En el mundo, pero fuera de él

La radicalización económica de este tercer Gobierno kirchnerista ha redoblado el control estatista en materia de comercio exterior e industria, tratando de reemplazar la iniciativa privada con fuerza estatal.

Cuando no se escuchan preguntas, tampoco se reciben respuestas: entonces se ignoran dos siglos de historia económica. Pero, tal como sucede con una alta inflación disimulada desde 2007, los amigos del poder se benefician y los más necesitados sufren.

También sufre Argentina en el mundo. Fue España, aliada histórica, la que denuncia la expropiación de YPF en el exterior, lo que conllevó un deterioro significativo de las relaciones del Mercosur con la UE. Fueron Japón y Estados Unidos, destino de tantas exportaciones argentinas, quienes lideran denuncias ante la Organización Mundial del Comercio por los anacrónicos controles de importación que escudan una industria demasiado protegida para generar productos globalmente competitivos. Fue la propia presidenta de Brasil, el socio comercial más estrecho y motor de la región, quien parece haber admitido ante trabajadores la realidad de la inflación argentina, a pesar de los desmentidos que siguieron.

Tal como Kirchner se vio aislada ante el público en el exterior, su Gobierno se aísla del mundo. Los aliados son dictatoriales: Venezuela, Angola, incluso ahora Irán. Un resultado claramente irónico para un país que todavía recuerda sus años de gloria como motor de producción global o como víctima del terror.

Mientras tanto, la prensa argentina adicta al poder intentaba descubrir —sin suerte— conspiraciones entre los que osaron preguntar en vez de juzgar las respuestas o la falta de ellas. La desaceleración económica y el aislamiento no son parte de un complot; son los resultados del camino elegido.

Cuando se acaban los argumentos, queda la agresividad.

“Resulta muy difícil que los mismos remedios que causaron la enfermedad curen al enfermo”, dijo en Harvard la presidenta Cristina Fernández de Kirchner. “Está claro que hay que cambiar o de médico o de remedios, o de ambas cosas”. Eppur si muove.

Pierpaolo Barbieri es Ernest May fellow en la Harvard Kennedy School. Su libro, Hitler’s Shadow Empire, será publicado por Harvard University Press en 2013.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *