El Plan no reactivará la economía

Cinco de los principales expertos de la economía española analizan el proyecto del Gobierno para salvaguardar el sistema financiero. Y explican para MERCADOS cómo deberían implementarse las medidas 12/10/08:

Todos están de acuerdo en la necesidad de mover pieza cuanto antes para plantar cara a la crisis. Pero también en que el plan millonario de José Luis Rodríguez Zapatero no basta por sí solo para reactivar la economía. Son dos de las conclusiones de los cinco expertos reunidos por MERCADOS para evaluar el programa de medidas anti crisis del Gobierno. Luis de Guindos (ex secretario de Estado de Economía), Manuel Lagares (catedrático de Hacienda Pública), Manuel Conthe (ex presidente de la CNMV y presidente del Consejo Editorial de Expansión y Actualidad Económica), Jordi Sevilla (diputado y ex ministro de Administraciones Públicas) y José Luis Escrivá (director del Servicio de Estudios de BBVA) intercambiaron reflexiones durante más de dos horas en Madrid. Una charla densa y vibrante que ayudará al lector de EL MUNDO a comprender mejor en qué piensa gastarse el Gobierno 50.000 millones de euros procedentes de las arcas públicas.

Este comité improvisado de expertos defiende que el Estado debe intervenir si algún banco o caja nacional se asoma al abismo.Y hace suya la reflexión de Jordi Sevilla: «El dinero, para abrir boca, está bien [...] También creo que estas medidas no son suficientes para reactivar la economía española». Por el contrario, los expertos mantienen drásticas discrepancias sobre el fin último del plan.Es decir, si el dinero debería inyectarse directamente en el bolsillo del ciudadano o desviarse previamente a las entidades financieras para sanear sus balances y reactivar la maquinaria del crédito.

OBJETIVO

Casimiro García Abadillo: El plan de Zapatero ¿era la única alternativa que tenía el Gobierno?

Jordi Sevilla: Yo creo que hay que partir de una pregunta: ¿el objetivo es facilitar que el crédito llegue a las empresas y a las familias o resolver un problema de los bancos?

José Luis Escrivá: En primer lugar, tenemos un fallo en el mercado: hay sequía de financiación y si se prolonga, terminará afectando a las familias. Ante eso se justifica una intervención pública, con un plazo limitado. Y el Estado decide inyectar liquidez para que el mercado de crédito respire. Hay una segunda consideración que tiene que manifestarse en la instrumentación del plan: que tiene que hacerse minimizando los costes. El Estado no debe asumir riesgos significativos.

Luis de Guindos: España es el país con mayor necesidad de financiación del mundo. Los ciudadanos y las empresas españolas ven que no llega el crédito. Y eso es consecuencia a su vez de que bancos y cajas no se pueden financiar fuera. Era necesario hacer algo que permitiera dar fluidez a bancos y cajas. ¿Esto lo va a hacer? Puede ser un paso en la dirección correcta. Eso sí, tiene un coste, porque hay que emitir deuda y eso va a incrementar los ratios. Soy favorable al plan. Pero lo peor que podría pasar es hacerlo, generar expectativas y que saliera mal.

Manuel Lagares: Coincido con que hay una crisis de liquidez de dimensión hasta ahora desconocida. ¿Es bueno el plan? Sin lugar a dudas, pues creo que no queda otra alternativa sensata. Me parece una solución razonable a un problema muy grave. Pero quizás con 50.000 millones no se logre totalmente el objetivo si la crisis dura mucho. Su éxito, en todo caso, dependerá de que el plan se implemente adecuadamente. Tendría que lograrse una distribución equitativa entre todas las entidades.

Jordi Sevilla: Lo que estamos viendo en todo el mundo es que hay entidades que tienen problemas de solvencia y también de liquidez. Esto último es lo que nosotros estamos padeciendo.La falta de liquidez puede afectar a las entidades porque vienen vencimientos que tienen que refinanciar o devolver. Lo indignante es ver empresas rentables obligadas a cerrar porque nadie les renegocia los préstamos. El objetivo del plan tiene que ser ése, facilitar que se reactive el préstamo a las familias y a las empresas.

