la distendida cotidianidad a pie de calle. Un comunicador valiente, espontáneo y optimista, con bastantes más «fósforos» que complejos; buen conocedor y valedor de España, admirador y divulgador de su diversidad cultural y social, partícipe y practicante de sus tradiciones y aficiones.

De estas amplias perspectivas vitales bebe «Muros de ayer y de hoy», el artículo por el que se le concede el Premio Mariano de Cavia, publicado en ABC el 7 de noviembre de 2014. En él alerta oportunamente sobre las consecuencias de levantar fronteras artificiales sobre espacios naturales de libertad, de convivencia y de desarrollo colectivo. Veinticinco años después de su caída, el Muro de Berlín constituye una lección histórica reciente y contundente, cuyo simple estudio debería espantar cualquier tentación de reeditarlo.

Europa nos brinda la magnífica oportunidad de formar parte de la mayor unión histórica de Estados democráticos, libres, modernos, solidarios, competitivos, fiables, influyentes... Una superestructura política, económica, social, también cultural, que, hoy, además, se erige como la mejor garantía frente a quienes pretenden destruir nuestra civilización e imponer el miedo donde gobierna la racionalidad. El terrorismo no es una amenaza: es una realidad que debemos vencer. Desde la unidad, desde la firmeza, la fraternidad, la responsabilidad y la Ley. España lo sabe bien.

Somos Europa al tiempo que nos unen también estrechos lazos históricos, culturales y emocionales con Iberoamérica. Por eso, vivimos con especial cercanía la actualidad de países hermanos como Venezuela. Allí espera poder regresar pronto Miguel Henrique Otero, Premio Luca de Tena 2014, presidente-editor del diario «El Nacional». Su biografía es la de un matemático que ha hecho de su vocación periodística un salvoconducto hacia la libertad, la democracia y la justicia –los tres pilares que sostienen un Estado de Derecho–, así como la autoestima de las personas, la paz social y el bienestar de un pueblo.

Con este reconocimiento ABC reafirma su compromiso con la querida nación venezolana. Los nuevos entornos digitales, que con habilidad emplea Miguel Henrique, son la metáfora real de un mundo global, abierto, libre e interconectado, en el que resulta todavía más anacrónico poner límites al pensamiento y a su expresión.

Efectivamente, la libertad de información y de opinión, ejercida desde el respeto y la responsabilidad, no admite condiciones ni acotaciones. La tolerancia y la convivencia de sensibilidades es lo que encarna Javier Barcáiztegui, «Barca», Premio Mingote 2014. Sus viñetas en la revista «Trofeo» aúnan el arte y la afición cinegética practicada en sintonía con los ciclos de la Naturaleza. Gusto, fino humor, tradición y ocio, compactados en un dibujante que definió su trazo al lado del maestro que da nombre al galardón que esta noche recoge.

Mi enhorabuena y la de la Reina a los tres premiados, y nuestro agradecimiento a ABC por estimular el mejor periodismo que pone de manifiesto, una vez más, el talento, la imaginación, la vocación, la dedicación y la entrega. Una vocación, una dedicación y una entrega que definen mi compromiso permanente como Rey con el presente y futuro de España, con el de todos los españoles.

Muchas gracias, y felices fiestas.

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