Emigración, talento y crisis económica

La competitividad de las economías se basa en el talento de su población. Las personas aportan su capacidad creativa participando en proyectos innovadores que las organizaciones deben ser capaces de transformar en valor económico. Cada vez son más los países que apuestan por la formación de su población en los valores de creatividad, innovación y capacidad emprendedora como alimento de los respectivos sistemas productivos. Es por ello por lo que las apuestas estratégicas importantes se hacen en las políticas educativas a todos los niveles.

El conjunto de la sociedad ha tomado conciencia de que se juega su futuro en la batalla por la innovación y la competitividad, y que esta batalla se gana en el terreno de la creatividad, la formación, la cultura del esfuerzo y el trabajo en equipo. Más o menos como está haciendo el Barça de Pep Guardiola y Xavi Pascual. Como hacen ellos, se trata de cuidar la cantera y de fichar a personas con talento de todo el mundo. Se trata de tener a Messis, Bojans, Pedritos o Navarros y, también, a Pete Mickael, Dani Alves o Erazen Lorbek.

¿Cómo se puede trasladar el modelo de éxito del Barça al campo de los negocios y la economía? ¿Cómo podemos cuidar nuestra cantera, a la vez que somos capaces de atraer a personas de talento, sean de donde sean? En parte ya lo estamos haciendo, aunque no seamos del todo conscientes.
Barcelona y su área metropolitana son un polo de atracción de profesionales extranjeros. Son personas que vienen aquí a estudiar en las universidades o las escuelas de negocio y algunas de ellas se quedan a trabajar. Actualmente, en Barcelona tenemos tres de las escuelas de negocios más prestigiosas del mundo. IESE, Esade y EADA tienen una oferta internacional de másteres de negocios (MBA), con una participación mayoritaria de personas de otros países. Las universidades ofrecen másteres internacionales a los que vienen personas calificadas de Europa y otros continentes.
El sistema científico catalán, por otro lado, atrae a centenares de investigadores para trabajar aquí en proyectos punteros en varias áreas de conocimiento. El programa Icrea, impulsado por el conseller Andreu Mas-Colell, hace unos años, ha dado un buen resultado en forma de científicos de prestigio internacional, llegados de distintos países, que hoy están trabajando en nuestro país.

Barcelona es hoy una de las ciudades más atractivas del mundo para venir a vivir y a trabajar, y miles de personas nacidas en el extranjero han elegido esta opción. Se estima que en el área metropolitana de Barcelona actualmente viven y trabajan más de 50.000 profesionales extranjeros cualificados, en general bastante desconectados de la comunidad local. Es como el cuento Invasió sutil, de Pere Calders.
En el estudio realizado hace cuatro años por el profesor Nicholas Leon, del Imperial College de Londres, se observaba que estas personas, en general, tenían dificultades de adaptación a la comunidad local por varias razones, pero que deseaban integrarse y formar parte de esta comunidad. Utilizan mayoritariamente la lengua inglesa, y esto dificulta su relación con la mayoría de la población local. La falta de escuelas trilingües o de puestos de trabajo de suficiente nivel es otra de las limitaciones para su integración.
Se trata, pues, de fomentar la propia cantera y de atraer a los mejores de cada disciplina. Igual que hace el Barça en el deporte. En la primera condición, la cantera, es evidente que tenemos que mejorar. No estamos en primera línea europea, lo dicen los distintos estudios y las causas son complejas y difíciles de solucionar a corto y medio plazo. Debemos hacerlo, pero hay que reconocer que no es fácil.
¿Qué pasa en la atracción y retención de talento? No estamos mal, pero hay que actuar en este campo en un triple frente. Activando la atracción de talento, facilitando su aterrizaje y la posterior adaptación al entorno local y apoyando las iniciativas empresariales que es capaz de desarrollar esta población extranjera que ha decidido vivir y trabajar entre nosotros.

Representan un activo fundamental para nuestra economía. Son els altres catalans del siglo XXI. La historia ha demostrado que la emigración es, en la mayoría de los casos, una riqueza para el país de recepción. Más del 30% de las nuevas empresas del Silicon Valley están creadas por estudiantes de origen asiático. Los estudiantes extranjeros en el Massachusetts Institute of Technology (MIT) están muy por encima de los de origen americano en el índice de creación de nuevas empresas. Podríamos poner muchos ejemplos similares para otros países.
Si queremos superar la crisis de la mejor forma posible, tenemos que facilitar la integración a las personas de origen extranjero que ya están aquí e intentar atraer a más personas cualificadas que nos ayuden a sacar adelante el país.

Miquel Barceló, presidente de la Fundació Btec.