Manuel Conthe: La diversidad de opiniones demuestra que el presidente no fue hábil al presentar la idea, pues esta operación de refinanciación no va destinada directamente a los sectores productivos. Lo que se propone Zapatero es un mecanismo de refinanciación a medio plazo de una cartera ya existente de activos bancarios de relativa o buena calidad. No está claro quién hará de agente, pero lo que conseguiría el intermediario es un activo líquido, deuda pública, que puede vender a medio plazo de una cartera ya existente de activos bancarios de relativa o buena calidad. En la medida en que las entidades vean que la parte de sus pasivos que les vayan a vencer ya los tienen refinanciados, serán menos drásticas en recortar el crédito, lo que hará que el sistema financiero sea menos restrictivo en la financiación de empresas y familias.

Casimiro García Abadillo: ¿Se pueden establecer desde el punto vista teórico garantías para que esa línea de financiación llegue a la banca y a las familias?

José María Escrivá: Las garantías absolutas son propias de modelos dirigistas que nunca han funcionado. Pero sí se pueden crear incentivos y condiciones para que el préstamo sea más efectivo.También es muy importante la capilaridad y un mecanismo de asignación, para que el fondo llegue a todo el mundo.

Luis de Guindos: Primero tenemos que identificar cuál es la enfermedad y luego hablar de la medicina. La enfermedad es que los inversores consideran que los bancos no tienen capital para hacer frente a la pérdida de los activos. El problema mundial es que se han hecho préstamos malos, que tienen activos tóxicos, y que las provisiones y las minusvaloraciones que tienen que hacer se comen el capital. Así que la liquidez no es el problema. El problema es la solvencia. A partir de ahí se pueden hacer dos cosas: comprar los activos malos o recapitalizar los bancos. Lo que se pretende con este plan es proporcionar la financiación que en este momento no se puede obtener a un precio razonable.

Manuel Lagares: Los bancos y cajas están mejor que las de otros países en cuanto a solvencia. Su morosidad está hoy, además, por debajo del 3% del crédito concedido. A principios de los 90 he visto tasas medias de morosidad del 7% y hasta del 14%, y pese a todo, lograron sobrevivir. Por eso creo que no tenemos un problema de solvencia, sino de liquidez. Un problema de carácter mundial, pero que en nuestro caso es más acuciante porque tenemos una crisis del sector inmobiliario más grave y profunda que en otros países.

LIQUIDEZ

Jordi Sevilla Yo también creo que en España el problema es de liquidez. Y la preocupación surge no porque los bancos anden escasos de liquidez, sino porque, por esa razón, las empresas y las familias quiebran. El banco transmite la enfermedad, pero no la padece. Si lo que queremos es resolver el problema de las familias, creo que habría que introducir algún tipo de dirección en el crédito. Y el ICO puede ser el instrumento.

Pedro J. Ramírez: ¿Pero cómo se garantiza que ese dinero llegue a su destino?

Jordi Sevilla: Habría que modificar el reglamento del ICO, que no le permite financiar circulante. Tendría que firmar convenios con la banca, igual que está financiando los préstamos para VPO o para las pymes.

Manuel Lagares: Ya. Pero, entonces, ¿cómo se pagará la deuda exterior contraída en estos años por bancos y cajas para financiar la economía española?

Jordi Sevilla: Manuel, tú habrás enseñado muchas veces que, en economía, no se puede conseguir dos objetivos con el mismo instrumento.

Manuel Conthe: A mí me parece que sí tiene lógica que España empiece con un instrumento de refinanciación como éste. Y más adelante, quizá, habrá que hacer otras cosas. Un mecanismo de refinanciación a largo plazo va a suavizar la contracción del crédito de las instituciones obligadas a refinanciar.

Casimiro García Abadillo: Lo peor es que, quizá, vamos a solucionar el problema de financiación que tiene la banca, pero sin lograr garantías de que se vayan a conceder realmente más créditos.

Pedro J. Ramírez: Eso es muy difícil de vender a la opinión pública.Y muy difícil de aceptar por el partido de la oposición. Yo estoy de acuerdo en que este plan ha empezado bien, pero veo que está a punto de naufragar, casi antes de salir del puerto. Zapatero ha tenido el sentido de la oportunidad. Pero nos presentó este plan como un conjunto de medidas cuyo único y exclusivo objetivo era aumentar el crédito a las familias y a las empresas. Y resulta que no es eso. Por otro lado, a mí los incentivos me parecen un camino insuficiente. Lo que José Luis viene a decir es que se le dé tanto a aquél que lo vaya a destinar a ese fin como al que no; sólo que al que lo vaya a destinar a ese fin, se le dé más barato.

José Luis Escrivá: A mí lo que me preocupa es que haya que conseguir como sea que el crédito llegue a determinados sectores o familias.La única forma de hacerlo, con las reglas que tenemos, es a través de incentivos. Al final, lo que tenemos es un problema de solvencia y un problema de liquidez que se entremezclan y son difíciles de distinguir. Pero los problemas de solvencia se resuelven individualmente con cada entidad.

Luis de Guindos: No es sólo un problema de liquidez. La liquidez la están inyectando los bancos centrales a lo bestia pero no circula. Para que lo haga tiene que volver la confianza al sistema.Esa es la clave.

CONFIANZA

Casimiro García Abadillo: Lo que estás diciendo es que mientras no se resuelva el problema de los activos malos, que también tiene España, no se recuperará la confianza...

Luis de Guindos: En España hay menos activos, pero los hay problemáticos.Entre otras cuestiones, porque hay una recesión y muchos promotores están en suspensión de pagos. Eso es lo que están descontando los mercados. Este es el país que más crecimiento de crédito ha tenido en los últimos años; y en el que el peso del sector inmobiliario es el más importante. Y los dos elementos que definen la crisis a nivel mundial son el apalancamiento financiero y el problema inmobiliario. Si no queremos reconocer eso, tenemos un problema de credibilidad.

Manuel Lagares: Insisto en que quizá con tantos objetivos desvirtuaremos una medida clara que consiste en dar liquidez a las entidades

Pedro J. Ramírez: Manuel, perdona, era una medida muy clara hasta que se ha empezado a interpretar así. Es otra cosa completamente distinta a lo que ha dicho Zapatero. Cuando habló de activos de máxima calidad no estaba hablando de lo que iban a hacer los bancos con el dinero; estaba hablando de a cambio de qué el Estado iba a dar el dinero a los bancos.

Manuel Lagares: Pero si es así, ¿cuál es el neto que le queda a la banca para solucionar sus problemas?

Pedro J. Ramírez: Nada.

Manuel Lagares: Claro, entonces no habremos resuelto los problemas de liquidez que tenemos en la mesa.

Pedro J. Ramírez: En incremento de valor no, pero en liquidez, sí.

Manuel Lagares: Una cosa es lo que literalmente ha dicho el Presidente, que quizá sea lo que finalmente salga, y otra lo que necesita la economía. Todas las medidas de dirigismo conllevan riesgos.

Pedro J. Ramírez: Pero estamos hablando de dinero que sale del Estado.

Manuel Lagares: Estamos hablando de dos enfoques distintos. Uno, el que parece que se deriva de lo que expuso Zapatero, que conduciría a distribuir esa financiación extraordinaria, a través de las entidades financieras, a familias y empresas. Y otro, el que pretende que, ante el cierre de los mercados, esa liquidez se aplique a los inminentes vencimientos exteriores de la deuda contraída por bancos y cajas para financiar las necesidades de la economía en años anteriores. Creo que los bancos y cajas fueron a pedirle a Zapatero que resolviese este último problema, que no se arregla entregándoles liquidez a cambio de sus activos.

Manuel Conthe: En materia de solvencia, lo único que ha hecho el Gobierno es decir que los depositantes no van a asumir pérdidas.En España probablemente la morosidad empezará a manifestarse con más fuerza algo más tarde y terminará afectando a bancos y a cajas. Por eso creo que es lógico que la renta variable y las acciones estén bajando, porque están reflejando el deterioro del valor del neto patrimonial de las entidades de crédito.

Casimiro García Abadillo: El presidente sabe y dice que hay que arreglar el problema de liquidez de la banca. A lo mejor estamos a favor, pero que lo diga. Lo que no vale es que diga que quiere solucionar el problema de las empresas y las familias dándole dinero a la banca y que luego hagamos como que eso no es así.Es un problema político.

Jordi Sevilla: Si no se puede establecer una especie de trazabilidad al dinero, entonces no tiene ningún sentido una tramitación ni un debate parlamentario, ni tampoco un seguimiento de la línea de crédito.

José Luis Escrivá: Lo que estamos viendo en países donde se tienen que abordar problemas de solvencia de forma apresurada es que no tenían los instrumentos. España tiene uno de los mejores sistemas del mundo. Y el Fondo de Garantía de Depósitos es un ejemplo internacional. Hay otro tema en el que también se podría hacer algo. El mercado internacional está pidiendo más transparencia sobre cuál es la posición de cada entidad en la financiación del sector inmobiliario. Esto, en general, no se sabe. Algunos bancos han dicho lo que tienen, pero la mayoría de las entidades no. Aquí yo echo en falta que aparezca la Comisión Nacional del Mercado de Valores.

¿NACIONALIZAR?

Casimiro García Abadillo: Dos preguntas para concluir. Una: ¿es suficiente el dinero que se ha comprometido el Gobierno a aportar para solucionar el problema? Y dos: ¿sería bueno que se nacionalizara parcialmente la banca para resolver el problema, tal y como están haciendo países tan liberales como EEUU o Reino Unido?

Jose Luis Escrivá: Una inyección de este tamaño para reactivar el mercado en un horizonte relativamente acotado a mí me parece suficiente. Si el mercado está cerrado más tiempo puede que no.En cuanto a la segunda pregunta, hablamos de otro tema muy diferente.Ya no hablamos de liquidez, sino de solvencia. Como solución transitoria, el Estado puede intervenir esa entidad y gestionarla durante cierto tiempo. Yo lo entiendo cómo una solución intermedia.

Luis de Guindos: ¿Es suficiente? No lo sé. Lo único que digo es que si no es suficiente, se amplíe. Segunda cuestión. Yo creo que el coste de no hacer nada es superior al coste de intervenir.Porque lo que hay que mantener es la confianza y la credibilidad en el sistema bancario de los países y, concretamente, en España.Si eso exige, o acaba exigiendo, alguna intervención concreta de alguna institución, se tiene que hacer.

Manuel Lagares: La suficiencia de la cantidad dependerá del plazo.Para tres o seis meses, probablemente sea suficiente. Para más tiempo, dependerá de cómo funcionen los mercados. En cuanto a una posible nacionalización, por ahora no la veo ni necesaria ni conveniente. La experiencia me dice que hay otras alternativas mejores, como la adquisición, total o fragmentada, por otros bancos o cajas. Lo que no se debería hacer en ningún caso es dejar caer una entidad hasta la quiebra.

Jordi Sevilla: El dinero, para abrir boca, creo que está bien.Si funciona y desatasca, seguramente no hará falta más. Y si hiciera falta más, no creo que nadie tenga ningún problema en que se amplíe. También creo que estas medidas no son suficientes para reactivar la economía española. Respecto a la segunda cuestión, creo que debe restablecerse la confianza. Y en parte, esa confianza la están dando en todos los países las intervenciones públicas.

Manuel Conthe: Sobre la cuantía, suscribo lo que se ha dicho.Es significativa, aunque en el mundo existe gran incertidumbre y ya veremos si resulta suficiente. También suscribo la idea de que ningún país industrializado, llegado un caso extremo, debería dejar que ninguna entidad mínimamente importante cayese.

POLITIZACION

«El plan no debe ser una UVI bancaria»

Pedro J. Ramírez: Lo que pasa es, en gran medida, consecuencia de la naturaleza de los mecanismos de selección de los gestores de las cajas y del contubernio que existe entre el poder político y financiero. ¿De qué se habla en España sino de los posibles problemas de algunas cajas? Desde fuera es imposible saber cuál es el nivel de deterioro. Lo que sería la garantía, el pasaporte seguro para el fracaso del plan, es que se percibiera que va a servir de manera asimétrica para tapar los agujeros que puede haber en el sistema, como consecuencia de los errores de gestores colocados al amparo del poder político. Es decir, que la gente no piense que con ese fondo, lo primero que hay que hacer es tapar este agujero y este otro. Hoy por ti, mañana por mí, dos del PP, dos del PSOE. Y ahorrarle a esa institución y a esos gestores las incomodidades de pasar por los mecanismos de ajuste que tiene que tener todo mercado. Es decir, que este plan sea percibido como la dotación de una nueva UVI bancaria. Si eso es así, yo creo que el Gobierno que lo respalde está perdido.Un plan así sería injusto e inaceptable.

Manuel Lagares: Hablas de posibles insolvencias que todavía no han llegado y que espero que no lleguen. Me conozco bien la historia de las cajas y hasta ahora ni una sola ha estado nunca en una UVI. Las cajas siempre han aplicado soluciones internas a sus problemas, sin coste para los ciudadanos. Hay otra cosa que también quiero dejar clara: siempre he estado en contra de la intervención de los políticos en la gestión de las cajas. Los gestores deben ser profesionales. En el Real Decreto Fuentes Quintana (1977), en cuya redacción participé muy directamente, eso estaba resuelto.Luego, en 1985, la Ley de Cajas tomó otra dirección. Pero hasta ahora las cajas han ido muy bien, han conseguido el liderazgo del sistema financiero, le han dado estabilidad y han potenciado la competencia entre entidades, han evitado la exclusión, han contribuido al desarrollo regional y han hecho obras sociales.No ha sido poco.

FINANCIACION

Coste escaso, riesgo elevado

Casimiro García Abadillo: Una pregunta clave y que Solbes ha respondido con un no. ¿Esto tendrá un coste para el ciudadano?

Jordi Sevilla: Si por coste entiendes coste financiero para el Tesoro Público, no tiene por qué. Y tendrá grandes beneficios sociales si, efectivamente, ayuda a recuperar algo de la confianza.

Manuel Conthe: A priori, creo que no tendrá coste. Otra cosa es que las entidades entren en una situación concursal. En ese caso sí. Pero es un mecanismo que puede dar, incluso, un margen de beneficio al Estado si sale bien. Hay que ser optimistas.Yo creo que este plan, si es un mecanismo de refinanciación, va a favorecer que haya renovación de pólizas. En las condiciones actuales, renovar los créditos vivos es un éxito enorme y, por eso, creo que es una medida eficaz, no para aumentar la financiación neta, nueva de las pymes, sino para evitar una contracción. A lo mejor se puede complementar con una línea de crédito adicional del ICO.

José Luis Escrivá: Yo, más que de coste, hablaría de riesgo.Aquí el término de riesgo se va a materializar en dos elementos: los activos que se elijan y el plazo de la operación. Cuanto más corto sea el plazo en el que se financie, menos riesgo hay.Ahora bien, si se acorta mucho el plazo, ya no estamos cumpliendo el objetivo, y además nos estamos confundiendo con la financiación del BCE. Luego el plazo tiene que ser suficientemente largo para dar estabilidad a la financiación pero no muy largo, como para que el Estado asuma riesgos. Creo que ahí está el equilibrio que tiene que buscar el plan.

Luis de Guindos: Efectivamente, el Tesoro está asumiendo un riesgo y eso hay que remunerarlo. Pero lo que más me preocupa es otra cuestión más política. Me preocupa que el plan se implemente y se haga mal. Por eso es fundamental el consenso. Es imprescindible que el plan tenga credibilidad, y para esto es necesario que haya un consenso, entre el PSOE, el Gobierno, y el PP.

Pedro J Ramírez: Y la oposición sólo puede respaldar el plan, exactamente igual que ha ocurrido en EEUU, si se le incorpora algún mecanismo que garantice un reparto adecuado.

