Empleo: garantía de las pensiones

Cuando se han cumplido más de 50 años desde la aprobación de Ley de Bases de Seguridad Social de 1963, que instaura el modelo integrado de protección social que conocemos hoy, podemos decir que el sistema público de pensiones constituye el mejor instrumento de solidaridad entre españoles. No hay mejor elemento de cohesión entre personas, generaciones y territorios que el sistema público de pensiones. Un sistema que garantiza la igualdad de trato y la equidad, resida donde resida cada ciudadano.

Por ello, no tengo duda de que la decisión de Mariano Rajoy de revalorizar las pensiones, ha sido, junto a la decisión de no solicitar el rescate de la economía española, la más importante en términos sociales que se ha tomado en estos años. La opción de salir de la crisis con las pensiones congeladas, como las encontramos, implicaba una renuncia inasumible: la de impulsar una recuperación sin dejar a nadie atrás. En sentido contrario, iniciar una recuperación pagando más pensiones y pensiones más altas cumplía con nuestra premisa de que la recuperación fuera inclusiva y social.

Entre 2007 y 2011 se perdieron dos millones doscientos mil afiliados a la Seguridad Social. Me atrevo a decir que, de todos los retos que nuestro sistema público de pensiones ha tenido que afrontar en estos años, ninguno ha sido tan acuciante como reparar los daños que ocasionó esta pérdida de empleos. Y me atrevo también a asegurar, que de todas las reformas emprendidas, ninguna ha ocasionado mayores beneficios al sistema de pensiones como la vuelta a la senda de la creación de empleo.

Empleo garantía de las pensionesLa Seguridad Social ha sido nuestra prioridad durante toda la legislatura. Hemos dado la respuesta adecuada a los desafíos a los que nos enfrentábamos con la convicción de que una política económica que activa recursos, que aumenta los cotizantes y que lucha contra el fraude, es la política que genera confianza. En pocas palabras: empleo y reformas. Esta ha sido la realidad en la que hemos estado trabajando estos años.

Por fortuna, esas reformas han dado resultado y España ha pasado de la recesión al crecimiento económico. Nuestro país finalizó el pasado año liderando el crecimiento entre los grandes de la zona euro y esa tendencia se consolida en los primeros meses de 2016. España ha creado uno de cada tres nuevos empleos de la eurozona en el último año y todo el crecimiento se traduce en creación de empleo. La ocupación crece a un ritmo interanual del 3,3%, similar a la previsión de crecimiento de la economía española.

Pero, si hay algo de lo que podemos sentirnos orgullosos, es de que España haya logrado iniciar una sólida recuperación manteniendo más sólido y fuerte el sistema de solidaridad más importante que existe entre españoles; el sistema público de pensiones.

Gracias al esfuerzo de todos, y a esas reformas emprendidas, se han recuperado ya más de 1.300.000 afiliados y hoy la Seguridad Social paga más pensiones y pensiones más altas que nunca. La afiliación se afianza y crece tres veces más que el número de nuevas pensiones. Si en 2011 por cada nuevo pensionista que entraba en el sistema se destruían 3 puestos de trabajo, hoy por cada nuevo pensionista que entra en el sistema, hay 5 nuevos empleos.

En estos años la Seguridad Social ha sido objeto de reformas clave para su pervivencia futura. El sistema está más preparado para afrontar los retos del futuro gracias a la separación de fuentes de financiación que ha aliviado al sistema de cargas impropias, que ya no tendrá que financiar. Además, este Gobierno afrontó el desafío de la sostenibilidad y aprobó el Índice de Revalorización de las Pensiones y el Factor de Sostenibilidad, medidas que refuerzan la sostenibilidad de nuestro sistema vinculando la evolución de las prestaciones a la situación financiera del sistema, y, a partir de 2019, la cuantía de la prestación a la esperanza de vida. Y en este contexto de refuerzo de la sostenibilidad del sistema, los pensionistas han ganado más de 1.100 millones de euros de poder adquisitivo en la legislatura anterior y siguen haciéndolo en lo que va del año 2016, al persistir una inflación que asegura ganancias sólidas de capacidad de compra.

Prueba de la mejora en la sostenibilidad del sistema que se ha realizado estos años es que la Comisión Europea, en su propuesta de recomendaciones específicas por país de 2016 que concluyen el proceso anual de coordinación de políticas económicas, sociales y de empleo conocido como Semestre Europeo, no ha realizado para España ninguna recomendación relativa al sistema de pensiones y sí lo ha hecho, por ejemplo a algunos de los principales socios comunitarios. Nuestro sistema de pensiones se ve hoy fuera de España como un sistema sólido y estable a futuro. De hecho, de acuerdo con la Comisión Europea, España es, gracias a las reformas implementadas, el país de la Zona Euro y de los principales socios de la Unión que mejor afronta el reto de la sostenibilidad del sistema público de pensiones de cara al año 2060.

Además de las medidas que garantizaran la sostenibilidad, se han abordado las destinadas a mejorar la protección social. La legislatura terminó con la aprobación del complemento de maternidad. Se trata de una de las medidas más importantes de apoyo a la familia y reconocimiento de las madres trabajadoras. Gracias a ella, desde el 1 de enero de 2016 las madres con dos o más hijos, se benefician de un incremento en la cuantía de su pensión de jubilación, viudedad e incapacidad de hasta un 15% en función del número de hijos. Ya hay más de 54.000 mujeres disfrutando de este complemento, que sitúa a España a la vanguardia de Europa en la defensa de los derechos de las mujeres trabajadoras y el reconocimiento de su aportación demográfica al sistema.

Hemos fomentado la jubilación activa y, por primera vez, se permite compatibilizar el salario y el 50% de la pensión de jubilación. Los españoles no sólo vivimos cada vez más años sino que también lo hacemos en mejores condiciones de forma que, quienes voluntariamente así lo deseen, pueden continuar contribuyendo a la creación de riqueza. Ya hay 30.000 beneficiarios y nuestro propósito es llegar al 100% de esa compatibilidad en la próxima legislatura para estimular la continuidad laboral y profesional de quienes así lo decidan voluntariamente. Hemos ampliado por tanto los derechos de las personas y hemos incorporado nuevas y más adecuadas prestaciones. El sistema ha ganado en solidaridad y legitimidad social. Ayudando más a quien más lo necesita, y reconociendo mejor los esfuerzos de cada ciudadano. Nuestro compromiso con la Seguridad Social es incuestionable: garantizamos las pensiones, subimos las pensiones, y afrontamos políticas a largo plazo que permiten lograr un equilibrio del sistema.

Todas estas reformas están dando resultados. Sin embargo, la mejor noticia para la Seguridad Social se está produciendo con la vuelta de la creación de empleo. Esta es la verdadera garantía para afrontar los retos del futuro. Retos que se abordarán en el seno del Pacto de Toledo, uno de los logros más importantes de nuestra historia democrática, buscando el consenso de todas las fuerzas políticas.

La historia de nuestro sistema de pensiones es una historia de éxito y, después de estos años, estamos mejor preparados para el futuro. Pero hay que seguir trabajando. El mayor reto al que se enfrenta España sigue siendo el empleo. Nuestro proyecto se llama 20 millones de empleos que permitan certificar que la crisis ha quedado definitivamente atrás. Para ello necesitamos un Gobierno fuerte y estable, que genere confianza y persevere en las políticas que permiten avanzar en la recuperación. Una recuperación que tenemos que seguir escribiendo entre todos.

Fátima Báñez, ministra de Empleo y Seguridad Social en funciones.

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