Nadando desnudos
En la última década, quienquiera preguntara sobre quién crecía más, si Brasil o Argentina, recibiría la respuesta, casi obvia, de que era el país de Lula y Dilma y no el problemático y polémico del matrimonio Kirchner. Sin embargo, no era así. Desde 2003 a 2013, los años de la gran bonanza del comercio exterior, Argentina mantuvo claramente un crecimiento superior, y no porque su manejo económico fuera una maravilla, sino porque el gigante sudamericano crecía muy poco.
¿Por qué esa ilusión óptica? Porque lo brasileño es mirado siempre con simpatía: su talante abierto, su espíritu festivo, su música, su colorido, añadida a la popularidad ganada por un presidente de origen obrero que guardaba equilibrios fiscales, le beneficiaban con una mirada benevolente.… Seguir leyendo »