El casquete glaciar de Groenlandia no puede esperar
Los días se alargan en Nuuk, la capital groenlandesa. Incluso después del atardecer, el sol permanece bajo el horizonte y arroja un resplandor sobre el rocoso paisaje costero. En los días bañados de sol, cuando el azul del cielo se confunde con el del mar, se pueden admirar las sorprendentes montañas groenlandesas. Sus crispados picos contrastan con la suavidad de las cuestas inferiores, fiordos esculpidos por la implacable fuerza de las antiguas capas de hielo. La tundra, de un fragante verde amarronado, salpica la escena. Caminar sobre el manto de nieve que se derrite por doquier se convierte en una experiencia húmeda y pesada.… Seguir leyendo »