En el cumpleaños de la Reina

Hoy, 15 de septiembre, Su Majestad la Reina celebra su cumpleaños. La Constitución contiene solo dos cosas -llamativas- respecto del consorte real. La primera es considerarlo en la norma constitucional (artículo 58); pues es algo único en el Derecho constitucional comparado. La segunda se refiere a que no puede asumir las «funciones constitucionales» del Rey, «salvo lo dispuesto para la Regencia». Lo primero se sigue de la convulsa vida política española del siglo XIX y, así, desde la Constitución de 1812 hasta la de 1876, se quiso asegurar que el ejercicio del Gobierno correspondiera solo al titular de la Corona. Lo segundo es consecuencia de lo anterior y significa jurídicamente que, si «la Reina consorte o el consorte de la Reina» desempeñan alguna función del Rey, los actos involucrados y generados serán nulos de pleno derecho. Recoge el artículo 58, no obstante, una excepción a esta prohibición. Si el Rey o la Reina son menores de edad o se inhabilitan para el ejercicio de su autoridad, mientras duren esas circunstancias, el consorte regio puede ejercer, en ciertos supuestos, la Regencia; es decir, puede desarrollar las funciones del titular de la Corona «por mandato constitucional y siempre en nombre del Rey». Sorprende el olvido de exceptuar la tutela del Rey menor de edad; pues es una función constitucional y cabe que el tutor coincida con el Regente. Y no dice nada más la Constitución sobre la Reina consorte o el consorte de la Reina. Aplicado al caso actual, no dice nada más que afecte a Su Majestad la Reina. Ahora bien, para entender adecuadamente la importancia de su papel, y poner en valor lo que ha hecho desde su compromiso con el entonces Heredero de la Corona, y más en el siglo XXI, donde el escrutinio de los personajes públicos y de los Reyes en particular es permanente, hay que situarse en todas las posibilidades que sí tienen cabida para la Reina consorte y en el horizonte simbólico de la Monarquía y sus elementos alegóricos, emocionales e inmateriales (Kantorowicz).

Sin duda, España entera estará de acuerdo en admitir -hasta el antimonárquico más feroz y genético- que la Reina es la mujer española más observada y analizada, precisamente, por su condición de reina. Pocos conocen de verdad, sin embargo, y de forma concreta, toda su actividad al servicio de España y la Corona. En parte, por la propia limitación recogida en la Carta Magna, según se ha explicado. Posición que Su Majestad asume con discreción impecable. También, porque hay quienes prefieren vivir en la ignorancia, y, peor aún, están los que se esfuerzan sistemáticamente por silenciar todo el trabajo que la Reina -y el Rey- realizan a diario por España.

Volviendo a la valiosa actividad de la Reina, sin ir más lejos, la acabamos de ver recorriendo España junto al Rey; acudiendo a hospitales, escuchando a todos los sectores (sanitario, docente, investigador, pesquero, agrícola, ganadero, empresarial…), enterándose de la dureza de la situación vivida por todos, y en primera línea. En suma, estando al lado de la sociedad española, sacudida, atemorizada y empequeñecida por la pandemia. Más de 250 actos y reuniones con colectivos de toda índole de marzo a junio. Más los que han seguido durante un verano en el que los Reyes no se han tomado ni un día de vacaciones.

Siendo ya muy especial esta constructiva actividad de la Reina, no es la única. Además de estar a pie de obra, como el Rey, en esta crisis sanitaria y económica -humana- sin precedentes, Su Majestad la Reina ha desarrollado una prolífica labor a lo largo de sus más de dieciséis años de matrimonio en otros ámbitos, que también pocos conocen con detalle. Los primeros discursos de la Princesa de Asturias, las intervenciones de esta y su hermana, la Infanta Doña Sofía, tras el fin de la reclusión general, reflejan el interés de una madre, que es una Reina del siglo XXI, preocupada por inculcar a sus hijas, no sólo con las palabras, sino con las obras, el amor a España y al pueblo español, a través del sentido de la responsabilidad, el respeto al otro, la honestidad, el trabajo bien hecho, la capacidad de lucha frente a las adversidades, y, por supuesto, el conocimiento de las diferentes situaciones y realidades de la nación. Una Reina del siglo XXI que es intelectualmente inquieta, que indaga y profundiza en los temas de actualidad, vanguardistas y relevantes. Una Reina comprometida y volcada con la salud y el bienestar de colectivos especialmente vulnerables, como son todos los que sufren las denominadas enfermedades raras -y a los que muy pocos dedican tiempo y recursos-; comprometida con los pacientes del maldito cáncer; comprometida con la cooperación y el desarrollo; comprometida con la promoción de la mujer; comprometida en la lucha contra el hambre.

Hoy, 15 de septiembre, Su Majestad la Reina celebra su cumpleaños. Hoy es el día de felicitarla, agradecidos por el servicio que, desde noviembre de 2003, viene prestando fielmente a España, a su Constitución, a su unidad y a su Corona. Muchas felicidades, Majestad.

Daniel Berzosa es profesor de Derecho Constitucional, abogado y miembro de la Asociación Concordia Real Española.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *