Administración Pública (Continuación)

El rechazo de un alto cargo en la cultura española por Mario Vargas Llosa me ha hecho pensar una vez más en el tema de los escritores y la Administración. Paul Valéry, el poeta de El cementerio marino, dijo alguna vez que los escritores se refugian “en las fallas de la Administración”. Según eso, el poeta, el novelista, el ensayista, no son buenos funcionarios y ni siquiera aspiran a serlo: son infiltrados, parásitos, gente que aprovecha los tiempos muertos administrativos, las fallas, para convertirlos en los tiempos más vivos y estimulantes, como son los de la auténtica creación artística. Es decir, son personas astutas, que se sirven de los cargos burocráticos para transformarlos en becas literarias.…  Seguir leyendo »

En una época de incertidumbre, pero a la vez fascinante, aparece la idea de gestión como concepto fuerza y catalizador de todo tipo de esfuerzos en el intento de organizar una empresa, sea esta privada o pública. Es indudable la diferencia en la gestión de una empresa pública y otra privada. Son distintos los intereses y los objetivos. Pero solo en parte, ya que la dimensión técnica que ambas exigen tiene un sustrato común y una metodología semejante. Por lo tanto, hablar hoy de gestión empresarial no es sinónimo de empresa privada, ya que la empresa ya no puede interpretarse solo como una unidad económica sino que ha pasado a ser un concepto de organización.…  Seguir leyendo »

Que no nos den gato por liebre. No podemos reducir la responsabilidad de nuestros gestores a responsabilidad penal. Vaya por delante que comprendo y comparto la indignación ante el panorama de corrupción, despilfarro y de falta de responsabilidad de que ha hecho gala durante estos últimos años nuestra clase política, especialmente en el ámbito autonómico y en el local, que es donde han fallado más estrepitosamente los mecanismos de control que, teóricamente al menos, tenemos en nuestro Estado de Derecho. Mecanismos que, por cierto, no están en el Código Penal, sino bastante antes, en un conjunto de normas de Derecho Público.…  Seguir leyendo »

La ideología ltraliberal ha convertido en pensamiento convencional la idea de que el Código Penal es el único canon para la evaluación de todas las conductas. Esto es una falsedad interesada. La libertad constituye la clave de bóveda de todo el sistema político, pero esta libertad es la de los particulares para vivir su vida, mientras que los poderes públicos deben, por el contrario, someterse a los principios de Legalidad, Responsabilidad e Interdicción de la Arbitrariedad. (Art. 9.3 de la Constitución Española).

Para quienes ejercen el poder público, desde los más altos cargos hasta el más humilde funcionario, el margen de libertad queda constreñido por el imprescindible «sometimiento pleno a la ley y al derecho» (art.103.1 C.E.)…  Seguir leyendo »

Imagina que eres accionista de una gran empresa con pérdidas y los ejecutivos lo único que te proponen son recortes. Seguramente te preguntarás: ¿por qué no piensan en cambiar cómo se hacen las cosas y no solo en recortar? Pues, bueno, eso es lo que está ocurriendo en nuestras Administraciones públicas, cuyos ejecutivos (y candidatos a ejecutivos del partido de la oposición) centran sus propuestas en recortes. Creemos que, además de confrontar tijeras de distintos colores políticos, debemos iniciar en España pronto un debate serio sobre cómo aumentar la eficacia y eficiencia de nuestro sector público.

Nos gustaría dejar claro que no compartimos la opinión de aquellos que consideran que las Administraciones públicas españolas son generalmente ineficientes e irreformables por naturaleza.…  Seguir leyendo »

Buen revuelo han armado las declaraciones del conseller del Gobierno catalán Andreu Mas Colell y las del presidente de la CEOE, Juan Rosell, sobre los funcionarios. Suaves las primeras, en el fondo y en la forma, más contundentes las segundas, ambas vuelven a cuestionar la productividad de un sector del empleo (12,5% del PIB español) crucial para la competitividad del país. ¿Con razón? Antes de contestar, introduzcamos un matiz. Entre los empleados públicos españoles abundan los profesionales competentes y guiados por un espíritu de servicio público. No es eso lo que está en discusión. No se trata de analizar comportamientos individuales ni de establecer comparaciones entre esas conductas y las que cabría encontrar en otros sectores.…  Seguir leyendo »

La exigencia de sanear las finanzas públicas ha colocado bajo el microscopio la necesidad de mejorar el diseño organizativo de la Administración. Los solapamientos y duplicidades, que se producen incluso dentro de un mismo nivel de gobierno, se multiplican al considerar la realidad de un Estado descentralizado. La necesidad de añadir dosis de racionalidad, algo que venía siendo reclamado desde hace tiempo por numerosos economistas en el ejercicio de su función natural, pero incómoda, de aguafiestas profesionales, concita ahora un cierto consenso social y político.

Hay, sin embargo, otro aspecto del funcionamiento de la Administración aún más importante: la necesidad de impulsar normativas que no impongan a los ciudadanos obligaciones superfluas y onerosas.…  Seguir leyendo »

La crisis está obligando a un cambio acelerado en la forma de llevar las empresas, los hogares y, también, las Administraciones públicas. Ciertamente, son las dificultades financieras extremas a las que ha llevado el hundimiento de los mecanismos habituales de gastos e ingresos en cada uno de estos agentes lo que está obligando al cambio acelerado. Pero la acumulación de disfunciones disimuladas por la bonanza de los años previos a la crisis resulta, por fin, evidente y hace inviable la continuación del modelo todavía vigente durante los años venideros que se caracterizarán igualmente, desde el lado menos amable, por el formidable ajuste real, de capacidad y empleo, que estamos sufriendo.…  Seguir leyendo »

¿Tienen muchos empleados públicos las administraciones? ¿Demasiados organismos y agencias? Depende. No podemos valorar la magnitud de estos recursos sin considerar su función ni resultados, ni compararlos con otros si no comparamos exactamente lo mismo. Acotemos el análisis a dos preguntas:

Primera pregunta: ¿Qué debe hacer la Administración? Nuestros representantes políticos determinan, por medio del presupuesto, la dimensión económica del sector público, tanto en volumen de ingresos (incluido el endeudamiento) como de dedicación de recursos, asignándolos a bienes y servicios considerados de interés general.

El sistema público también genera valor a través de otras fórmulas (confianza, autoridad reguladora, protección social, etcétera).…  Seguir leyendo »

Vivimos asediados por noticias de escándalos y denuncias de corrupción que nos trasladan desde la estupefacción hasta el asco como en un tiovivo endemoniado. Son siempre asuntos delicados que tienen consecuencias muy visibles sobre los dineros públicos y, si miramos el turbio vaso del déficit, advertiremos que en su fondo se halla depositado el légamo de estas prácticas.

Cuando existen indicios de delito, hay tribunales penales que se ocupan de ello. Actúan de acuerdo con sus pausados ritmos, pues ya sabemos que hay plazos en el mundo judicial que se asemejan a los plazos bíblicos o incluso a los geológicos. Pero todo sea bienvenido porque es el sacrificio que ha de arder, en un Estado de Derecho, en el pebetero de las garantías de los ciudadanos.…  Seguir leyendo »

El debate político ha de ser serio, riguroso y provechoso para la sociedad, y debe fundamentarse en la reflexión profunda, en la valoración serena y meditada, lo que no excluye la agilidad y la capacidad de respuesta a los retos cotidianos. Subrayo esta obviedad porque últimamente nos estamos acostumbrando a escuchar soluciones y recetas que más parecen ocurrencias oportunistas que propuestas factibles para una verdadera salida de la crisis. Hay quien reclama recortar o eliminar autonomías, y también quien sugiere dirigir las tijeras a las diputaciones. La cuestión es recortar, eliminar, reducir, como si fuera la gran solución, y sin consecuencias negativas.…  Seguir leyendo »

Un agricultor recibió el pasado 12 de enero del 2011 una carta de la Agència Catalana de l´Aigua (ACA) en la que se le notifica el registro de un aprovechamiento de aguas subterráneas (un pozo) en su casa del término municipal de Vallgorguina (Vallès Oriental). Uno más de los miles de actos de la Administración catalana, si no fuera por un pequeño detalle: la legalización del pozo responde a una instancia presentada por el agricultor el día 30 de abril de 1977. ¡La respuesta de la Administración ha tardado 33 años y ochos meses!

Antes de obtener respuesta a su instancia, el afectado ha visto el ascenso de Adolfo Suárez a la presidencia del Gobierno español, el regreso de Josep Tarradellas a Catalunya, la restauración de la Generalitat, los seis gobiernos presididos por Jordi Pujol y los dos gobiernos tripartitos.…  Seguir leyendo »

Políticos, banqueros, empresarios, expertos… Incluso se apuntan algunos intelectuales, dispuestos por una vez a contemplar la realidad lejos de la (falsa) torre de marfil. ABC contribuye al debate bajo el epígrafe muy expresivo de «regeneración». La crisis obliga a un ejercicio de responsabilidad. No hay margen para el error. Importan poco las maniobras partidistas o los espasmos sindicales. De hecho, más allá de las fronteras, carecen también de relevancia las anacrónicas barricadas parisinas o las civilizadas protestas londinenses. Bienestar en peligro, final de los treinta años «gloriosos» y de otros treinta de prórroga confusa. Estalló la famosa crisis fiscal del Estado y llegó la hora de revisar esa factura que todos pagamos en nombre de los derechos sociales.…  Seguir leyendo »

Cualquier persona que piense en las Administraciones Públicas las valora en función de los trámites que le relacionen con Tráfico, Hacienda, Seguridad Social, terminales de una maquinaria que sirven para identificar los ministerios de los que dependen. Mientras que otros ministerios que no afectan a nuestra vida administrativa corren el riesgo de percibirse menos útiles para la ciudadanía.

