El 'star-system' digital

El  concepto de star-system nace de la industria estadounidense del entretenimiento en Hollywood. Su base: tener grandes estrellas (directores, actores y actrices) muy populares, que se convierten en referentes e iconos globales. Su existencia ha supuesto una garantía para el éxito de su negocio. Con la llegada de internet, este sistema de celebridades ha cambiado por completo. En el mundo digital, las estrellas de la gran pantalla han perdido protagonismo en favor de nuevos ídolos nacidos en la red y que son seguidos mayoritariamente por las generaciones más jóvenes.

Tradicionalmente, el star-system estaba formado por los artistas de Hollywood, que protagonizaban grandes producciones cinematográficas. Ahora, en el escenario digital se han multiplicado y segmentado las celebridades. Los primeros cambios se observan en su denominación. La categoría general que sirve para identificarlos es la de influencers. Las específicas son: youtubersinstagrammers bloggers. Ya ven que todos tienen en común que son términos ingleses y están vinculados a las redes sociales. Los nuevos ídolos son mayoritariamente jóvenes que triunfan en los medios digitales. Representan las nuevas formas de popularidad. Su aparición ha reavivado el fenómeno de los fans y la creación de nuevas comunidades por todo el planeta. Su capacidad de influencia les permite crear canales de acceso a segmentos de población a los que no pueden llegar los medios clásicos, como la televisión y el cine.

En este nuevo universo de celebridades, el papel central lo tienen los youtubers. La facilidad que ofrece esta plataforma digital ha permitido que personas anónimas pudieran convertirse en ídolos con millones de seguidores, sin necesidad de tener el apoyo de grandes producciones o empresas. Se han convertido en los referentes de los nativos digitales. De hecho, ya se habla del universo Youtube. Los analistas los clasifican en cuatro categorías. La primera se relaciona con los juegos (gaming), con figuras como El Rubius, con más de 25 millones de seguidores. Humor y entretenimiento serían otros de los temas donde se han posicionado youtubers como Germán Garmendia, con 32,5 millones de fans. La tercera categoría sería la que tiene que ver con gente y blogs, donde el número de seguidores disminuye, pero podemos encontrar influencers como Roman Atwood, con casi 14 millones de seguidores. La categoría de cómo hacerlo y estilo (how-to & style) la lidera la youtuber Yuya, con casi 20 millones. Piensen ustedes en la dimensión de sus seguidores, cifras muy superiores a las que pueden tener algunos artistas en los medios tradicionales. Además, si uno ya ha superado la treintena estos nombres no le van a sonar de nada, mientras que si tiene hijos o nietos seguramente para ellos estos youtubers forman parte casi de su círculo de amigos.

Una mención especial también la merecen los instagrammers, casi sería mejor el artículo en femenino, porque se han convertido en los referentes del universo de las mujeres, especialmente vinculado a la moda. Su influencia ha crecido de forma exponencial, porque los anunciantes buscan en ellas una manera amable de llegar a sus clientes. Las marcas publicitarias consiguen a través de ellas llegar a determinados segmentos de consumidores, especialmente a los más jóvenes y también a comunidades de usuarios muy especializadas. Asimismo, también destacan los bloggers, que con sus páginas personales y la creación de contenidos propios han conseguido erigirse en referencias para determinados ámbitos, haciendo en algunos casos la competencia directa a los medios tradicionales.

La aparición de estos nuevos referentes digitales ha establecido una nueva manera de medir la popularidad. Ahora las cifras clave son el número de seguidores, los me gusta y las visualizaciones (si se trata de vídeos). Además, la rapidez y la inmediatez son dos elementos que se han convertido en clave para conseguir el éxito.

¿Y qué pasa con los ídolos clásicos? Las estrellas del cine y la televisión siguen teniendo sus fans, pero la aparición de las nuevas celebridades las ha obligado a renovarse y adaptarse a los nuevos tiempos. Así, hemos visto su desembarco en internet y en las redes sociales. La competencia para conseguir notoriedad se ha vuelto más difícil. Además, recuerden que con la multiplicación de referentes cada vez es más difícil gestionar de forma más eficaz y decidir a qué dedicar nuestra atención. Como bien saben, el tiempo es oro.

Carmina Crusafon, profesora de la Universitat Autònoma de Barcelona.

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