Camino de Santiago

El Camino de Santiago es una ruta que recorren los peregrinos, procedentes de todo el mundo, para llegar a la ciudad de Santiago de Compostela, donde se veneran las reliquias del apóstol Santiago el Mayor. Durante toda la Edad Media fue muy recorrido, después un tanto olvidado y en la actualidad ha vuelto a tomar un gran auge. El Camino de Santiago Francés y las rutas francesas del Camino fueron declarados por la Unesco Patrimonio de la Humanidad. Pero una de las cualidades más desarrolladas es la cultura del encuentro, de la palabra entre los peregrinos. Esa frase de «buen camino» encierra muchos sentimientos, muchos deseos para los romeros, con los que nos cruzamos, y para nosotros mismos.…  Seguir leyendo »

En el camino a Santiago

En los últimos treinta años, desde mi casa de Asturias —enclavada en el litoral cantábrico rayando con Galicia, a un paso del llamado camino francés— he podido comprobar el espectacular aumento de peregrinos que transitan el Camino de Santiago, lo que a menudo me llevó a evocar estampas y recuerdos de quienes, en distintas épocas, emprendieron un viaje que, a la aventura física sumaba una experiencia espiritual.

Desde que Teodomiro, obispo de Iria Flavia, descubrió en el 813 los restos del apóstol y luego el rey Alfonso II el Casto mandó construir un templo donde acogerlos y venerarlos, la peregrinación a Santiago suscitó tal fervor en toda Europa que llegó a movilizar a verdaderas masas: santos como Francisco de Asís, reyes como Luis VII de Francia o Alfonso XI de Castilla, mecenas como Cosme de Médicis, la flor de la caballería —don Gaiferos de Mormaltán, el protagonista de los romances carolinos—, ricos burgueses de Flandes y de la Isla de Francia, monjes y mendigos, ilustres viudas de Maguncia, Lyon o Bath, “y mucha gente humilde de las Europas, artesana y campesina, con sus pecados y sus esperanzas”, según recuerda Álvaro Cunqueiro (Por el camino de las peregrinaciones).…  Seguir leyendo »

Santiago se aparece a Carlomagno, ‘Codex Calixtinus’. Xacopedia

Hace más de mil años que Europa entera –y en los últimos tiempos no solo Europa– camina hacia el “fin de la tierra”, el Finisterre gallego, para alcanzar Santiago de Compostela.

Descubierto el sepulcro en la década de los años 820, y pese a la compleja explicación de su existencia, su tumba ha sido objeto incesante de una de las tres grandes peregrinaciones cristianas, junto a Roma y Jerusalén. Incluso aunque en el mundo actual los motivos del viaje sean sin duda muy variados o que se cuestione –y eso no es nuevo– la veracidad de la reliquia.

Pero desde el análisis del historiador lo importante es que la sociedad de su tiempo lo creyó, sin reclamación alguna de otros posibles enclaves, y que enseguida se desencadenó un movimiento imparable.…  Seguir leyendo »

El Camino de Santiago, vida a trozos

Antes de hacerlo a Compostela, los peregrinos, siguiendo la Vía Láctea -en muchos lugares llamada Camino de Santiago-, peregrinaban al Finisterre, a donde iban los muertos para llegar, siguiendo el rastro del sol poniente, a la isla de Avalón en donde los esperaba el rey Arturo. Un día, el monje Pelayo se acercó al punto de un bosquecillo, cercano a la cabaña en la que vivía en estricta pobreza, sobre el que estaba colgada una estrella, y descubrió el sepulcro de Santiago.

Carlomagno, en sueños, vio en el cielo un camino de estrellas que empezaba en Frisia y llegaba a Galicia, donde estaba escondido el cuerpo del apóstol.…  Seguir leyendo »

Semana Santa en Año jubilar

La Humanidad occidental de nuestros días se ha revelado contra el escepticismo racionalista reinante desde la Ilustración hasta nuestros días y ha emprendido la búsqueda de la dimensión sagrada, mistérica, del mundo. Tal vez el vacío y la nada la prepararan a la humanidad para acoger y acostarse en los brazos de Dios. Una esperanza que no sabe lo que espera no puede dar, como resultado, más que la desesperanza. Se trataría de prácticas religiosas en sentido metafórico y hasta metonímico. Pero mucha gente busca directamente una relación con el más allá, con el misterio, con la dimensión oculta del mundo, con Dios.…  Seguir leyendo »

Sal de tu tierra

En la solemnidad de la Epifanía recordamos que unos magos de Oriente se pusieron en camino guiados por una estrella hasta llegar a Belén, donde estaba el Niño Dios, para ofrecerle oro, incienso y mirra (cf. Lc 2, 1-12). En este Año Santo Compostelano serán muchas las personas que se pondrán en camino siguiendo la Vía Láctea para peregrinar a la tumba del Apóstol Santiago en la llamada otrora «Jerusalén de Occidente», dar un abrazo a la imagen del Apóstol cuyo rostro se hace palabra llena de gozo y esperanza y encontrarse con la tradición apostólica que fundamenta nuestra fe. Es el Patrón de las Españas desde tiempos muy lejanos.…  Seguir leyendo »

Dante en la Vita nuova la describe como la peregrinación más larga que pudiera hacerse en el marco geográfico y político del Occidente medieval. El Camino por excelencia era aquel que unía el centro de Europa con el extremo más alejado, el Finisterre occidental, límite de lo representable y principio de un mundo ignoto sobre el que la fantasía de la época había imaginado los seres más extraños e inquietantes. Frente al mar, hecho de abismos y sombras, la luz serena de la Vía Láctea marcaba la ruta de quienes habían elegido caminar en la dirección de Compostela. Otros elegían el camino de Oriente, cuyo destino será Jerusalén, la ciudad santa hacia la que se dirigirán los pasos de peregrinos y cruzados, unidos por el sello de la fe y terciados por tantos otros acontecimientos que las crónicas medievales y los libros de viaje narran desde la confusión deliberada que suele acompañar las historias alimentadas por la fantasía.…  Seguir leyendo »

Para entrar en Delfos, Apolo había vencido la Pitón que asolaba la Fócide. Es la expresión de la lucha de los dioses oficiales contra los adversarios, de la ortodoxia contra la heterodoxia que, a continuación, tuvo su trascripción en el cristianismo. La cristianización de esta leyenda, tiene muchas versiones situadas en muy diferentes lugares con protagonistas propios. San Patricio venció al monstruo que asolaba Irlanda y lo hundió para siempre en las aguas de un lago. San Miguel liberó a los habitantes de la región del monte Gargajo de la tiranía del monstruo que habitaba en sus entrañas. San Jorge liberó del monstruo del lago a los habitantes de Silka.…  Seguir leyendo »

Detalle Pórtico de la Gloria (Catedral de Santiago de Compostela)

En el Pórtico de la Gloria, cuya restauración ha merecido el premio Europa Nostra, el arte aprende a expresar la bondad, lo hace con una sonrisa, la de Daniel. Los cinceles cantan sobre las piedras. Buscan alabar a Dios y hallarán una sonrisa. Desbrozan cada bloque para averiguar la forma que esconde. El sonido se parece al de un coro catedralicio, propendiendo al cielo, consonante con las trompetas que anuncian la cumbre de un estilo, de un pensar, de un entendimiento, inmaculando el gozo humano en un deseo de eternidad.

Es XII de siglo, es Compostela y el Obradoiro es rumor de los labradores de piedras, doladores, tallistas, de los picapedreros de verbo propio, de los que hablan el latín de los canteros -«verbo das arginas»- que resuena a gloria.…  Seguir leyendo »

Vertebrando España por Santiago

A José Ortega y Gasset, hijo de un siglo XIX marcado por revoluciones, guerras y cambios incesantes de fronteras, y testigo directo del capítulo final de la caída del Imperio español en 1898, le preocupaba, para las naciones, pero, sobre todo, para España, la manera en la que estas podían articularse, y reconocerse, en eso que él llamaba un proyecto en común. Si no había un proyecto común, efectivo, que movilizase las energías vitales y las fuerzas motrices del individuo, y de la sociedad, entonces, ¿para qué seguir juntos?

Ortega, adelantado de la posmodernidad, nuestro tiempo de ahora, había muy pronto renunciado a ese tipo de grandes teleologías, hegelianismos y auto indagaciones heideggerianas que imponían una Teoría del Todo a los asuntos humanos, o una metafísica solipsista de un Ser-ahí que no se terminaba de ver en parte alguna, hasta que llegó el Tercer Reich.…  Seguir leyendo »

Ahora las fronteras del paraíso están custodiadas por la Policía armada hasta los dientes, pero no siempre fue así; en un tiempo estaba custodiada por dragones, monstruos y serpientes. Los tebanos son descendientes de los espartos y, por tanto, de la serpiente que mató Cadmo; por ello mismo, son también linaje de Marte, puesto que la serpiente era vástago del dios. «¿Qué locura, hijos de la serpiente, descendencia de Marte, ha ofuscado vuestra razón? Traed a vuestra memoria, por favor, de qué estirpe procedéis y tomad la bravura de aquella serpiente que ella sola destruyó a muchos». En los escritores clásicos latinos y en las inscripciones de Pompeya, la serpiente es una de las representaciones frecuente de guardián del hogar y del lugar que gusta meterse en el lecho conyugal de las gentes de casa.…  Seguir leyendo »