España 4.0:el futuro ya está aquí

La revolución tecnológica se está incorporando a nuestras vidas a un ritmo tan vertiginoso que en los próximos 10 años veremos cambios tecnológicos equivalentes a los que hemos vivido en los últimos 100 años.

Nuestro trabajo, hospitales, escuelas, fábricas, acceso al conocimiento, ocio, compras..., e incluso nuestro modo de relacionarnos entre nosotros y con el mundo, están cambiando. Términos como nube, Big data, inteligencia artificial, algoritmo, blockchain, Siri, impresora 3-D, o gene-planet ya forman parte de nuestro vocabulario y se han convertido en los cimientos de lo que se considera ya la Cuarta Revolución Industrial.

España no fue capaz de estar a la vanguardia de las dos grandes revoluciones industriales de los últimos siglos. Pero ahora estamos en condiciones de afrontar con éxito el presente y el futuro. La evolución tecnológica ha dado ahora un paso más allá de la tercera revolución industrial porque hoy asistimos a una transformación global producida por la convergencia de las tecnologías digitales, biotecnológicas, robóticas e incluso nanotecnológicas.

Estamos inmersos ya, en un cambio sin parangón en la historia de la humanidad que está dando lugar a nuevos sistemas y modelos de relación y de negocio en todos los ámbitos: venta (Amazon, Alibaba), transporte (vehículo compartido eléctrico, Uber, Cabify, Glovo), comunicación y redes sociales (Google, WhatsApp, Facebook, Twitter, Instagram, cuentas automatizadas/bots) o financiero (bitcoins, plataformas de pago móviles, microtargeting, etcétera).

España no se va a quedar atrás en esta revolución que ya está en marcha. Esta disrupción supone un desafío para nuestro país y, lo que en ocasiones resulta parecer una amenaza, debe convertirse en una oportunidad. Desde el Partido Popular queremos que España se consolide como líder del impulso de la Cuarta Revolución Industrial.

Para optimizar los beneficios de las tecnologías digitales será necesario unir fuerzas a todos los niveles desde la política, las empresas y la sociedad civil con el objetivo de diseñar marcos regulatorios, establecer iniciativas que favorezcan la innovación, proteger los datos del consumidor, estimular la inversión para expandir la utilización de banda ancha a todos los rincones y mejorar la conectividad allí donde sea necesario. Formar a los jóvenes y trabajadores en habilidades digitales con el fin de prepararles para los nuevos empleos digitales, y asegurar la igualdad de oportunidades entre las grandes compañías y las pequeñas empresas del comercio tradicional, es esencial.

Desde el PP hemos asumido este reto como una absoluta prioridad política. Y lo estamos demostrando con iniciativas que nos han situado a la vanguardia de Europa y del mundo. El pasado mes de marzo el Gobierno aprobó el Plan de extensión de banda ancha e internet para las zonas rurales, cuando ya somos el tercer país del mundo en hogares con internet tan sólo por detrás de Japón y Corea del Sur. Esta estrategia, dotada con 525 millones de euros para los próximos cuatro años, garantizará que cualquier núcleo urbano, por pequeño que sea, tenga acceso a banda ancha, contribuyendo a cerrar la brecha digital geográfica que existe en nuestro país.

Estamos reforzando también la Ley de Protección de Datos para adecuarnos a la nueva Directiva europea -General Data Protection Regulation- que entrará en vigor próximamente y que unificará la protección para usuarios y consumidores en toda la Unión Europea, con el fin de evitar casos como el de la reciente filtración de Facebook sobre la información de 87 millones de usuarios a la que accedió la consultora Cambridge Analytica. Porque los datos personales son el nuevo petróleo de nuestro siglo y resulta imprescindible una adecuada protección de los mismos.

Desde el Congreso de los Diputados, hemos presentado iniciativas que buscan concienciar a todos en asuntos como el impulso de medidas necesarias para garantizar la veracidad de las informaciones que circulan por servicios conectados a Internet o evitar injerencias que pongan en peligro la estabilidad institucional en España, las fake news; la protección de la identidad digital de los usuarios y evitar la impunidad del anonimato en Internet; así como la prevención de la violencia de género digital entre los jóvenes.

También, hemos presentado con éxito otra iniciativa sobre la defensa del comercio minorista y tradicional con el objetivo de dinamizar la transformación digital del comercio tradicional para aumentar su competitividad por un lado, y por otro lado, abogar por evitar la competencia fiscal desleal que se produce desde algunas grandes compañías frente al comercio minorista porque los horarios del comercio ya no entienden de barreras durante las veinticuatro horas de los siete días de la semana.

Queremos ayudar al pequeño comercio a desarrollar su propia estrategia digital para adaptarse a una nueva dinámica de consumo online, inmediato y en cualquier momento del día y la semana, que ya mueve 29.000 millones de euros anuales. Los pequeños negocios tienen ahora una gran oportunidad para competir donde antes no llegaban, beneficiándose de los modelos de digitalización y de la red logística que utilizan los grandes. Si hay algo que ya ha quedado demostrado es que la tecnología nos iguala a todos en oportunidades.

Por eso mismo, todos deben competir en igualdad de condiciones. La tecnología o el modo de venta no puede ser una excusa para pagar menos impuestos o reducir la contribución a la economía española. Grandes y pequeños deben someterse a la misma normativa fiscal y de protección del consumidor para evitar cualquier tipo de desigualdad.

El comercio tradicional es fundamental para la economía española, supone el 5% del PIB nacional, genera 1.850.000 puestos de trabajo -prácticamente el 10% del empleo en España- y es el que da vida, identidad y personalidad a nuestras ciudades y pueblos. El Partido Popular siempre apoyará el crecimiento económico y empleo en España a través de las grandes plataformas y también de los auténticos gigantes comerciales que son los autónomos y los pequeños comerciantes, los que con mucho esfuerzo sacan adelante sus negocios cada día.

La revolución 4.0 ha llegado para quedarse. Este desafío no sólo supone un factor de competitividad a nivel global, sino que puede facilitarnos mucho la vida, y ello conlleva mayor libertad y bienestar para todos los españoles. Por eso, desde el Partido Popular queremos que España lidere la Cuarta Revolución Industrial, una oportunidad de crecimiento para todos.

Rafael Hernando es portavoz del Grupo Popular en el Congreso de los Diputados.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *