El sufrido diputado en las Cortes Generales

La valoración negativa que recibe el político, inmerecida, es fruto en parte del desconocimiento de su labor y de informaciones poco precisas que han hecho formar criterio a la opinión pública. Esta realidad, que lo es, no es buena para nuestra democracia, ni para España como país con historia y peso en la realidad europea hoy. Es cierto que el nivel de excelencia debe ser exigido de forma permanente, pero la descalificación global no es aceptable.

La clase política en general esta hoy contaminada por algunos comportamientos no ajustado a derecho de alguno de sus integrantes, pero ello no debe desacreditar a todo el conjunto. En más de una ocasión el juicio mediático, incluso cuando luego no hay ni investigación ni condena, causa un daño enorme tanto al colectivo como a la persona afectada.

Es creencia general que quien ocupa un escaño en el Congreso de los Diputados entra en un espacio de beneficios y prebendas que resuelven la vida de los afortunados. Es un 'cuento' muy alejado de la realidad.

Es conveniente saber que en el Congreso la asignación constitucional se rebajó un 10 por ciento en el 2010 y la cantidad resultante se mantuvo congelada hasta el 2017, incrementándose un 1 por ciento anual hasta el 2020 sin revisión en los ejercicios siguientes. En comparación con otros países de Europa la asignación básica de los españoles está muy lejos, 3050,62 €/m de aquella que perciben miembros del legislativo en Francia, Alemania, Reino Unido. A esas cantidades, como ocurre en Reino Unido y Francia por ejemplo se les acumula un presupuesto para infraestructuras administrativas y otras necesidades.

Es cierto que en España además de la asignación básica reciben un complemento según sean elegidos por provincias o por Madrid. Estas cantidades se aplican a gastos para atender a la circunscripción y aquellos de provincias deben hacer frente a los gastos de alojamiento y manutención al desplazarse a Madrid. Quienes electos por provincia viven en Madrid, dedican ese complemento para desplazarse a la provincia de forma periódica en el ejercicio de su labor.

Es cierto que esas cantidades se incrementan según las responsabilidades que asuman en la Cámara o en sus grupos Parlamentarios que implican más responsabilidades y trabajo. Hoy no existe pago de dietas por viaje salvo aquellos autorizados por la Mesa de la Cámara. Tampoco hay complemento para alcanzar la pensión jubilación máxima ni prestación por viudedad ni por hijos menores.

Hay un servicio médico para la atención de toda persona que presta servicios en el Congreso, así como los servicios de una guardería. Los servicios de restauración cuyas condiciones económicas están recogidas en la contrata también son de uso general.

Respecto a otras aportaciones materiales cada diputado ocupa un despacho convenientemente dotado de tamaño reducido y un iPad y teléfono móvil, material imprescindible y normal en cualquier actividad en muestra económica.

Si se compara el nivel de ingresos con el salario medio del país en comparación con otros países de nuestro entorno, España paga peor que Italia, Rumanía, Austria, Bélgica e Irlanda por ejemplo y su representación por cada 100.000 habitantes es de las menores de la Unión Europea.

Hechas estas consideraciones, la condición de miembro del Congreso con una continuidad en el puesto en ocasiones delicada, no resuelve el futuro del afectado en absoluto.

Es frecuente que quien pierda la condición luego pueda tener dificultad para retomar su vida profesional o laboral salvo si se encuentra en excedencia forzosa que obliga a la reserva del puesto de trabajo al empleado. Asimismo es oportuno señalar que los ingresos tal y como se menciona antes no hacen posible ahorro que permita un futuro sin preocupación.

La mayoría de los miembros de la Cámara, de cualquier ideología, que tuve la ocasión de conocer desde 1983 a 2019 demostraban un fuerte compromiso con el interés general de los españoles desde sus posiciones políticas.

Era clara la importancia que daban a su pertenencia al cuerpo legislativo del país con absoluto respeto a la legislación que obliga a todos. En su labor diaria y en relación con otros grupos se comprendían posiciones divergentes sin que ello significara renuncia a los principios legítimos que cada uno pudiera defender. Ello nunca impedía un franco diálogo sin cerrar posibles acuerdos.

La conciencia de estar expuesto al público tanto en su labor oficial como en otros aspectos varios de carácter privado exige un especial celo en su comportamiento sin licencias que otros ciudadanos pudieran tener. Nunca advertí vanidad en el deseo de acceder a ser miembro de la Cámara y si una voluntad de participar en el ámbito de sus competencias por que otros ciudadanos pudieran tener.

Nunca advertí vanidad en el deseo de acceder a ser miembro de la Cámara y si una voluntad de participar en el ámbito de sus competencias por hacer más grandes nuestro país y atender problemas de los españoles. El desprestigio injusto que sufre nuestra clase política no puede aplicarse a todo un colectivo que aporta sus mejores recursos al interés general.

Bien es cierto que ello obliga a una tensión constante con esfuerzo grande y continuado y que así debemos exigirlo quienes los elegimos, pero así mismo los electores deben conocer su realidad y no hacer juicios de descalificación sin datos contrastados. El ser miembro de la Cámara es un honor con más servicio que beneficios.

Teófilo de Luis fue diputado.

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