Tal y como parece ser el caso del Ministerio de Igualdad, una extravagancia del Gobierno. Lo lamentable es que al finiquitarlo se ha dado la razón a quienes depreciaban sus funciones.

No había sesión parlamentaria sin sórdidas críticas sobre algunos ministerios, pero con reglas de juego distintas: en unos casos la demanda era el cambio de sus responsables, pero aquí la regla era absoluta: suprímase.…  Seguir leyendo »

La crisis nos ha familiarizado con la burbuja inmobiliaria y la financiera. La imagen popular de la expresión describe fenómenos de enriquecimiento que acabaron por revelarse transitorios y poco sostenibles. La expansión de las burbujas creó ilusiones sobre nuestro progreso colectivo. Su explosión ha supuesto la desaparición brusca de estas ilusiones y la necesidad de poner en cuestión modelos de funcionamiento anteriores. Todo esto podríamos aplicarlo a un fenómeno del que se ha hablado bastante menos pero que no por ello resulta menos real. Es una burbuja que ha caracterizado el funcionamiento de los gobiernos y las organizaciones públicas durante los 13 años de crecimiento sostenido de nuestra economía.…  Seguir leyendo »

Julio Camba, aquel prodigio de ironía, escribió en un artículo que nunca criticaría a los "nuevos ricos" porque si alguna vez llegara a ser rico desde luego sería "nuevo". Boutades aparte, todos sabemos que la expresión nuevo rico no se aplica a todo el que ha hecho fortuna recientemente, sino sólo al que la exhibe de forma exagerada, con mal gusto y por encima de sus posibilidades, pensando que mediante tal comportamiento se parece a los ricos de toda la vida. No sabe que estos, al no necesitar exhibir su riqueza, tienen como norma habitual actuar con discreción.

En los años que precedieron a la actual crisis económica, ¿hemos vivido como nuevos ricos?…  Seguir leyendo »

Nuestras democracias parlamentarias avanzadas son indirectas, es decir, están dotadas de sistemas representativos de segundo grado mediante los cuales los ciudadanos, titulares de la soberanía, designan a unos representantes para que actúen en su nombre aunque sin mandato imperativo. Una de las mayores ventajas de este depurado modelo, mucho más racional y sutil que la democracia directa o asamblearia, es que el elector, aunque protagonista en primera persona del proceso político, no requiere especialización: son los profesionales de la política quienes se ocupan de desentrañar libérrimamente los recovecos técnicos y jurídicos del interés general, debiendo contar apenas con el periódico refrendo del cuerpo social en hitos electorales tasados.…  Seguir leyendo »

Supongamos, que ya es mucho suponer, que es posible un debate público sobre la fiscalidad en España con unos gobernantes socialistas que en menos de dos años han pasado de decir que se podía devolver a los ciudadanos parte de sus impuestos, porque sobraba recaudación, a afirmar ahora que los ciudadanos pagan pocos impuestos para financiar los servicios públicos. Supongamos, que ya es mucho suponer, que es posible un debate sobre la cuestión con unos gobernantes que utilizan como argumento el dato bruto de la presión fiscal comparada entre países distintos, cuando cualquiera sabe hoy que la única comparación válida entre países es la del índice de esfuerzo fiscal de la población, ese que tiene en cuenta la distinta capacidad para pagar impuestos en función de la renta disponible.…  Seguir leyendo »

España ha presidido el semestre europeo con la anomalía de ser el único país grande de la UE que carece de una ley de acceso y de transparencia de la Administración Pública. Esperamos que el Gobierno cumpla su promesa electoral y apruebe dicha ley antes de que finalice la legislatura. Además de aprobar la ley, le toca al Ejecutivo impulsar el reglamento, la cultura de la transparencia, la disposición de los archivos, el gobierno abierto, la formación de los empleados públicos y el uso de las tecnologías.

En Estados Unidos, la ley (FOIA: Freedom of Information Act) ha cumplido más de 40 años y ha avanzado más bajo las presidencias demócratas.…  Seguir leyendo »

Supongo que debe haber sido mi sufrida condición de funcionario la que me ha hecho particularmente sensible a un cierto tipo de comentarios. En todo caso, bienvenido sea el detonante si sirve para pensar en asuntos que a todos conciernen. Uno de ellos, particularmente importante a mi juicio, es la generalización de determinados tópicos en sectores que en principio deberían sentirse muy alejados de ellos. Con otras palabras: tengo la sensación de que sectores populares parecen hacer suyas banderas que no les corresponderían, interiorizando reivindicaciones y críticas propias de otros sectores.

Es el caso, por el que empezaba este artículo, de una extendida actitud hacia los funcionarios, tomados como objeto de todo tipo de diatribas precisamente por aquellos que más los necesitan y más recurren a sus servicios.…  Seguir leyendo »