España, país del management

«Faetón, persigues y pretendes grandes metas.Es así como se conquistan las estrellas» Leo esta cita de Virgilio que me recuerda mi maestro, decano y director de ESADE, Lluís Pugés en su nuevo libro «la Odisea del management», mientras veo a estudiantes y directivos llenar las aulas de ESADE cargados de sueños de prosperidad profesional, energía, ilusión y, sobretodo, mucho talento. Y pienso: de esta salimos.

Las previsiones económicas para el próximo año no nos permiten ser optimistas, pero esto no me impide refrendar la perentoria necesidad de mantener una actitud positiva y tenaz para superar los tiempos que nos ha tocado vivir. Creo en el talento y creo que va a ser clave para salir de esta crisis. Pero el talento no es un don que cae del cielo, se gana trabajando, como decía Aristóteles: «la excelencia es un hábito».

Y eso es lo que tratamos de explicar a los más de 12 .000 participantes que se inscriben en los programas formativos de Esade cada año, y lo que aprendemos de ellos curso tras curso. El potencial que supone reunir en un mismo campus a estudiantes y directivos de más de 100 países de todo el mundo en nuestro caso, es enorme. Nuestra labor, nuestra responsabilidad desde instituciones, gobiernos y universidades es saber aprovecharlo, no dar la espalda al talento, apostar por él, guiarlo en valores y hacerlo crecer, pues el retorno de éste a la sociedad va a ser impagable y su fuerza puede llevarnos muy lejos.

Y España es un país con enormes oportunidades gracias al talento de su gente. En plena crisis, tres escuelas de negocios españolas, lideran el último ranking publicado por FinancialTimes al respecto. No es una lista baladí. El prestigioso rotativo británico la elabora en base al promedio de todos sus rankings publicados a lo largo del último año. Deberíamos tener en consideración que una publicación que radiografía escrupulosamente nuestros políticos y sus medidas económicas, muestre, en cambio, una alta apreciación por el nivel de nuestras escuelas de negocios. Aprovechemos, pues, que España es un país referente en management.

Convendría destacar que las businessschools españolas son referentes en management por varias e importantes razones. Su mercado es global y su perspectiva de negocio orientada a la internacionalización se implantó hace 25 años. No es inusual encontrar directivos y MBA de más de 20 nacionalidades distintas en una misma aula junto con un profesor también internacional impartiendo materia de impacto global.

Por otro lado, su cercanía al mercado de contratación de directivos es manifiesta. Una actitud de escucha permanente de las demandas de las empresas y organizaciones sociales permite altos niveles de colocación laboral. Estas escuelas tienen una red de antiguos alumnos extensa, activa y, sobretodo, global. La cultura del networking está muy arraigada entre sus miembros, hecho relevante para progresar en la carrera profesional de un directivo en un contexto como el actual. Pueden aplicar un mayor grado de flexibilidad en la gestión, gracias a su naturaleza privada, en comparación con las dificultades que se observan en centros de matriz pública. Y han convertido en seña de identidad la permanente necesidad innovadora que conlleva un negocio en perenne estado de competitividad al primer nivel internacional.

Sabemos de los espejismos de la economía española que la crisis ha aflorado y conocemos que el paisaje de milagro español que algunos pretendieron dibujar no era cierto. Pero podemos y debemos ser conocidos en el mundo entero por nuestros emprendedores, su creatividad, acceso a la tecnología y capacidad de innovación de la empresa española. Y, el talento, sobre todo por nuestro talento. Derribemos mitos que no son reales. Creamos en lo que de verdad somos: un país referente en management.

O dicho de otra forma. Es el talento de los estudiantes de nuestro país, de nuestros empresarios e investigadores el que puede revertir nuestra situación actual. Hemos visto que podemos contar con él y con herramientas para potenciarlo. Pero debemos trabajar e invertir en él, ahora más que nunca. «Pueden porqué están convencidos de que pueden». Podría ser una cita de Barack Obama, pero como me recuerda mi maestro Pugés, lo dijo Virgilio hace dos mil años.

Por Eugenia Bieto, directota general de Esade Business and Law School.

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