Luis de Guindos: El plan no puede estar sólo en manos del Tesoro.¿Sabéis que en EEUU a la persona que lleva esto le han dado inmunidad? Es un error meterlo en una unidad de la Administración. Porque no tiene medios, porque esto es algo completamente novedoso y porque las implicaciones pueden ser tremendas. Y además, porque es necesaria una transparencia y un control parlamentario como no se ha hecho nunca.

Casimiro García Abadillo: Pero, si esto no tiene coste: uno, ¿por qué no se ha hecho antes? Y dos, ¿por qué en vez de 30.000 no son 150.000?

Luis de Guindos: Es que tiene el coste de la asunción de riesgo, y el de que se haga mal.

Manuel Lagares: A mí me parece que, presupuestariamente, el plan no tendrá coste. Quizá lo pueda tener dentro de cinco años si las cosas van mal y se asume el riesgo.

Pedro Gª Cuartango: ¿Hasta qué punto se pueden evaluar los daños que ha provocado esta crisis en el sistema bancario?

Manuel Lagares: Si te refieres a los daños a las entidades financieras, una cosa es que nosotros no sepamos ese coste y otra que nadie lo sepa. El Banco de España recibe una información exhaustiva todos los meses y lo conoce perfectamente.

DATOS:

LAS CIFRAS DEL PLAN

30.000 millones de euros, con cargo al Tesoro Público, son los que conformarán el mínimo del proyecto de rescate de la banca anunciado por Zapatero.

50.000 millones de euros son los que podría llegar a costar, pues la cifra anterior es sólo la primera intención.

100.000 euros en depósitos son los que garantizará por persona el Gobierno, cinco veces más que el mínimo anunciado por la Unión Europea.

LA LOCURA DE LA BOLSA

Ni Wall Street ni la Bolsa lograron mantener el tipo pese a los rescates anunciados por la Reserva Federal y los Bancos Centrales más importantes del mundo

EL PRESIDENTE

«Hemos visto que han caído bancos poderosísimos en los países más ricos de la tierra: EEUU, Inglaterra, Alemania... No uno, varios. Y nuestro sistema ha resistido perfectamente», aseguró José Luis Rodríguez Zapatero en la comparecencia en la que presentó su plan de rescate.

LOS DEPOSITOS EUROPEOS

50.000 Los veintisiete países mimebros de la Unión Europea decidieron subir hasta 50.000 euros el mínimo garantizado para los depósitos personales en la UE. Los países bálticos impidieron subir más ese mínimo, pero España lo hizo a título propio.

11 billones de euros en depósitos tenía la UE de los Veinticinco en 2005. Cuatro de ellos, cubiertos por completo.

1 billón de euros es lo que ha supuesto en pérdidas la crisis actual, según el Fondo Monetario Internacional.

LA OPOSICION

Mariano Rajoy aseguró la «buena disposición» de su partido a apoyar el plan siempre que el fondo de rescate «beneficie a las pymes y a las familias» españolas.

OTROS RESCATES

EEUU: El llamado Plan Bush de rescate de la economía, aprobado por el Congreso, superará los 700.000 millones de dólares.

UNION EUROPEA: Los Veintisiete decidieron subir hasta los 50.000 euros el mínimo garantizado para los depósitos personales en la UE

LOS PASOS DEL PLAN

2008: En el último trimestre del año tendrán lugar las primeras operaciones del nuevo fondo aprobado por el Consejo de Ministros, y se harán a través de un crédito extraordinario de 10.000 millones de euros.

2009: El año próximo es cuando se efectuarán el resto de movimientos, por valor de 20.000 millones de euros.

Subasta: El procedimiento escogido para el plan es una subasta para la selección de activos a precios de mercado.

EL MINISTRO

Pedro Solbes, vicepresidente económico, aseguró tras el consejo de ministros del viernes que «no es labor del Gobierno decir a la banca cómo deben gestionar sus carteras».

LOS DETALLES

Límites: El nuevo fondo tendrá limitaciones para impedir que algunos bancos concentren la liquidez.

Revisiones: Según informó el secretario de Estado de Economía, David Vegara, el fondo estará sometido al control parlamentario al menos cada cuatro meses.