La trágica muerte de Anna Sebastian Perayil, una empleada de 26 años de la firma contable Ernst & Young (EY), de un ataque cardíaco en julio ha arrojado luz sobre la cultura del trabajo intensamente competitiva de India. También ha dado lugar a una discusión más amplia sobre las presiones que enfrentan los profesionales jóvenes y la necesidad de que las empresas le den más prioridad al bienestar de los empleados.
Al momento de su muerte, Anna había pasado cuatro meses en EY trabajando 14 horas diarias extenuantes, siete días a la semana. En una carta sentida a EY, que se ha vuelto viral en India, la madre de Anna destacó la “abrumadora presión” que recibía su hija en el trabajo -presión que, a su entender, contribuyó significativamente al deterioro de la salud de Anna y a su eventual muerte.
No ha habido informes que indiquen que Anna tenía problemas médicos preexistentes. Por el contrario, la carta de su madre observa que Anna era una joven saludable, que jugaba al bádminton y practicaba kayak. Pero, durante el tiempo que estuvo en EY, había experimentado una ansiedad severa, falta de sueño y estrés.
En una conversación desgarradora que tuvo conmigo, el padre de Anna recordó llamadas telefónicas dolorosas, en las que su hija, hecha un mar de lágrimas, le contaba que llegaba a su casa bastante después de la medianoche y que en ese momento recibía una llamada de su gerente con más trabajo, que tenía que estar terminado para la mañana. La única vez que se quejó, su gerente presuntamente respondió: “Puedes trabajar de noche. Todos lo hacemos”. En los días previos a su muerte, Anna se quejó de opresión en el pecho y los médicos le dijeron que no estaba durmiendo lo suficiente.
Para muchos jóvenes indios, la historia de Anna es muy familiar. Considerando que menos del 0,2% de los aspirantes logran ingresar a algunas universidades de élite en India, tienen que esforzarse mucho para poder tener éxito en la fuerza laboral. Sin embargo, tal como están las cosas, tener un empleo bien remunerado en India es un logro poco frecuente, aún para quienes tienen títulos universitarios: la tasa de desempleo entre los egresados universitarios es del 29%. Sumado a la presión, muchos de los egresados universitarios jóvenes de hoy que están empleados tienen que solventar a sus hermanos en la casa.
Cuando hay más jóvenes calificados que empleos, y cuando el fracaso no es una opción, la cultura del trabajo se vuelve implacable. Lejos de desalentar este tipo de competencia, las empresas indias la atizan con su énfasis en cumplir objetivos y plazos a cualquier costo. El exceso de trabajo es la norma y los límites entre el trabajo y la vida personal de la gente se desdibujan. Abundan historias de empleados jóvenes a los que se les niega un día libre para asistir a la boda de un hermano o al funeral de un pariente cercano. El estrés y el agotamiento son inevitables y se han vuelto moneda corriente.
En su carta, la madre de Anna instó a EY a tomar medidas para garantizar el bienestar de sus empleados. El presidente de EY en India, Rajiv Memani, respondió con una publicación en LinkedIn donde insistió en que EY “siempre” ha buscado “crear un entorno de trabajo saludable”. Asimismo, prometió que él, personalmente, iba a “defender” el bienestar de los empleados de EY. Esto marcó un cambio respecto de comentarios anteriores de Memani -muy criticados- donde ponía en tela de juicio la afirmación de que el exceso de trabajo había contribuido a la muerte de Anna.
EY ya antes ha admitido la necesidad de mejorar sus prácticas de gestión de la carga laboral. Un estudio de 2023 reveló que, a pesar de la intensa presión sobre los jóvenes profesionales indios para que conserven su empleo, más de un tercio de los empleados de la empresa dijo que probablemente renunciaría en menos de un año. Según su padre, lo mismo sucedía con Anna, que había empezado a trabajar en EY poco después de que se hubiera realizado esa encuesta.
Algunos dicen socarronamente que la Generación Z no es capaz de manejar las presiones laborales que las generaciones anteriores se tomaban con calma. Esta actitud refleja, en parte, el estigma todavía asociado con los problemas de salud mental y hace que los trabajadores duden antes de pedir ayuda por miedo a repercusiones negativas. No ayuda que la sociedad india tradicional, al igual que la sociedad japonesa, privilegie una estructura jerárquica en la que el respeto por la autoridad está profundamente arraigado. Esto puede hacer que a los empleados les resulte difícil cuestionar las demandas poco razonables de sus superiores.
En el marco de estos factores culturales, abordar el exceso de trabajo en India exige una estrategia multifacética, por la cual las empresas promuevan la conciencia de la salud mental, fomenten una comunicación abierta y estimulen un entorno laboral comprensivo. Por ejemplo, los empleadores podrían introducir programas de asistencia a los empleados que ofrezcan acceso a asesoramiento y servicios de salud mental para los trabajadores que lidian con situaciones de estrés y ansiedad. Las empresas también podrían ofrecer más oportunidades para trabajar de manera remota o permitir horarios flexibles. Y también se puede considerar la organización de eventos y actividades de bienestar que promuevan la salud mental y física, como sesiones de yoga, talleres de mindfulness y competencias de buen estado físico.
En términos más fundamentales, las empresas deben fomentar una cultura de comunicación abierta, para que los empleados se sientan cómodos a la hora de discutir sus cargas laborales y niveles de estrés con sus gerentes. Garantizar que los líderes y los gerentes estén entrenados para reconocer señales de estrés y ofrecer el apoyo necesario a los miembros de su equipo también es esencial.
Estas medidas podrían crear un entorno laboral más saludable y comprensivo -si las empresas las aplican-. El riesgo es que los empleadores hablen de la boca para afuera sobre estas soluciones cuando el escrutinio es intenso, pero vuelvan a actuar como de costumbre cuando el ciclo noticioso deja de ocuparse del tema.
En lo que concierne a las condiciones laborales, no podemos confiar enteramente en que las empresas se vigilen a sí mismas. Es por eso que la madre de Anna también instó a que se investiguen las condiciones de trabajo en EY. Y es por este motivo que las autoridades indias, entre ellas el Ministerio de Trabajo de la Unión, han lanzado una investigación destinada a garantizar que se haga justicia en el caso de Anna e impedir incidentes similares en el futuro.
Por la misma razón, el padre de Anna me sugirió que presentara legislación que establezca un máximo de horas de trabajo para los empleos “administrativos” de oficina, respaldado por multas estrictas y sanciones legales. (India ya tiene leyes que protegen a los obreros, como el pago obligatorio de horas extra). Me he comprometido a plantear esta cuestión en la primera oportunidad que se presente cuando el Parlamento reanude sus sesiones de invierno.
Es bastante trágico que una persona joven de alto rendimiento haya tenido que morir para mostrarle a India que necesita cambiar. No agravemos la tragedia permitiendo que todo siga igual.
Shashi Tharoor, a former UN under-secretary-general and former Indian Minister of State for External Affairs and Minister of State for Human Resource Development, is an MP for the Indian National Congress and Chairman of the Parliamentary Standing Committee on External Affairs. He was re-elected to the Lok Sabha for a fourth successive term, representing Thiruvananthapuram. He is the author, most recently, of Ambedkar: A Life (Aleph Book Company, 2022).