El sí es sí, y la ley de hijo único china

Acabo de leerme la Ley Orgánica 10/2022, de 6 de septiembre, de garantía integral de Libertad Sexual. La conocida popularmente como ley del sí, es sí.

Dentro de poco, como en China pero a la inversa, será una desgracia tener un hijo varón. Los padres de una hermosa criatura de género masculino se lamentarán de haber traído a un desgraciado a un planeta «dominado por amazonas enemigas del auténtico feminismo». Ese mismo padre que consiguió que las mujeres ganen el mismo sueldo, que puedan votar y que tengan los mismos derechos y obligaciones que los hombres; logros que se consiguieron –cabe recordar– con la ayuda de muchos varones que estaban en el poder institucional en aquellos gloriosos tiempos donde se iniciaron todas las batallas por la liberación de la mujer; hombres que entendieron que las mujeres son algo más que la chacha de limpieza que cuida a los hijos.

Toda esta parafernalia ideológica lo que menos hace es velar por las personas que realmente sufren violencia, seres que tienen tanto miedo que no saben ni dónde, ni cómo denunciar lo que les pasa, a pesar de toda la propaganda mediática que existe. Mujeres, y hombres también, que sufren en silencio mientras vemos pasar delante de nuestra vista kilómetros y kilómetros de tinta y reportajes periodísticos de personajes famosos que eclipsan las pequeñas realidades cotidianas.

Todo este plan siniestro, en mi opinión, vuelve a poner el foco en el nuevo alter ego de la «progresía» mundial. El hombre heterosexual, y si puede ser blanco mucho mejor. Lo que ellos denominan masculinidad tóxica no son más que anécdotas de una población que ha cambiado totalmente con el devenir de las nuevas generaciones y el cambio de los tiempos. Las trasformaciones de la sociedad no son por causa de esas absurdas leyes de un Estado paternalista, sino más bien por el avance y el crecimiento de la sociedad propiamente. Aquel hombre de «pelo en pecho», palillo en la boca y poco higiénico a lo Torrente, prácticamente solo existe en las películas de Santiago Segura dedicadas a este casposo personaje de ficción. El hombre que sí existe es el de las otras películas de Santiago, como esa que se titula Padre no hay más que uno, serie que ya va por la tercera entrega con gran éxito de pantalla.

Buscan dividirnos, somos más débiles solos

Estas leyes buscan crear desconfianza entre los seres humanos; que nadie tenga intención de buscar pareja para crear una familia, siendo al mismo tiempo muy rentable para la multimillonaria industria de juguetes sexuales y consumo de pornografía. Tu juguete sexual, tu ordenador, tablet, o teléfono no te van a denunciar, y es mucho menos peligroso. El único peligro que corres es que se acabe la batería de tu equipo.

Y así va Europa, cada vez más vieja y cada vez nacen menos niños. Ojo, que no estoy en contra de esta industria, pero al final con estos miedos a tener problemas judiciales, somos individuos más solitarios, más manipulables y, en consecuencia, más débiles emocionalmente. No hay nada como el apoyo de tu familia.

La preocupación por nuestra familia

Como padre de un hijo varón, y como víctima de unas leyes que en vez de proteger anteponen la cuestión ideológica, me opongo firmemente.

Esta es una ley tan invasiva, que se mete hasta en los títulos universitarios. Ahora resulta que tu currículo estudiantil «no cumplirá con los estándares si no tienes las correspondientes horas de post-marxismo».

Una de las cosas que da más miedo es la inclusión de las palabras de la ministra de Igualdad cuando dijo más o menos que no iba hacer falta mucho para demostrar que eras víctima de violencias sexuales…

Lo anterior, en mi opinión muy personal, representa la desprotección de las auténticas víctimas; ya que se invierten recursos y tiempo en un porcentaje de presuntas falsas víctimas, creando más atascos en un colapsado sistema judicial.

Esas palabras de la ministra vienen reflejadas en el Artículo 48.1; ultima oración: «En todo caso, se evitará la reiteración de reconocimientos salvo que resulten estrictamente indispensables para la investigación».

La inconstitucionalidad de esta ley

Esta ley me parece anticonstitucional; viola el principio de igualdad entre hombres y mujeres establecidos en el artículo 14 de la Constitución Española donde reza: «Los españoles son iguales ante la ley, sin que pueda prevalecer discriminación alguna por razón de nacimiento, raza, sexo, religión, opinión o cualquier otra condición o circunstancia personal o social». Todo esto en el único país del mundo donde hay tribunales ideológicos que juzgan exclusivamente a hombres. Resulta que ahora, según esa «ley», un forense tiene que ser algo así como un funcionario de la STASI, o el KGB, y no un perito que analiza evidencias.

El comunismo, la casa de los resentidos y enfermos mentales

Que nadie piense: «Esto no me va a pasar a mí». Casos hay a montones: una novia que no acepta que la relación se acabó; una novia sin papeles que quiere resolver su estatus a cualquier precio; una exmujer cabreada que quiere conseguir ventajas en el divorcio; el castigo de tu exmujer por haberle sido infiel; la loca desquiciada de tu vecina que se enamoró de ti en silencio y nunca le has hecho el menor caso como mujer y que sencillamente le saludas de forma correcta cada mañana, y le cabrea a mares que quieras a otra chica, y así… un sin fin de etcéteras.

El mundo está lleno de seres mezquinos, y el comunismo es el hábitat ideal de gente así.

Sayde Chaling-Chong García es periodista hispano-cubano.

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